Eran dos pibes jóvenes, trabajadores, y de barrios y vidas humildes. En ambos casos, los muchachos habían sido detenidos y llevados a la comisaría (por motivos distintos), lo cual significa que no estaban cumpliendo condena, sino privados momentáneamente de su libertad. Tanto en el caso de Gonzalo como en el de Maxi, la versión policial fue que la causa de la muerte había sido el suicidio. Sin embargo, los dos presentaban golpes cuando sus familiares fueron a reconocer sus cuerpos. A su vez, las familias de los pibes no creen que ninguno de los dos tuviera motivos para que terminarán con su vida. Por CORREPI. Más información en Indymedia Derechos Humanos |