Ayer desde las 7.30hs el cuerpo de Infantería de Policía Federal, desalojó violentamente a 300 familias en tierras del ex-ferrocarril Belgrano, entre la cancha de Huracán y la Estación Buenos Aires, en Parque Patricios. Las familias ocupaban un terreno del ONABE, organismo que gestiona tierras fiscales nacionales, principalmente ex-terrenos ferroviarios; funcionarios de este organismo proponían continuar más adelante con un diálogo mientras la policía destrozaba y prendía fuego las casillas de los vecinos.

El relato de los vecinos es familiar para quien viene frecuentando las distintas luchas por la vivienda de los últimos meses: "Esto era un cañaveral, nosotros lo limpiamos todo, si acá te podía pasar cualquier cosa". Cuando la policía llegá los chicos recien se habían ido a la escuela. Una madre lloraba en una asamblea, mientras contaba "cuando mis chicos vuelvan, van a encontrar todo destruido...".

Las tierras pertenecen al ONABE (Organismo Nacional Administrador de Bienes del Estado), con quienes los vecinos venían teniendo mesas de diálogo. Los funcionarios del ONABE prometieron reubicar a los vecinos si estos les entregaban un censo, que los vecinos estaban realizando por medio de una incipiente organización de delegados y con el apoyo de abogados del SERPAJ. Es por esto que los vecinos no se esperaban el desalojo. Sin embargo está claro que el operativo no fue improvisado. La orden de desalojo fue emitida por el Juzgado Nacional de primera instancia en lo Contencioso Administrativo Federal Nº 9, detrás de ese largo nombre se esconde la Jueza que decidió el destino de cientos de niños pero que no se animó a dar la cara. Su secretario, quien tampoco dio su nombre, declaraba que ellos sólo debían desalojar el predio y que no iban a negociar con nadie, dado que el derecho a la vivienda lo debía garantizar el Gobierno de la Ciudad y ellos sólo debían garantizar el derecho a la propiedad (al tiempo que destruían viviendas).

Se volvió a escuchar el mismo testimonio que en otras tomas: "Nosotros estamos acá porque necesitamos. Es muy difícil conseguir para alquilar, en los hoteles te cobran muy caro una piecita, no hay más lugar, y con chicos no te quieren alquilar. Te prometen un subsidio, pero después te lo sacan y te quedás en la calle. Si no, un terrenito en un lugar lejos de los trabajos, de la escuela de los chicos... a nosotros así no nos alcanza..." Para que bordea la desocupación y se arregla con changas y cartoneando, vivir en Capital no es un lujo, permite cubrir mínimamente las necesidades, tener trabajo para sobrevivir, escuela y hospitales para los chicos.

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