Argentina estaba sumida en una gran crisis económica. Eduardo Duhalde era presidente elegido por la Asamblea Legislativa, el 2 de enero de 2002. La desocupación golpeaba a la mayoría de los hogares, mientras la pobreza avanzaba descarnada sobre los sectores más vulnerables. En ese contexto social convulsionado desaparecía Marita, un 3 de abril de 2002. Ella iba al hospital a realizarse un estudio medico y nunca más volvió.
Con la certeza de que Marita no se había ido por propia voluntad su madre, Susana Trimarco, dio comienzo a su búsqueda. Ya se había cumplido un poco más de un año de la desaparición de Marita y la causa continuaba estancada. Sin embargo la incasable lucha de Susana, consiguió liberar -en un primer momento- al menos a 65 mujeres obligadas a prostituirse.
A esas alturas, la familia Verón, tenía la certeza que Marita había sido introducida a una red mafiosa de trata de personas con fines de explotación sexual. También había testigos que vieron cuando Marita era obligada a subirse a un auto. Articulo Completo