Aunque asentada en tierras que fueron reservadas por el Gobierno Nacional en el año 1899 para los sobrevivientes de la genocida "Campaña del Desierto", los atropellos contra esta comunidad Mapuche tiene una larga historia.

Como sucede con la gran mayoría de las comunidades del país, es permanentemente presionada a abandonar sus tierras por los terratenientes argentinos y extranjeros, que ostentan títulos ilegítimos obtenidos con la complicidad de los funcionarios locales.

En esta ocasión pesa en contra de una familia de la comunidad una orden de desalojo adoptada por el juez de Instrucción de Esquel, José Colabelli. Se trata del mismo que el último 2 de Octubre y a instancias de Benetton, ordenó el violento desalojo en el campo Santa Rosa, donde habitaba la familia Curiñanco.

El demandante es un terrateniente sirio-libanés de apellido El Khazen, que anteriormente había logrado cerrar un Comedor Comunitario que atendía a decenas de ancianos de la misma comunidad, por considerar que "invaden sus tierras".

La Comunidad Vuelta del Río, formada por 25 familias que sobreviven en precarias condiciones, advirtió en un comunicado que no permitirán ni un desalojo más y están convocando a otras comunidades para que se sumen a esta resistencia.

También en la Capital Federal se están realizando diversos encuentros con el fin de organizar algún tipo de presión desde aquí, en los cuales están participando, entre otros, distintos Movimientos Indígenas de la Ciudad y del Gran Buenos Aires.