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MAS SOBRE EL FALLIDO MOVIMIENTO ASAMBLEARIO
Por M. FERNANDA - Sunday, Oct. 05, 2003 at 3:59 PM

REFEXIONES DE ASAMBLEISTA SOBRE UNA ASAMBLEA

MAS SOBRE REFLEXIONES EN EL MOVIMIENTO ASAMBLEARIO
Y LAS ASAMBLEAS EN PARTICULAR



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Contribución a la autocrítica luego de un año......

Critica constructiva a futuro.
Para analizar algunos métodos.
Preguntas y discusiones pendientes.

Ante la ausencia de critica y la paulatina debilitación del espacio.



Mas allá de la polémica sobre que se gano del 20 de diciembre de 2002 hasta hoy, cantidad, organización, concientización etc, etc, y de los factores sociales que pudieron haberlo desencadenado, ¿Hambre? ¿Corralito? ¿Estrategia del PJ sobre la alianza?, digo, mas allá de esta discusión necesaria encuentro que hoy las asambleas están compuestas en su mayoría por diez o veinte vecinos cada una, y que en muchas ni siquiera a pesar del exiguo numero de integrantes se pueden delinear objetivos del todo claros. Quiero hablar sobre los errores internos que atrofiaron el desarrollo de, al menos, la asamblea en la cual yo participaba. En el 2002, allá por junio y julio, y con la entrada de los primeros fríos, muchos asambleístas comenzaron a preguntarse hacia donde iba el movimiento asambleario. Esto quería decir que la efervescencia que había despertado el “19 y 20” comenzaba a quedar atrás para muchos; cansancio, trabajo, estudio...., una fiesta......., etc: en la tabla de prioridades personales la tarea de cumplir con la organización quedo cada vez mas relegada a los últimos puestos y con el tiempo se fue viendo quien era cada uno......


LA “ASAMBLEA” ¿DÓNDE VA? NADIE LO SABE AUN.

En esta asamblea alguien se paraba y hacia maquinalmente la pregunta “¿Hacia donde van las asambleas?” cuya respuesta se disolvía en el aire para dar paso a otros temas. Esa interrogación acerca de un posible futuro fue a lo máximo que se llegó en cuanto a planteo del futuro y fines de las asambleas populares y ni siquiera a nadie le importaba responderlo seriamente.
Quienes realmente se ocupaban del espacio para que este no deviniera en un grupo pequeño e incapaz de llevar ningún proyecto adelante plantearon las preguntas mucho mas responsables y puntuales como ¿Hacia donde queremos nosotros llevar esta asamblea?, ¿Cuáles son los objetivos hacia donde queremos apuntar?, ¿Cuál es nuestra ideología, nuestro “conjunto de ideas”?, nunca jamás se aceptó discutirlas minimamente y cuando alguien, tímido e ingenuo lo hizo otros temas mas apremiantes y desesperados cambios de conversación olvidaron estas preguntitas que nunca, hasta hoy han obtenido una respuesta puntual. Alguien una vez dijo puerilmente que con estar en contra de Menem y del F.M.I era ya suficiente acuerdo dando por sentado que esto ya creaba una importante base común sobre la cual trabajar y dirigir las acciones.
Mentira. Las encendidas discusiones posteriores y el fraccionamiento del espacio desmintieron esta postura falsa que tendía a ocultar el apoyo a Duhalde y a kirchner que muchos estatales daban sin decirlo en la asamblea. Esta minimalización del problema de la dirección y la coyuntura tendía a zanjar el problema de las diferentes posturas políticas que lidiaban en el espacio, “solo estar contra Menem no bastaba, ya que dentro de ese campo estaban los que querían ir con Duhalde, los que Amaban a Aníbal Ibarra y los que querían luchar contra el estado aduciendo que la crisis era estructural y que estábamos viviendo los azotes de el sistema capitalista.
Estaban quienes luchaban contra el capitalismo salvaje, es decir los capitalistas y estaban también los anticapitalistas, esa era la gran lindea divisoria que atravesaba la asamblea.
La crisis se solucionaría sacando a Menem y poniendo a Duhalde, sacando a Duhalde y poniendo a Carrió o a Kirchner? Este debate trataba de esquivarse con frases tales como “Todos contra Menem y nada mas”. Por otra parte, Menem ya era un cadáver político, un fantasma.
¿Pero entonces, que sucede cuando estos saldos quedan pendientes? Cuando no hay dirección ni acuerdos políticos? Las organizaciones mueren mas tarde o mas temprano de inanición o falta de objetivos a largo y mediano plazo.
Por ejemplo, y sigo remitiéndome a la asamblea de la cual participaba, las acciones a corto plazo que se realizaron no tuvieron un basamento o un pensamiento mas allá de si mismas, y por eso nunca se las pudo diferenciar o despegar de la acción inocua de un club de barrio o escuela primaria, pese a que pudo haber buenas voluntades trabajando arduamente para realizarlas. La pregunta “¿Para que?” “¿Contribuye esto con nuestros fines?” frente a cada acción, nunca tuvo respuesta. Eso hacia delante. Hacia atrás, las preguntas ¿Responde lo que hacemos al espíritu o la lucha de aquel 20 de diciembre a la tarde? ¿Se condice esto con algún ánimo de cambio, respecto a una determinada ideología, respecto a la sociedad? tampoco fueron expuestas no se porque causas. Algunos que decían tener las respuestas solo se limitaron a reír y a mofarse de los asambleístas, pero no confrontaron nunca, es decir, no pudieron llevar a la practica sus posturas. Otros que quisieron hacerlo se quedaron solos “sin apoyo concreto” de los que decían ser sus compañeros.
Creo que en un momento la asamblea se quedo sin “enemigos” desde la política, no encontró objetivos para saber contra quienes pelear, llegando solo a encontrarlos en los grupos de izquierda, o peor aun, los encontró en las personas que, sin siquiera tener una militancia partidaria, tenían un pensamiento de izquierda. Y atacaban al gobierno “progre” de Aníbal Ibarra. La clase media, que en las elecciones pasadas termino de definirse, de sacarse la careta del “cacerolero”, no encontró reivindicaciones concretas, explotando entonces sus peores prejuicios hacia la izquierda., En un momento dado parecía que el único enemigo contra el que había que pelear era la izquierda, aunque parezca mentira..... fue así.

