Esta semana, una tormenta provocó inundaciones en Capital, Gran Buenos Aires y La Plata que hicieron colapsar el territorio, se cobraron más de medio centenar de muertos, y provocaron pérdidas inmensas para miles de familias; además, aún hay personas de paradero desconocido. Los gobernantes responsabilizaron desde el primer momento a otros gobernantes, pero de partidos contrarios, y unánimamente, al azar de la imprevisible metereología.

“Ya no se puede tolerar los comentarios perversos de funcionarios que le echan la culpa a la naturaleza” plantean desde el Foro Regional en defensa del Río de la Plata, la salud y el medio ambiente, y agregan “¿Se podrá hacer la lista de los responsables de las más de 50 muertes conocidas hasta el momento? ¿Se puede saber los responsables de los muertos de otros accidentes provocados por la avaricia y el deseo infinito de hacer plata que impera en este sistema en el que vivimos? Seguro que si”.

Para Mauricio Macri, se trató de una “tragedia climática”. El gobernador Daniel Scioli y la ministra Alicia Kirchner fueron repudiados por vecinos que lo perdieron todo, y la última respondió denunciando supuestos “agitadores” y “violentos”, en declaraciones más vinculadas con su pasado como funcionaria de la dictadura genocida que con el proclamado progresismo del gobierno actual.

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