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En un contexto de alza inflacionaria y de superavit fiscal record, el gobierno de Kirchner continúa el ahogo presupuestario para la educación y sigue profundizando la aplicación de la Ley de Educación Superior menemista. Pero para llevar a cabo estos planes, necesita de la complicidad del rector Gustavo Azpiazu y el conjunto de las autoridades de la Universidad Nacional de La Plata, que pretenden aprobar un presupuesto miserable y permitir la ingerencia de la justicia sobre la autonomía de la universidad. Para enfrentar esta política l@s estudiantes tomamos el Rectorado

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