Termina 1918. Los obreros de la metalúgica Vasena, en huelga, reclaman la jornada laboral de ocho horas, aumentos salariales y la reincorporación de trabajadores despedidos. Es época de violenta agitación obrera en respuesta a la despiadada explotación patronal, en tanto un Estado pretendidamente neutral, intenta jugar de componedor entre las partes. Sin embargo, el movimiento obrero crece, y se encuentra fuertemente organizado. Una de las organizaciones que núclea a gran parte del movimiento obrero es la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.) -fundada a principios de siglo-, que se encuentra dividida en dos orientaciones que irán acentuando sus diferencias en el transcurso del conflicto: por un lado, un sector llamado "sindicalista", más moderado y partidario de mantener la protesta dentro de las alternativas de la lucha gremial y por el otro, el sector anarquista, con un programa político de abierta confrontación con el capital y el Estado.

Al comenzar el nuevo año, la patronal corta el diálogo con los delegados obreros y, en cambio, lleva a un grupo de matones y rompehuelgas que atacan a tiros a los piquetes obreros que se mantienen en las inmediaciones de la fábrica. Interviene la policía y también la flamante Liga Patriótica Argentina, un grupo de choque formado por jóvenes de clase alta que bien podría tomarse como un antecedente de la Triple A. El 7 de Enero se producen 4 muertos y 40 heridos entre las filas obreras. En repudio a la matanza, la F.O.R.A. anarquista convoca inmediatamente a la huelga general. La F.O.R.A. sindicalista, empujada por lo hechos, se pliega a la huelga.

Un cortejo fúnebre recorre la ciudad parada el 9 de Enero. Más de cien mil personas acompañan hasta el cementerio a los cuerpos de los caídos en la represión del 7. Se producen escaramuzas y tumultos durante todo el recorrido. Al llegar a la Chacarita, mientras hablan los oradores, la policía parapetada tras los muros del cementerio dispara a mansalva sobre la multitud, provocando una cantidad de muertos y heridos difícil de precisar.

Pero el gobierno de Yrigoyen, al tiempo que envía a la policía a asesinar obreros, presiona a la patronal para que acepte las exigencias de los huelguistas, cuando lo que consigue, la F.O.R.A. sindicalista levanta la huelga el día 11, en tanto que el sector anarquista trata de profundizar la protesta obrera hasta que con el correr de los días la huelga va decayendo y, finalmente, es levantada.

Para recordar estos hechos y enlazarlos con el presente, este sábado 10 de Enero en el sur de la Ciudad de Buenos Aires se realizará la Sexta Marcha en recuerdo a la Semana Trágica. Para recorrer el barrio y señalar a los culpables que siguen impunes hoy. Y sobre todo, para hacer renacer esas consignas que alguna vez fueron un grito de guerra contra la explotación del capital y el Estado.

Convocatoria para marchar

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