Julio López
está desaparecido
hace 6420 días
Género:   archivo por día | Archivo de destaques individuales | archivo semanal
Viernes 31 de Agosto de 2006 | Proyecto de Ley nacional

Educación sexual o las trampas de la fe

El 17 de agosto de este año, y con el debate de los derechos sexuales y reproductivos instalado en la sociedad por los pedidos de aborto de las jóvenes violadas en Mendoza y La Plata, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley sobre educación sexual en las escuelas con 168 votos a favor y uno en contra. Curiosamente, un proyecto que apenas unos meses antes generó tanta división en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, al punto que no pudo ser sancionado, recibe ahora media sanción a nivel nacional.

La pregunta que unx podría formularse es si repentinamente el Congreso está repleto de progresistas, o si la Iglesia Católica finalmente entró en razones. Pero como no creemos en milagros, nos parece que la explicación está en otro lado. La verdad es que hubo una negociación entre los diferentes bloques y el proyecto, que públicamente se presenta como progresista, es un proyecto que es funcional a los planteos de la Iglesia Católica, haciendo gala de ambigüedades como las que en su momento se utilizaron en la redacción de las Leyes de Educación (LFE y LES) hoy tan “cuestionadas” por este mismo gobierno, y cuyas consecuencias vivimos hoy.

Lo primero que sobresale del proyecto de ley es que en ningún lugar del texto hace mención del género. Toda la ley trata sobre educación sexual, pero no considera que la visión de género sea importante a la hora de determinar los contenidos de la educación sexual. “A los efectos de esta ley, entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos” (articulo 1). En este artículo está contenido todo el enfoque que lxs señorxs Diputadxs tienen de la educación sexual. Si se dice que la educación es integral pero no abarca la cuestión de género, lo que significa que el género no forma parte de la totalidad, lo que equivale a decir que no existe. Por otra parte, este artículo es ilustrativo por el orden de los aspectos que considera. Comienza con “aspectos biológicos”. Esto es una verdadera declaración de principios. Significa que la sexualidad se va a enseñar en función de la identidad biológica, lo que equivale a decir que las travestis, transexuales y transgéneros no existen. Dentro de la enumeración de los aspectos de la educación sexual, está el ético. Cabe preguntarse quién es el encargado de saber cuál es la ética que debe aplicarse. Por nuestra parte, consideramos que es la de la Iglesia Católica.

La Iglesia Católica es la gran ganadora de esta ley. Se creó a medida. Además de no tocarse la cuestión de género, el articulo 5 del Proyecto establece que: “Cada comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros”. Esto quiere decir literalmente que las escuelas católicas pueden dar lo que se les ocurra como educación sexual. Pueden seguir dando conocimientos falsos como los que vienen transmitiendo desde hace años como que el preservativo no protege del VIH-SIDA o los llamados métodos anticonceptivos naturales. Esto también quiere decir que van a poder seguir enseñando que ser homosexual o lesbiana esta mal, estigmatizando a miles de alumnxs gltttb que concurren a esas escuelas por imposición familiar.

La ley también se encarga de crear un Programa Nacional de Educación. Los objetivos de este programa están contenidos en el articulo 3. Entre ellos cabe destacar:
a) Incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas;
b) Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral;
c) Promover actitudes responsables ante la sexualidad;
d) Prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular;
Este artículo se caracteriza por la ambigüedad o, dicho de otro modo no dice nada. ¿Qué es la formación armónica y equilibrada de las personas? Tambien puede ser leído de manera progresista, en el sentido de que la persona gay, por ejemplo, viva en equilibrio con su sexualidad, pero también puede ser leído en el sentido reaccionario del equilibrio divino, o sea según los dogmas de la Iglesia Católica. ¿Quién establece cuales son los conocimientos pertinentes en el tema de educación sexual? Aquí hay una pista: en el párrafo anterior habla del “respeto a su ideario institucional”. ¿Qué es “actitud responsable ante la sexualidad”? Interpretado de manera progresista, podría ser cuidarse cuando se mantienen relaciones y cuidar a la otra persona, pero interpretado de acuerdo a la visión reaccionaria de la Iglesia podría considerarse que lo más responsable es no tener relaciones sexuales. En igual sentido va el inciso siguiente cuando habla de prevenir problemas reproductivos.

El articulo 6 de la propuesta, establece que se respeten y articulen los programas y actividades que las jurisdicciones tengan en aplicación al momento de la sanción de la presente ley. Esto quiere decir que las provincias que establecieron programas reaccionarios en cuanto a la educación sexual, deben ser respetados por la ley, o sea que no puede modificarlos. Ahora, la gran pregunta es cómo saber cuándo empezaron los programas de educación sexual en cada provincia. Cuando en un futuro, la lucha popular intente modificar la ley, le van a decir que estos proyectos ya estaban antes de la sanción de la ley y deben ser respetados.

El artículo 7 es el que le abre la puerta a los sectores más conservadores a la educación pública para que impongan su visión reaccionaria. Dice que debe haber “un diálogo sobre sus contenidos con distintos sectores del sistema educativo nacional” Esto quiere decir que la Iglesia, que tiene varias escuelas, va a participar de la elaboración de los programas de educación sexual. No es raro entonces, que esta ley finalmente se promueva. Y no lo es, porque está hecha a medida para el gobierno, que por un lado se dice progresista y que por el otro negocia y se somete a la Iglesia Católica.

El proyecto de ley no dice nada sobre la educación sexual y, peor aún, le da un marco legal a las prácticas conservadoras que quiere imponer la Iglesia, sobre todo a partir de la ausencia de la cuestión de género. El problema es que el día de mañana, cuando se quiera imponer una ley seria sobre el tema, va a resultar mucho más difícil porque ya va a haber una ley reciente, una ley profundamente reaccionaria pero que se dice progresista. De cualquier manera, progresistas o no, serias o graciosas, es poco lo que podemos esperar de las leyes. Nuestros derechos -lo sabemos- no se pelean en el parlamento burgués, allí donde Las leyes generalmente resultan ir por atrás de las necesidades y exigencias de las sociedades, y aparecer sólo cuando los movimientos sociales, a fuerza de arduas luchas, logran arrancarlas a parlamentarixs remolones, distraídxs u olvidadizxs. Y estas luchas, como siempre, no se dan en los recintos cerrados del poder. Las damos cotidianamente desde todas nuestras resistencias en los espacios públicos, en las calles, en los movimientos sociales y políticos, en las escuelas, en los hospitales, y en todos los lugares donde se van construyendo otros discursos, otras prácticas, y porqué no, otras maneras de vivir, definir y ejercer nuestra sexualidad.

Comentá esta editorial

Mas Información:

Género:   archivo por día | Archivo de destaques individuales | archivo semanal