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Kirchner quiere un pacto con Bush
Por po - Friday, Nov. 04, 2005 at 2:58 AM

Kirchner quiere un pacto con Bush

Según la información de tapa de Clarín, Kirchner ha decidido la política del gobierno argentino frente a la Cumbre de los Presidentes. Pedirá apoyo a Bush para negociar un acuerdo con el FMI “menos exigente”, a cambio de allanarse a definiciones políticas exigidas por el imperialismo norteamericano, tales como “incluir una mención al Alca (Area de Libre Comercio para las Américas) en el documento final de la Cumbre” y acompañar a EEUU en “su política para aislar al venezolano Hugo Chávez y en la lucha antiterrorista y contra el narcolavado” (Clarín, 1/11).

Mar del Plata puede ser, de este modo, el escenario de un acto mayor de hipocresía. Mientras la Cumbre de los Pueblos –convocada por la CTA y el Encuentro de Rosario y auspiciada por el gobierno– se desgañite contra Bush y el Alca, el mismo gobierno volcará sus mejores esfuerzos en un pacto político con el genocida, en mayores concesiones para lograr... un acuerdo con el Fondo Monetario. En realidad, es más de lo mismo porque el gobierno K fue pionero en el envío de tropas a Haití, actuó codo a codo con Lula en el sofocamiento de la revolución en Bolivia y del reclamo de su pueblo por la nacionalización del petróleo, sostuvo al presidente brasileño, cabeza de un régimen “modelo” para el FMI en medio de la crisis del PT y produjo un “punto de inflexión, menos público y menos notorio” que es “haber demostrado la intención de contener los afanes bolivarianos de Hugo Chávez”. Días atrás, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos elevó a la categoría de máxima seguridad el aeropuerto de Ezeiza, signo de su control absoluto sobre los cielos del país.

Antes todavía, el Departamento de Estado había saludado el apoyo del gobierno argentino en “operaciones contra el terrorismo y el narcotráfico”.

Por todo esto, La Nación señala que en Mar del Plata, Kirchner no será “ni el orador vehemente de la campaña electoral ni el pionero de una cruzada contra el FMI”, signo de una etapa en la que “la relación bilateral comenzó a encarrilarse” (28/10). Finalmente, incluya o no a la mención del Alca, el texto que firmará Kirchner junto al resto de presidentes es una legitimación de la deuda externa y un compromiso en la cruzada imperialista contra el “terrorismo” en Irak o Afganistán (“tomaremos todas las medidas necesarias para prevenir y combatir el terrorismo y su financiación”, dice el texto en su parte ya acordada).

“La verdad es que (la Contra Cumbre) nos viene bien. Contiene y canaliza a los opositores a la Cumbre”

La definición, en boca de un “alto funcionario del gobierno nacional”, presumiblemente Aníbal Fernández (Página/12, 30/10), ahorra comentarios.

El gobierno de K, a diferencia de sus pares internacionales en otras Cumbres, ha creado un escenario ideal. Es anfitrión de los presidentes y, a la vez, mentor de una oposición falsa a la propia Cumbre, que no promueve lucha antiimperialista alguna, preserva políticamente a los actuales inquilinos de la Casa Rosada y tiene por función vaciar o diluir toda movilización genuina contra la invasión de Irak, el pago de la deuda, la presencia de la tropas en Haití o el vínculo con el FMI.

Con transporte e instalaciones asignadas, incluyendo el Estadio Mundialista, la Contra Cumbre de discursos culminará en el acto que el 4 de noviembre congregará a Hugo Chávez, Hebe de Bonafini, Miguel Bonasso, Luis D’Elía y representantes de Barrios de Pie. El presidente venezolano, antes de esto, ha firmado la asociación con Enarsa, que abre la puerta a los consorcios privados, para apoderarse del petróleo de la plataforma continental.

La colonización de la Cumbre de los Pueblos por el gobierno ha abierto una crisis en sus propias filas. Hasta el momento de escribir estas líneas, entre los convocantes a la Contra Cumbre (CTA, Encuentro de Rosario, de hecho, el gobierno) “no había consenso sobre cómo será el repudio” (a Bush) (Clarín, 1/11). El impasse ha abierto una crisis –Pérez Esquivel ha salido a atacar a Maradona como punta de lanza de un operativo de copamiento oficial.

La Cumbre de los Pueblos dice pronunciarse contra la “militarización, el cercenamiento de las democracias”, “el Alca, los tratados de libre comercio”. Pero en la convocatoria oficial del evento no hubo referencias a la invasión norteamericana a Irak o Afganistán. El paro nacional llamado por la CTA no fue un ariete para reclamar su cumplimiento efectivo en cada sindicato, y cede paso, cada hora que pasa, a un “banderazo”. Es decir no existe el menor propósito de organizar una movilización antiimperialista que actúe sobre la propia crisis política norteamericana y enjuicie al gobierno impostor que ha pagado como ninguno al FMI y los organismos internacionales de crédito.

La llamada Cumbre de los Pueblos funcionará bajo la consigna “Otra América es Posible”, a la medida de su naturaleza pretendidamente neutra. No debe olvidarse que “en el nivel internacional, la organización de esta reunión paralela (la Cumbre de los Pueblos) está a cargo de la Alianza Social Continental”, una organización impulsada por los gobiernos de Cuba y Venezuela, en cuyo Consejo Hemisférico revistan funcionarios del gobierno argentino por lo que, consigna La Nación, la Cancillería “está así de un lado y del otro del vallado de seguridad en Mar del Plata” (31/10).

La izquierda en la Cumbre de los Pueblos

IU se ha “reunificado” en la Cumbre de los Pueblos. A la presencia del PC y el IMFC (Fondos Cooperativos, Banco Credicoop) se ha sumado el MST I y el MST II, cuya única diferenciación con los organizadores de la Cumbre es “llegar a las vallas”, en oposición a una columna independiente en la movilización. Lo que está en consonancia con un balance electoral en el que ambas fracciones “reivindican lo actuado”, es decir, el frente con el clericalismo antes y después de las elecciones, y el rechazo a un frente cien por cien de izquierda (ver nota en página 5).

El PO llama a la izquierda, al movimiento piquetero y de lucha, a la Fuba y a todas las federaciones y centros estudiantiles, a las organizaciones obreras y populares a coordinar la organización de una movilización independiente el 4 de noviembre. Fuera Bush de la Argentina. Abajo el pacto Kirchner-FMI. No a los tarifazos y al congelamiento salarial. No al pago de la deuda externa. Fuera yanquis de Irak y América Latina. Fuera las tropas argentinas y latinoamericanas de Haití. Por la Unidad Socialista de América Latina.


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