CUESTION DE OBJETIVOS.

Si existe o existió un espíritu de cambio la pregunta por el objetivo y la dirección nueva a seguir tendría que haber sido central, y una organización que nunca la discute fuertemente quedará finalmente reproduciendo lo mismo que otro sistema mas poderoso y con mayor dominio para controlar y hegemonizar el pensamiento decide.
Esta “organización” hará esfuerzos momentáneos que se agotarán en si mismos junto a las acciones cortas que realice, o solo podrá actuar por reflejo únicamente frente a agentes exógenos momentáneos. Una vez alejados en el tiempo estos factores efímeros todo volverá a encausarse tranquilamente a lo que venía dado anteriormente. Puede dentro de esta asamblea ocurría mucho de eso..... La situación económica mejora un poco y no queda nada, porque no hay objetivos trazados que cumplir, y tampoco hay una definición política clara y precisa que justifique para que se esta trabajando porque se “existe”.
¿Alguien llegó a entender el problema de los fines y los medios para alcanzarlos?
En la asamblea que participaba parecía como si se hubiese tomado la vieja forma asamblearia como un fin en si misma; como el “propósito” que ya había sido cumplido apenas comenzó.
Nunca “quisieron” entender del todo que la forma asamblearia es una herramienta para lograr otros objetivos un poco más ambiciosos que la forma en si misma, pero para entender esto tendrían que haber dejado de ser reaccionarios, ya que muchos entendían pero usaban estos silogismos para “trabar” el desarrollo de la asamblea..... y lo consiguieron. Decian que la izquierda partidaria pone el partido como fin.... pero esta gente ponía la asamblea como fin y no como medio, repitiendo lo mismo que criticaban.
Esto, explica el porque de alguna manera nunca se plantearon las preguntas arriba descriptas. La frase que en algún momento escuché de un vecino: “Lo mas importante es que estamos reunidos hablando entre nosotros” puedo traducirla sin dar muchas vueltas como “Es suficiente que ya estemos reunidos hablando entre nosotros” O sea que en ultima instancia y siendo uno un poco malo podría decir que se trata solo de una cuestión de miras.
Pero ¿Cuánto puede vivir una herramienta planteada como un fin en si? ¿Entonces cuales serían los mecanismos que la harían crecer y avanzar? No se me ocurren.
Algunas personas se enarbolaron infantilmente en el concepto de novedad y singularidad para negar la historia. “Somos algo nuevo, esto es una forma espontánea ¿por qué repetir viejos esquemas?” señalaban. ¿Que se quiere vedar con este tipo de frases huecas? Quizás se quería dar a entender que uno se desentiende de lo que otros han pensado anteriormente; acaso aya todavía algún miedo en asumir alguna hecho reciente de este país.... parecía que la historia de las luchas obreras y populares habían caído también con De La Rua, no había historia.
Escuché esta frase de gente ya grande y la interprete siempre como algo negador del futuro y del pasado. Como una frase sin fundamentos ni perspectivas que quiere ser únicamente en el presente, porque más allá no puede pensar. Como una máxima negadora de toda actitud proyectual tendiente a no recoger o a asumir el bagaje de ninguna ideología comprometida en la lucha contra este sistema. Esta frase lanzada una y otra vez contra los mejores y bien intencionados argumentos constructivos se convirtió en algo realmente desconcertante.

