La empresa despidió sin causa a tres empleados que debía reincorporar, como parte de
los acuerdos que permitieron superar un conflicto en julio de 2004. Los trabajadores
iniciaron una protesta frente a la fábrica y fueron violentamente desalojados.
A las tres de la tarde del jueves 10 los 9 empleados que mantenían una carpa de
protesta y el corte de una de las entradas de la empresa, presenciaron como 400
policías irrumpían para desalojarlos violentamente y acusarlos de usurpación y actos
turbatorios. Esto fue momentos después que comenzaran negociaciones entre el gremio
y la patronal en el Ministerio de Trabajo en Buenos Aires, lo que provocó la
interrupción inmediata de la reunión por parte de los representantes sindicales.
Según dijo a la radio comunitaria Aire Libre de RosarioJuan Carlos Giachello, primero vino el
desalojo violento y después la orden de desalojo. Los trabajadores hacen responsable
de estas maniobras al propio ministro Rosua. El viernes los gremios del cordón
industrial y delegados que fueron en solidaridad de otros puntos del país realizaron
un plenario intersindical para definir medidas a tomar por estos hechos.
Un operativo policial con más de 400 efectivos, siete móviles y la presencia de los
bomberos fue desplegado el jueves, alrededor de las 14, en las puertas de la fábrica
Sulfacid –ubicada en Fray Luis Beltrán-, por una orden judicial. Las fuerzas de
seguridad amedrentaron a los obreros que habían instalado una carpa en reclamo de la
reincorporación de tres trabajadores despedidos arbitrariamente. Hubo forcejeos y
procesaron a ocho manifestantes “por el delito de usurpación por actos turbatorios”.
En el mismo momento, en Buenos Aires, estaba prevista una reunión entre las partes
en el Ministerio de Trabajo, encuentro que los representantes sindicales decidieron
suspender ante los hechos acaecidos.
Los gremios del cordón industrial se solidarizaron y realizaron, durante la mañana
del viernes, un plenario intersindical de los cuerpos de delegados de los distintos
gremios de Rosario y el cordón industrial, en donde se coordinó para tomar medidas
en conjunto.
En el interior de la fábrica los trabajadores (compañeros de los despedidos) siguen
trabajando, con la presencia de la policía dentro de cada una de las secciones.
Según relató uno de los delegados que se encuentra en la carpa, éstos se habían
comprometido en asamblea a realizar un paro de actividades para el viernes pero la
represión y el desalojo violento del jueves atemorizó a los trabajadores y
suspendieron la medida.
Para los delegados la patronal está utilizando estos despidos para sentarse a
discutir el convenio laboral en condiciones desfavorables para los trabajadores y de
esta manera reducir los derechos laborales en pos del lucro empresarial. Pero los
trabajadores se encuentran firmes en sus posiciones: “Nosotros no vamos a entrar a
negociar con gente despedida, porque eso implicaría dar la pauta para negociar para
atrás, y eso no lo vamos a hacer.”
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