En continuidad con las actividades de la semana pasada, siguen las movilizaciones y actividades contra las políticas del actual Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El día de ayer, a las 15:30hs, un conjunto de organizaciones que se vienen reuniendo en una Asamblea permanente contra los desalojos, concentró frente a la Administración de Bienes del Gobierno de la Ciudad, donde se presentó un petitorio por amenazas de desalojos, exigiendo que se acaben estos. La Asamblea permanente contra los desalojos es un espacio convocado por la Olla Popular de Gallardo y Corrientes, en el que participan otros espacios como integrantes del la Huerta Orgásmica, las ollas populares de Parque Patricios y Balbanera, Asambleas del Pueblo, Trivenchi, y otras. Se reúne los miércoles a las 19hs en la esquina de Gallardo y Corrientes.

Marta Gentile fue una de las tantas víctimas de los “desalojos PRO”, actualmente vive en situación de calle, siendo asistida por la Iglesia Santa Rita en algunas necesidades básicas de subsistencia. Primero fue desalojada de un Hotel en la calle Bolivia 4975, en Villa Pueyrredón, que fue arrasado por una topadora del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Desde el día 2 de enero, que periódicamente visita a Administración de bienes preguntando por los bienes que le fueron usurpados en otro espacio desalojado por También el Gobierno de la Ciudad. Después de aproximadamente 10 visitas, sigue sin recibir respuestas, y como si fuera poco le realizaron una denuncia por usurpación. Si tener previo conocimiento, Marta se encontró con la movilización a la Administración de Bienes por una problemática similar, y se sumó a los manifestantes y a la asamblea permanente contra los desalojos.

Por su parte, a las 18hs en el Hotel Bauen, se realizó la “Mateada contra los desalojos y represión en la Ciudad”, convocada por la legisladora Liliana Parada, en la cual participaron diversas organizaciones sociales y personas que fueron víctimas de estas políticas, ademas de la presencia de Pino Solanas. Esta iniciativa surge de la convicción que sólo a través de la organización es posible frenar la violencia represiva y las patotas de la UCEP.

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