ESPACIO CERRADO. “NO PASAR”

Otro problema que nunca se quiso ver ni discutir fue el de la apertura de la organización respecto de otras, la actitud frente a los demás sectores en lucha, ya sean movimientos, partidos de izquierda, grupos piqueteros combativos u otras asambleas vecinas o no. Esto es elemental ya que, otra obviedad, aisladamente no se puede sobrevivir ni crecer, del mismo modo que no se puede avanzar sin poseer un referente con mas historia en el campo en el cual uno se quiere mover. No digo que estos referentes no existiesen en la mente de cada uno de los que participan en la asamblea, digo, que nunca se discutió y acordó mínimamente sobre el tema. Todo esto en nombre de la “diversidad”, del “Que todo fluya hacia cualquier parte” y “Que venga de todo de cualquier parte”, premisas que finalmente hacen que todo se termine perdiendo en el aire como una caña voladora sin mástil, y que la conclusión sea el dramático panorama actual de muchas asambleas, incluyendo, por supuesto aquella en la que yo participaba. Éxodo de personas, falta de objetivos y proyectos sustentables, aislamiento.... y la asambleas se reunía a charlar sobre lo que decía clarín o algún que otro medio oficial,

UNIDAD A LO BOBO?

El discurso de la “unidad” siguió abonando estas posturas dispersas y equivocas. Se planteaba la unidad, pero la unidad en abstracto.
“Todos debemos unirnos”, decían.
La ausencia de objetivos e ideología impedía establecer que significaba esta pedida “unidad” y en ningún momento se discutió hasta que punto podía llegar a ser un avance o un retroceso este aspecto no discutido. La unidad a lo bobo y el hacer a lo bobo no conducen finalmente a ningún lugar, o conducen a la conclusión de que se ha trabajado mucho para finalmente terminar no arribando a ningún sitio. Después de todo hablaban de la unión pero fueron los primeros en amonestar a otras asambleas, partidos o movimientos a favor de posturas “cuasi oficialistas”

DESPRENDERSE DE LA JERGA CONTESTATARIA: LA COMODIDAD

Volviendo a mi asamblea, y sin ínfulas de seguir generalizando tomando algunos otros casos que conozco, para el mes de agosto algunos asambleístas comenzaron a discutir si seguir con la consigan “Que se vayan todos!”, es decir, si seguir conservando algo de lo que surgió el 20 de diciembre, y si era necesario y hasta saludable seguir con un “Espíritu de ruptura”, si es que alguna vez la organización lo había tenido. Esto se debió a varios factores; en principio que muchas instituciones del gobierno comenzaron a introducirse subrepticiamente entre los pliegues del cerebro de varios asambleístas, a través de proyectos conjuntos, a través de apoyo indirecto pero apoyo al fin, a través de alguna persona concreta ingresando tímidamente en la organización con la cabeza llena de “buenas ideas”, llena de proyectos que prometían un escueto bienestar a varios miembros del grupo tentándolos con “trabajo” una vez consumados dichos proyectos gubernamentales. Este apego, del cual muchos asambleístas han sido patrocinadores y hasta vivos alentadores, llevó a la conclusión reaccionaria no explicitada de que “No se puede pedir que se vayan las personas a las cuales les estamos pidiendo y, además, nos quieren ayudar”, descartándose, nuevamente otra discusión capital, a saber, si vamos a aceptar sumisamente y con guiños de camaradería ayuda del gobierno. Sin embargo, la crisis que esto desató en el “Que se vayan todos” y su potencial abandono sí fue señalada de forma concluyente sugiriendo alguien abandonar definitivamente la consigna. El gobierno paso a hacer entonces, solo cinco meses después del 19 y 20 de diciembre, un amigo. Una institución que estaba ahí y que nos pertenecía, por lo tanto, por ser una institución que usaba “Nuestros impuestos bien pagados” nos pertenecía y debíamos hacer uso de él, “no atentar contra el”
Así, el Gobierno de la Ciudad, a través de sus tentáculos barriales, los C.G.P, paso a ser ese amigo siempre presto a tendernos una mano cuando la necesitáramos. Esta postura dividió las aguas en la asamblea, entre los que luchaban contra la burocracia y el robo legal del estado y quienes defendían al estado y a las estructuras premoldeadas del gobierno de, en este caso, Aníbal Ibarra. De esta forma el pedido de “que se vayan todos” fue “criminalizado” por el grupo reaccionario de la asamblea, explicándole a todos los vecinos que se trataba de consignas partidarias de la enemiga “izquierda” que nada tenían que ver con el imaginario vecinal que mas bien debía ocuparse de gestionar junto al CGP mejoras para el barrio y la placita ya que, “El estado somos todos” Las mismas personas protestaron en cierta ocasión contra la frase “terrorismo de estado en los 70” sosteniendo que el terrorismo había sido “para estatal” (¿?) De esta forma el grupo mas reaccionario fue blanqueándose en gente vinculada a los CGP del gobierno, militantes de ATE defensores del estado nacional, y gente vinculada a gremios de CTA.


