Más de 300 vecinas y vecinos de la Villa 20 están cortando totalmente este mediodía las avenidas Escalada y Cruz, que delimitan el barrio, en rechazo al proyecto que propone instalar el denominado "polo farmacéutico" en tierras linderas a la villa (el llamado "playón") y en cuatro hectáreas que están dentro del barrio. Más de 300 vecinas y vecinos de la Villa 20 están cortando totalmente este mediodía las avenidas Escalada y Cruz, que delimitan el barrio, en rechazo al proyecto que propone instalar el denominado "polo farmacéutico" en tierras linderas a la villa (el llamado "playón") y en cuatro hectáreas que están dentro del barrio. Quieren poner una industria que no generará fuentes de trabajo en la zona, en un lugar donde estaba estipulado construir un hospital, escuelas y viviendas. Este polo farmacéutico, supuestamente traería "progreso", a la vez que se construirían viviendas para los vecinos que tengan que ser "relocacionados". Se esconde un millonario negociado entre los laboratorios Bagó, el Instituto de Vivienda de la Ciudad, el Gobierno de la Ciudad y legisladores ibarristas y macristas que cogobiernan la ciudad, con el aval de representantes barriales ilegítimos e ilegales.

Ninguno de los vecinos directamente involucrados estaba al tanto del proyecto. Hoy se estaba tratando el proyecto en la legislatura, a donde también irán vecinos a hacerse oir. No quieren que les toquen sus casas, no quieren mudarse a departamentitos de 4x4 que después hay que pagar en cuotas o quedarse sin hogar, luego de haber edificado sus viviendas pacientemente durante años. Exigen la regularización de las tierras, un plan de obras públicas que construya viviendas, escuelas, hospitales, bajo control de los vecinos, respetando la traza original del barrio.

Dieron el aval a este proyecto, en nombre del barrio, el presidente de la Junta Vecinal, Marcelo Chancalay, junto a su secuaz Victor Sahonero. Ambos son punteros a sueldo del Gobierno de la Ciudad. Chancalay usurpa el cargo de presidente del barrio, desde septiembre del año pasado, cuando no se pudo elegir una nueva junta, por las maniobras fraudulentas. Actualmente, él y sus matones amedrentan a los vecinos, amenazándolos con no darles más ayuda social y con violencia física a quienes se rebelan contra dominación mafiosa.

La villa 20 de Lugano, Capital, existe hace más de 40 años. Sólo la labor infatigable de miles de vecinos transformó lo que era un pantano en terrenos habitables. Hoy viven más de 5.000 familias, aproximadamente 20.000 habitantes. Una abrumadora mayoría está desocupada, subocupada o trabaja en negro. Conviven colectividades de inmigrantes sobre todo de Bolivia, Paraguay y Perú. Por pimera vez en años los vecinos rompieron el miedo y salieron a protestar. En estas tierras el terror policial está siempre presente: la tristemente célebre comisaría 52, el gatillo fácil y los negocios más turbios en manos de los uniformados de azul. Y como si fuese poco, la escuela de suboficiales Ramón Falcón enfrente y un basurero de autos de la policía a lado.

Es en este marco que se produce la irrupción de protagonismo de los vecinos en defensa de sus casas y reclamándole respeto a las autoridades, mediante el método del piquete y la asamblea. Se suman a la lucha, además mvoimientos piqueteros, asociaciones vecinales, comedores e inclusive la parroquía del barrio.

corte 9 de junio + corte 31 de mayo + télam + corte 26 de mayo + prensa de frente + Nadie nos consultó nada