"En la fábrica el patrón, en la casa el marido".

Se sabe, desde hace siglos las mujeres son víctimas de una doble opresión. Por un lado, son las encargadas "naturales" de resolver todo lo referente a los quehaceres cotidianos de la casa, el marido y lxs hijxs. Y por otro, cuando se ven enfrentadas a la necesidad de salir a trabajar, la opresión ya no es ejercida por el marido embanderado en esa "ley natural", sino por el patrón, macho también, y reproductor de las relaciones patriarcales y capitalistas de explotación. Relaciones que si ya se dan en el caso de los trabajadores, para las trabajadoras se agrava dada su condición de "sexo débil".

Y hasta aquí todo bien, a estas alturas nadie que se precie de haber cuestionado alguna vez las relaciones que se dan dentro del sistema patriarcal y capitalista, estaría en desacuerdo con esto. Pero en las últimas semanas, muchas y muchos, hemos estado pendientes del conflicto de Brukman y hemos tomado su condición de mujeres trabajadoras casi como una reivindicación aparte. Varias banderas feministas y progresistas se enarbolaron con orgullo tomando esto casi como un fenómeno. Y con sorpresa, nos dimos cuenta de que, ¡uy! eran mujeres, trabajadoras, obreras. Algo que es bastante lógico tratándose de una fábrica textil ("porque los hombres no cosen").

¿Es que no hubo, acaso, a lo largo de la historia muchas otras mujeres trabajando, luchando y hasta muriendo por el derecho a un intercambio digno? ¿O es que nos vemos frente al deber de reivindicarlas una y otra vez porque en realidad todavía no les dimos el valor que tienen?

Es un hecho que el lugar que ocupan las mujeres en la mayoría de los casos queda invisibilizado. Así toda su historia pierde continuidad. Por ello quizá, nos llama la atención que hoy cincuenta trabajadoras se enfrenten con fuerza al poder patronal.

Voces de entrevistas...

Frente a este proceso, se nos ocurre preguntarnos: ¿hubo cambios en su cotidianeidad ? ¿Su condición de madres y esposas se vio transformada? A partir de esto, lo que queremos cuestionarnos es si esta lucha, nueva para estas mujeres, traerá cambios concretos y reales en sus relaciones de vida.

Mas entrevistas:

Sobre las mujeres de Brukman + Brukman, por sus trabajadoras