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A LAS VALLAS!
Por SOCIALISMO DESDE ABAJO -
Sunday, Nov. 06, 2005 at 4:00 AM
socilismodesdeabajo@yahoo.com.ar
balance sobre la movilizacio contra Bush en Mar del Plata por un grupo que estuvo en esa marcha para aportar al debate.
¡A las vallas!
“No sabemos a donde vamos, sino tan solo que la historia nos ha llevado hasta este punto y – si los lectores comparten el planteamiento de este libro- por qué. Sin embargo, una cosa está clara: si la humanidad ha de tener futuro, no será prolongando el pasado o el presente. Si intentamos construir el tercer milenio sobre estas bases, fracasaremos. Y el precio del fracaso, esto es, la alternativa a una sociedad transformada, es la oscuridad.”
Eric Hobsbawm
Carta abierta y fraterna a las/ los compañeras/ os para generar un balance público necesario a propósito de los eventos del viernes por la tarde
En el marco de discusión sobre las forma de protesta a desarrollar se fue dinamizando un profundo debate entre los partidos políticos, grupos sociales y culturales e individuos que acordábamos manifestarnos en contra de la “Cumbre de las América”. Esto significaba ir al punto que el Imperio le impuso a la resistencia popular: las vallas.
Por esto nos fuimos diferenciando de la Alianza Social Continental que organizó el Acto del Presidente de Venezuela, el Diputado Miguel Bonasso, Hebe de Bonafini y otros y también de los organizadores de la Cumbre de los Pueblos, Perez Esquibel, CTA y otros. Ambos negociaron organizar una marcha que perdió la referencia original de la protesta: ir contra la cumbre, para finalmente des-naturalizarse en el acto de Chávez, que si bien tiene el derecho de expresar su propuesta, no sintetiza ni de lejos la voluntad compleja de la protesta. Incluso al defender esta tibia y vacilante perspectiva, alguno de ellos tuvieron, actitudes soberbias y macartistas sobre los que opinábamos distinto. El caso más patético e irresponsable fue el de las declaraciones a la prensa de Bonasso.
Aquel legítimo grito de protesta, ¡ir a las vallas!, se vio empañado y vilipendiado, sin embargo, por la actitud sectaria, irresponsable, voluntarista, autoritaria, distante de la conciencia popular en la coyuntura, con ausencia de análisis y finalmente vandálica, de los iracundos que se autoproclamaron los “verdaderos luchadores anti-imperialistas”.
La responsabilidad de intervenir en política nos obliga a una reflexión seria antes de actuar, ya que se trata de ir construyendo prácticas sociales, culturales, económicas y políticas que articule nexos duraderos, sostenidos en el tiempos, con los sujetos que desean terminar con el capitalismo, con todas formas de dominación; a la vez de ir imaginando y proyectando una sociedad sin de explotación y opresión.
Esta responsabilidad implica una primera definición ética: los sujetos (sociales ó individuales) no pueden ser objetos, base de operaciones, masas disponibles, de vanguardias autoproclamadas, de grupos ó individuos, que sin mediar discusión pública alguna, se arrogan el derecho de protagonizar hechos de violencia primero y vandalismo finalmente.
La lucha de calles solo es legítima cuando viene desde abajo, como en el argentinazo por ejemplo. No cuando es elitista, antidemocrática e impuesta desde los aparatos como el día viernes por la tarde. Las formas de luchas las pre-configuran los sujetos sociales y en todo caso los grupos políticos la reelaboran, las organiza, las mejoran, las enriquecen. Pero nunca las vanguardias deben sustituir a los sujetos. Tampoco se trata de hacer seguidismos en sus procesos de reflujos, se trata de problematizar continuamente sus condiciones de existencia y desde allí profundizar las formas de protesta.
A los compañeros que protagonizaron y a los que revindican los eventos del viernes, fraternalmente les preguntamos: ¿en qué fábricas, talleres, colegios, universidades, hospitales, barrios, centros culturales y otros espacios de sociabilidad y trabajo se votó que la marcha debía terminar con semejante nivel de barbarie? A esos mismos compañeros les preguntamos si creen realmente que aquellos eventos ayudan a mejorar las condiciones de lucha de los trabajadores, de los campesinos, de los desocupados, de los estudiantes, de las mujeres y de todos los oprimidos y explotados. No compañeros, vuestra actitud solo sirvió para aislarnos aún más de la gente. No lo duden vuestra actitud solo sirvió a la derecha, a Bush, a Kischner, a Katz. A que todo el “progresismo” afirme que somos una banda de locos aventureros y violentos.
Compañeros no se puede afirmar que en el marco de una marcha como la ayer que los eventos violentos se justifican por las imágenes televisivas que recorrieron el mundo porque ello supone confundir la virtualidad gaseosa y esfímera de los medios de comunicación con la dura realidad de la militancia cotidiana. Ninguna imagen vale la vida de ninguno de nosotros, no somos fundamentalistas dispuestos a inmolarnos, si en todo caso hemos de perecer será en los procesos masivos, revolucionarios. Nuestra ética es la vida y nunca la muerte en cualquiera de sus formas.
De no mediar este triste final estaríamos hablando de una de las marchas más importantes que la izquierda, los anarquistas, los autonomistas y otras expresiones pudimos hacer en Mar del Plata. Más de 15.000 personas. Realmente histórico, sin plata de los gobiernos, sin clientelismos. Todo sobre el esfuerzo militante, de horas, días, meses para llegar a protestar en contra de la cumbre en una forma efectiva. De no mediar este triste final no tendríamos una actitud defensiva ante la gente y la prensa explicando lo inexplicable y sí tendríamos el respeto de la Mar del Plata silenciosa y temerosa que no se animó a venir a la marcha, pero que nos miraba con expectativa y simpatía. Problema difícil será ahora reconstruir esas expectativas. Problema difícil será este lunes volver a trabajar ó a estudiar y explicarles a nuestros compañeros de estudio o trabajo por qué la marcha nuestra terminó como terminó.
Compañeros, el presente texto no pretende ser una retórica moralizante, sino un intento fraternal de proponer, superando los sectarismos y las mezquindades, un debate público que logre terminar con la fragmentación de la que somos parte. Si no visualizamos la posibilidad de un proceso autocrítico serio nos veremos sumergidos en un aislamiento social más profundo.
No obstante, desde Socialismo desde Abajo reivindicamos la multitudinaria marcha del viernes por la tarde. Su composición social y política, su heterogeneidad estética, su ánimo ético y su voluntad inquebrantable de luchar contra el Imperio allí donde éste se manifieste con su Emperador, sus vasallos y sus esbirros. Esto nos anima a pensar que si tenemos el valor de mirarnos a nosotros mismos con el afán de superarnos, podremos como Sísifo remontar la piedra una vez más hasta la cima.
Socialismo desde Abajo, Mar del Plata, 5 de noviembre del 2005