El jueves 23 de agosto se presento el informe “Muerte y Negación: Aborto Inseguro y Pobreza” de la Federación Internacional de Planificación de la Familia en Salón Arturo Illia, del Senado de la Nación. El trabajo plantea que la mayoría de las mujeres que mueren por abortos inseguros o quedan con lesiones severas son pobres y viven en países empobrecidos. Cada año 19 millones de mujeres se someten a abortos inseguros y el 13 por ciento de ellas mueren como consecuencia de esta practica. La existencia de leyes que consideran al aborto como un delito no sirven para impedir que estos se realicen sino que empujan a miles de mujeres a poner en riesgo su vida.

Para Carmen Barroso, Directora Regional de la Federación Internacional de Planificación de la Familia, Región del Hemisferio Occidental, “es impensando que un estado laico base la prohibición del aborto en una creencia religiosa. Las convicciones propias no deben influir en las políticas de Estado.”

“El aborto inseguro es causa y consecuencia de la pobreza”

La falta de recursos económicos limita el acceso a un buen nivel de salud sexual y reproductiva condenando, a las pobres, a no tener control para decidir sobre su sexualidad y sus embarazos. Todos los casos de mortalidad materna ocurren en países del tercer mundo, dejando al descubierto la brecha que existe en materia de salud entre las naciones del primer mundo y los países empobrecidos. De las 500.000 mujeres muertas anualmente las complicaciones derivadas de los abortos inseguros representan alrededor de 70.000.

Aborto inseguro y desigualdad de género

La pobreza que sume a muchas mujeres impidiéndoles tener control sobre su vida sexual sumado a pautas culturales, religiosas y la desigualdad de género, las deja en un estado de vulnerabilidad, abandono y exclusión social. Las jóvenes, adolescentes y niñas son el grupo más frágil ya que pueden ser expuestas a la coerción sexual, al abuso y a la explotación. El 50 por ciento de los asaltos sexuales en todo el mundo ocurren contra adolescentes de 15 años o menos.

Salud y aborto inseguro

Muchas mujeres pierden su vida cuando se practican un aborto inseguro. Muchas de estas mujeres son madres de otros hijos e hijas y son jefas de familia y su muerte afecta profundamente a sus seres queridos. Otras, las que no mueren sufren secuelas como sepsis, Anemia, Ruptura cervical, lesiones intestinales, perforación uterina etc. “Se ha permitido que un problema de salud publica, y que tiene una solución conocida, se convierta en un campo de muerte para las mujeres”(Fred Sai, asesor especial del Presidente de Ghana)

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