El "gradualismo" está agotado y el gobierno se encontraba en un punto –como lo fue 1976, 1989/91 o 2001- en que debe aplicar un fuerte ajuste para poder relanzar el proceso de acumulación de capitales. Pero la situación política no es la misma que en aquellos años –no hay un gobierno militar, no se sale de una hiperinflación como en tiempos de Alfonsín, tampoco es el descalabro de la convertibilidad que dejó De La Rúa- y han sido las resistencias sociales al ajuste las que impusieron el gradualismo y éste llegó a sus límites. El acuerdo con el FMI viene a destrabar por derecha esta situación. Por Eduardo Lucita. Más información en Indymedia Trabajadoras/es |