"...mientras Walter invade nuestra fiesta, el capitán Buscapina salda deudas, sentado en bolas guacheándo la tele... su princesita se transformó en sapito, y sus minutos de gloria no aparecen... y vaga con su corazón entre las manos... es amo de resacas surfeándo avalanchas, sabe que la vida es corta... ¡ Walter invade la tierra!...". Redonditos de Ricota

Walter trabajaba como caddie en el Golf Club "José Jurado", estudiaba en el Nacional Bernardino Rivadavia y era fanático de los Redonditos de Ricota. Desde Aldo Bonzi, Walter y sus amigos partieron al estadio Obras Sanitarias, donde la banda de sus amores daba un recital. Cuando llegaron ya se habian terminado las entradas y varios se quedaron afuera sin poder entrar al recital. Mientras Walter esperaban en la vereda de enfrente, él y 39 jóvenes fueron detenidos por policías de la comisaría 35° con el pretexto de averiguación de antecedentes. Walter fue encerrado en un calabozo, de cuatro por cuatro, junto con nueve chicos. Doce horas después, sin que sus padres ni un juez de menores fueran notificados de su detención, era trasladado en ambulancia al hospital Pirovano. Walter tenía vómitos, mareos y la mitad de su cuerpo estaba paralizado. Desde el Hospital Pirovano finalmente fue trasladado al Sanatorio Mitre con un certificado expedido por el médico donde informaba que Walter había sufrido "golpes faciales varios de 36 hs. de evolución" y cinco días después, el 26 de abril de 1991, Walter moría.

Las primeras voces que se alzaron pidiendo justicia fueron las de sus compañeros de secundario que realizaron "sentadas" y manifestaciones reclamando el esclarecimiento de la muerte de Walter. Hasta ahora, nadie respondió sus reclamos ¿porque Walter de 17 años salió en coma de la comisaría 35°?. Ni mucho menos, ¿porque el comisario Esposito esta en libertad y no hay ningún detenido por el asesinato de Walter?

En Febrero de 2003, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado argentino tras determinar que la detención de Walter fue un procedimiento “arbitrario, ilegítimo, abusivo e irregular”. La corte decidió que se pague una indemnización por 374.000 dólares a la familia. Además de proseguir y concluir la investigación de este caso y sancionar a los responsables. Otorgandole a los familiares de la víctima pleno acceso y capacidad de actuar en todas las etapas e instancias de las investigaciones. Asimismo, exigió al Estado Argentino que adopte medidas legislativas para que no se repitan casos similares.

El estado Argentino reconoció su responsabilidad en la muerte de Walter pero nada a hecho al respecto. La causa del asesinato de Walter continua en los laberínticos pasillos de la Justicia, como tantas otras causas similares. Condenando a los familiares de las victimas, a un incesante peregrinar pidiendo justicia. Mientras los asesinos gozan de libertad e impunidad.

Mientras algunos sectores reclaman mano dura, en movilizaciones alumbradas con velas. Y la respuesta del estado, a la exigencia de "seguridad", es más policía en las calles y el endurecimiento de las penas. Otras voces que no son escuchadas por el gobierno, ni por los asistentes a las marchas contra la "inseguridad", se levantan sin aparato mediático. Y exigen el fin del gatillo fácil y la cárcel para los responsables de la muerte de Walter y de los miles de jóvenes que en todo el país son asesinados por la policía y el Estado.