La organización Meli Wixan Mapu lleva más de una década luchando para que el Estado chileno reconozca los derechos de su pueblo. Enrolada en el movimiento autonomista – que brega por la autonomía política y promueve la recuperación territorial –, a mediados de los ’90 se sumó a las protestas contra las empresas forestales en la VIII, IX y X Región. Actualmente pone sus esfuerzos en la promoción de su cultura en Santiago, la ciudad capital, y en la liberación de los 11 presos políticos mapuche. Sobre esta demanda, la llegada Michelle Bachelet a la presidencia del país, la relación con la sociedad chilena y las particularidades de la militancia en un ámbito urbano habló Adolfo Cárdenas, miembro de ‘la Meli’ que participó en Buenos Aires del Foro de Resistencia a los Agronegocios.
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