A partir de hoy una gran cantidad de murgas empiezan a recorrer barrios contando sus historias. Empieza nuevamente ese momento del año en donde los de abajo buscan revancha, en donde la fiesta se vuelve subversiva. Aunque en muchos casos se busque reglamentarlo o comercializarlo, el carnaval suele mostrar siempre respuestas para seguir siendo una expresión popular y no un producto de atracción turística.

Mientras en algunos puntos del país conviven las tradiciones originarias de comparsas con corsódromos totalmente comercializados, en la Ciudad de Buenos Aires, hace unos años que el Gobierno -antes con Ibarra o De La Rúa y hoy con la actual “Actitud Telerman” -busca reglamentar los corsos porteños ofreciendo un circuito oficial que a cambio de unas monedas reglamenta y regula a la expresión de las murgas, imponiendo un circuito cerrado y elitista.

En respuesta, más de 35 murgas forman parte de un espacio de Murgas Independientes que cada año crece y que para este carnaval ya tiene más de 100 fechas confirmadas. El circuito independiente comienza esta noche con el corso en Lanús organizado por la murga Espíritu Cascabelero, el cual, por caprichos del intendente Quindimíl, se va a realizar sin permiso, a pesar de que la murga los viene realizando desde hace 7 años con el apoyo de sus vecinos, siempre en la Plaza Sarmiento (9 de Julio al 1900). Para este fin de semana también hay corsos en Lognschamps, en Ituzaingó, en la Villa 31, en Merlo y en Remedios de Escalada.

El próximo lunes 19 de febrero, las Murgas Independientes van a realizar la marcha, de Congreso a Plaza de Mayo, en reclamo por el feriado de carnaval que fue prohibido en 1976 por el gobierno militar. Además de ese reclamo, las murgas van a exigir que se acaben los hostigamientos a murgas y las prohibiciones de corsos, que se acabe la represión al arte independiente, justicia por los chicos de Cromagnón y la aparición con vida de Jorge Julio Lopez.

Ver mapa con fecha de los corsos