HORIZONTALIDAD , VERTICALISMO, Delegación COMODIDAD VECINAL.

La “Horizontalidad” fue otro ensayo malogrado. Solo me voy a remitir a un aspecto de esa cuestión. Muchos han dicho en reiteradas asambleas “Aquí hay absoluta horizontalidad, nadie esta por encima del otro” ¿Con esto querían decir que las decisiones, las responsabilidades y el trabajo eran en conjunto, compartidos?
No. En la practica y mas allá de la frase anterior la realidad fue bien diferente. En las decisiones se hacía pesar el significado de esta “horizontalidad”, pero no así a la hora de las responsabilidades y sobre todo del trabajo. En los dos últimos campos comenzaba la delegación y aparecían los inocentes “malentendidos”. Así, las personas que mas trabajaban fueron acusadas de “Creerse dueñas del espacio” en varias oportunidades. La gente, no muy activa, que señalaba de esta forma a algunos asambleístas bien sabía que en la delegación de un trabajo y una responsabilidad también delegaban algo de autoridad en la otra persona sin quererlo. No soportaron esto, pero tampoco se activaron de alguna manera para que esta delegación acomodaticia y natural siguiera progresando.
En vez de postular pensar entre todos métodos de control y de participación conjunta prefirieron acusar desde la asamblea a los que durante la semana trabajaban en las acciones concretas y hasta se llegó a amonestar a la persona que tenía una actitud “Militante” mas allá de que trabajase o no para sus fines, aludiendo que las practicas militantes “ya se habían ensayado en los 70” (¿?).
La horizontalidad que ellos propagaban es difícil y requiere sobre todo de un trabajo en conjunto para que se pueda mantener sin que sufra desequilibrios ¿Alguien estuvo dispuesto a realizar ese trabajo? No lo creo, pero también se puede analizar en asamblea porque algunos han decidido ser pasivos en el esfuerzo y tajantes en el discurso. Entonces, lo que se hace es delegar a la hora del trabajo y la responsabilidad, y se levanta la bandera de la horizontalidad a la hora de hablar o tomar decisiones. Así, cuando algo salió mal, los compañeros “horizontales” siempre pidieron explicaciones a las mismas personas incluso en cuestiones cuya responsabilidad atañía a todo el conjunto ¿Cómo se explica? Si se habla de horizontalidad no se pueden delegar responsabilidades ni trabajo. En ocasiones los errores se le endosaban de parte de los mas inactivos a los mas activos, quienes pretendían de alguna manera tener la mesa servida a punto cada sábado en la asamblea. La asamblea se convertía entonces en una charla sabatina en la que cada tanto aparecían vecinos a cuestionar las acciones de los que trabajaban todas la semana.
Los que hablaban elocuentemente de la horizontalidad, sin saberlo, trabajaban para quebrarla ya que para deshacer algo a veces no hace falta trabajar en contra sino que hace falta simplemente no trabajar.

