En
la mañana del jueves, la empresa Sancor - que es considerada
una de las principales referentes del movimiento cooperativo argentino
- permitió el ingreso al Centro de Distribución Rosario de un
grupo agresor de más de 200 personas que llegaron a Rosario
desde Buenos Aires en ocho colectivos bajo la dirección de integrantes
de la conducción nacional de la Asociación de Trabajadores de
la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA).
La seccional Rosario mantiene hace años profundas diferencias de
política gremial con la dirigencia nacional, cuya secretaría general
es ocupada en los últimos años por Héctor Ponce.
La patota fue directamente a buscar al secretario adjunto de ATILRA
Rosario, Ariel Chávez, que trabaja en esa planta, y lo encontraron
junto al cuerpo de delegados de Sancor. Ellos, que no superaban
las 20 personas, fueron cobardemente agredidos por el grupo de más
de 200.
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