Con la entrada de la PFP en la ciudad de Oaxaca se desataron enfrentamientos en los cuales numerosos activistas resultaron heridos, intoxicados por los gases, detenidos, torturados y desaparecidos por la PFP (Policía Federal Preventiva) que responde al gobierno que siembra el terrorismo de estado en tierras mexicanas. Luego de la represión a la movilización del pasado 25 de noviembre, empezó una cacería de manifestantes. Actualmente hay decenas de personas desaparecidas, decenas de domicilios particulares cateados, miles de personas escondidas sin poder ni protestar, ni salir a la calle por miedo a ser detenidos, todo eso además de los manifestantes asesinados y los cientos de presos y presas políticas a lo largo del conflicto.

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