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Las dos vertientes de la CTA, Autónoma y de los Trabajadores, convocaron a una movilización este jueves 2 en rechazo al veto de la Ley de Emergencia Ocupacional, conocida como ley antidespidos. Se sumaron varios gremios enrolados en las CGT, como La Bancaria, la Federación de aceiteros y desmotadores, quienes fueron los primeros en expresar su adhesión por fuera de las CTAs.
Otras organizaciones cegetistas en movilizar fueron los telefónicos del FOETRA, los obreros curtidores, los judiciales del SITRAJU, docentes privados del SADOP, los porteros del SUTERH, el Secasfpi (ANSES), las seccionales La Matanza y Quilmes de la UOM y la seccional porteña del SATSAID, entre otros. Agrupaciones sindicales, juntas internas y delegados vinculados al FIT movilizaron en una columna propia junto al SUTNA (neumático) y la Corriente Rompiendo Cadenas.
También marcharon cooperativas de trabajo, movimientos sociales y numerosas organizaciones kirchneristas, reuniendo alrededor de 40 mil asistentes bajo la intensa llovizna. Como ocurrió con la masiva movilización de docentes universitarios, la concentración fue mayormente ninguneada por el blindaje mediático del gobierno nacional.
La movilización ocupó el lugar vacío que dejó la total inacción de las tres CGT tras el veto macrista a la ley gestionada por las conducciones sindicales, pero al mismo tiempo mostró los límites de ambas CTA, en particular la conducida por Pablo Micheli, que pasa por una dura interna con la conducción nacional de ATE, que no marchó. Por su parte, además de movilizar, bancarios, aceiteros y el SUTNA realizaron contundentes medidas de fuerza durante la jornada.
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