CRECER CON ACUERDOS, ALGO QUE MOLESTA

Otra cuestión significativa es el crecimiento en calidad y cantidad de la organización. Esto es difícil cuando no se tienen objetivos y un pensamiento conjunto, pero mas difícil es cuando las personas que integran la organización no se proponen trabajar para eso en algún sentido. Si bien la pluralidad de pensamiento y las diferencias ideológicas han sido naturales y necesarias en una organización espontánea surgida dentro de un fenómeno social reciente y confuso como lo que sucedió el 20 de diciembre de 2002; con el tiempo, y en virtud de sucesivas discusiones y acuerdos, las incompatibilidades mas grabes debieron irse superando de la mejor forma posible, si es que existe una forma, y si no, en ese sentido se podría haber pensado un poco siendo esta una de las discusiones centrales del espacio.

UNA PEQUEñA CARACTERIZACION:
Se forma un grupo de personas ( en este caso se lo llama asamblea), las personas que lo integran se conocen y con el tiempo algunas se hacen amigas; en virtud de esa amistad, y para seguirla manteniendo, comienzan a negarse o callar discusiones importantes y se evita la confrontación de ideas a favor de la conservación del buen clima, clima formado por la aparición de otros intereses y formas de “relación” entre los asambleístas... El grupo se cerró en si mismo como “un grupo de conocidos y amigos” suficiente en si mismo. Se atranca la puerta virtual del espacio. Comienzan los prejuicios sectarios traducidos en frases tales como “Que a nadie se le ocurra señalar defectos de esta asamblea, criticarla por afuera, etc” “Este grupo es perfecto, no así todos los que lo rodean”. Este no ver los defectos propios desencadenó una suerte de nacionalismo asambleario que ha negado e impedido analizar defectos para corregirlos. Particularmente, en cierta ocasión, se le dijo a un asambleísta que realizo una autocritica que “no podía desconfiar de un integrante de su asamblea a favor del de otra”. Traducido esto seria “Los de adentro son buenos, los de afuera son malos” Esto sucede cuando un núcleo de personas se cierra en si mismo. No por coincidencia todos los que apoyaba este tipo de razonamientos eran férreos nacionalistas y se desgarraban las vestiduras hablando de la soberanía nacional.
En esta asamblea se debía pedir permiso para señalar alguna que otra actitud extraña que anduvo por ahí regando encantos, solo porque esta actitud provenía de alguien que había estado en la misma asamblea.
Eso, ¿no se llama sectarismo?

