Eman al-Hams, una niña palestina de 13 años, fue asesinada por las fuerzas israelíes el pasado martes 5 de octubre en los alrededores de un puesto militar de Rafah, al sur de la franja de Gaza. Eman se dirigía al colegio con su uniforme escolar cuando fue abatida por francotiradores israelíes. Tras esta incalificable acción criminal, aunque previsiblemente Eman ya estaba herida de muerte, las fuerzas israelíes impidieron durante más de una hora el acceso de los servicios médicos de urgencia palestinos para que atendieran a la niña, que murió desangrada.
Ali Mossa, director del hospital Al-Najjar de Rafah, ha asegurado a los medios de comunicación que el cuerpo de la muchacha estaba literalmente acribillado, con al menos una veintena de impactos de bala en diferentes partes de su anatomía.
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