Con motivo del 30 aniversario del golpe de Estado miles de personas marcharon, el 23 de marzo en La Plata y el 24 en Capital, contra el terrorismo de estado y las políticas económicas de hambre y explotación que impusieron la dictadura militar y la clase dominante. Pero también marcharon para repudiar el hambre y la represión hoy, aún en “democracia”.

Este gobierno, en su afán de legitimarse como el "abanderado de los DDHH", como "el compañero de los desaparecidos", como "el hijo de las Madres", ha recurrido una y otra vez a nefastas prácticas para apoderarse de la lucha del pueblo intentado reducirlas a un mero hecho simbólico, con la intención de transformar un día de lucha en un feriado.

Denunciamos la operación montada por el gobierno, utilizando patotas en la plaza para intentar quebrar la gigantesca movilización de 100 mil personas convocadas por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, y repudiamos la participación directa o complicidad en esta operación de miembros de Organismos de Derechos Humanos de manifiesta y pública afinidad con el gobierno.

No nos sorprenden las acusaciones de "izquierda siniestra" vertidas por el ministro del interior, Aníbal Fernández, contra los organizadores del acto, reproduciendo el discurso que utilizó la dictadura para justificar el genocidio. Tampoco las declaraciones del tipo "...utilizaron la fecha y el dolor para politizar el acto”.

Si alguien quizo utilizar políticamente el dolor y aprovechar para lanzar consignas, fueron los que sepultan en el pasado las violaciones a los DDHH y propagandizan al gobierno silenciando sus crímenes cotidianos y avalando sus políticas de hambre y explotación. Lo cierto es que con estas políticas no existen los DDHH.

Como siempre hemos sostenido, el más digno e integro homenaje que podemos brindarle a todos los compañeros detenidos desaparecidos, es continuar la lucha por el país que ellos soñaron y por el que dieron la vida, una Argentina sin opresión, sin explotación y sin miseria. [Agregar comentarios]