ABANDONO DE LAS FORMAS DEMOCRATICAS

Otro de los males que suscitó convertirse en un grupo cerrado en detrimento de algo abierto fue el progresivo abandono de la forma democrática y las responsabilidades que impone una asamblea. Esto le siguió poniendo trabas a la incorporación de posibles nuevos integrantes. Las consecuencias de esto fueron muchas, por ejemplo, el no respeto mínimo de un horario para el comienzo y el termino de las reuniones, todo esto en nombre de “no queremos estructuras”. La asamblea era convocada para las cinco y media y la primera gente llegaba a las seis para comenzar a las siete. Esto no era problema para los que ya se conocían, pero si alguien se acercaba por primera vez a la asamblea se encontraba con un escenario desolador.
Las listas de oradores se abandonaron en muchas asambleas; en ciertas ocasiones estallaban latosos monólogos de quince minutos de parte de alguna vecina, parando ésta cuando consideraba que había dicho todo y ante la mirada perpleja de algunos, esta vecina, que por otra parte se encargaba de pasar las noticias gubernamentales que bajaba desde el CGP en la asamblea no quería que la corten porque “era autoritario” y “no quería estructuras”.
También aparecieron las conversaciones personalizadas y puntualmente dirigidas, lo que trabó la integración de nueva gente que no pudo encontrar canales adecuados a través de los cuales integrarse y produjo el hartazgo de otros. Estas discusiones se generaban por la falta de costumbre de muchos integrantes de participar en asambleas democráticas. La intolerancia de algunas personas traducida en no querer abrir canales de discusión ni querer discutir hizo que se fueran del espacio sin poder saldar ni asumir las diferencias abandonando el lugar por mantener solo diferencias individuales con una o dos personas y dejando al “conjunto” librado a su suerte. La salida de mucha gente se debió solo a “un capricho personal” y no a una decisión política de fondo, muchos se fueron por no soportar a el compañero que pensaba diferente, ya que ellos no querían ni que hablen en la asamblea o no querían que se vayan directamente y cuando se fueron uno de los requisitos para volver a integrar la asamblea era que los compañeros que pensaban diferente se retiraran. Así de democráticos eran algunos compañeros que, por otra parte decían tener una militancia gremial.
Así aparecieron las intrigas, las reuniones fantasmas. Se tergiversaron temas, se modificaron mandatos de forma mal intencionada, se pateaban asuntos para el final del temario, en fin, todo tipo de jugadas sucias y deshonestas para con el espacio y sus integrantes. Empezaron con comisiones para terminar sin comisiones pero con reuniones “fantasmas” como les decía otro compañero, en cuyo ceno no entraba cualquier integrante de la asamblea.... solo los elegidos, y cuyo fin era “desactivar a algunos compañeros que tenían una ideología diferente” Con el tiempo estas reuniones fantasmas terminaron teniendo mas importancia para algunos que la propia asamblea, a la cual muchos ni iban o mandaban siempre a “un informante” para que les contara de que se hablaba o si todavía estaban llendo “los que pensaban diferente”, manteniéndose en las sombras y a la espera del primer signo de quiebre o debilitamiento de los que estaban militando para volver y “copar la banca” Esto lo sabíamos muchos compañeros que militábamos en la asamblea y que mientras estos personajes se movían con estos criterios, íbamos casi solos, a las marchas o a apoyar los planes de lucha con la bandera de la asamblea.
Esto, sumado a la falta de objetivos y la no tenencia de un proyecto perdurable en el tiempo contribuyó, desde adentro, a que el desarrollo cuantitativo y cualitativo de la organización se atrofiara calamitosamente y a que el espacio fuese cada vez menos democrático.
En la asamblea que yo participaba siempre fueron pocos compañeros los que tuvieron la inquietud de ensanchar el espacio y enriquecerlo con la entrada de nuevas subjetividades. Muchos “compas” nacionalistas no querían que entrara nueva gente ya que se sentían amenazados y molestos si eso sucedía. En una triste asamblea en la que fuimos solo 8 personas y por estar tratándose temas como “El Tarifazo de las privatizadas” (¿?), tema evasivo de los verdaderos problemas del grupo, me atreví a decir que seria mas importante hablar sobre nosotros, sobre lo que nos pasa, sobre porque éramos tan pocos. A nadie parecía quitarle el sueño esto y hasta me respondieron que éramos pocos para tratar el tema que planteaba, que debíamos hacerlo cuando fuésemos más ( y no me lo dijeron en broma, aunque parezca). Por supuesto cuando fuimos algunos más nunca se hablo de la cuestión.
¿Para que crecer si así estábamos bien?
¿No éramos suficientes?
Una de las formas para romper con el clima hermético que mas tarde o mas temprano generaría discusiones ciegas y rumores mal intencionados era la de acercar gente nueva como una forma de infundir oxigeno y nuevos puntos de vista que, podrían llegar a superar viejas discusiones ya polarizadas y derivadas en aspectos personales producto de la demasiada cercanía sin sentido y objetivos de algunos asambleístas. La gente nueva, a parte de aportar ideas y trabajo, rompe las discusiones quasi familiares que se generan en un grupo cerrado, por lo tanto el trabajo por hacer crecer el espacio debería ser continuo. Un trabajo en si mismo y un propósito puesto como valor agregado a cada labor de la organización.
Esta crítica o autocrítica que humildemente hago a esta asamblea debería ser tomada por el espacio o, por lo menos, por las personas que estando dentro de la asamblea minimamente quieren que cambie.
Debería a mi juicio abandonarse el horror a la crítica y la discusión que se posee, pero no pretendo tampoco aleccionar a personas que manifiestamente no quieren cambiar algo cambiándose a si mismas respecto a la organización. Individuos que se encuentran a gusto con una reunión sabatina que pocos resultados tiene en lo concreto, que no produce absolutamente nada.
( Cuando digo pocos no me refiero a la cantidad sino a la calidad de los mismos y a la forma que estos se orientaron ).
Hoy el espacio “asambleario” al que me refiero esta atrofiado y con un mínimo de personas, sin definición política manifiesta, sin objetivos y sin llevar adelante ninguna acción concreta hace mucho tiempo sobre todo luego de los resultados que arrojaron las elecciones de abril, lamentablemente es así.
Me centré en los problemas hacia adentro, en las actitudes de los integrantes y no tanto en factores exógenos que considero también importantes en lo que respecta al deterioro de algunas asambleas. Esperemos que haya mas criticas al espacio ya que si se quiere hacer de este algo medianamente valedero debemos afrontar, aunque algunos puerilmente no quieran, todas estas discusiones.

Espero que esto, aunque desprolijo, aporte al debate sobre las asambleas es solo mi punto de vista.

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