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A 11 años de la masacre de 2001: por justicia, contra la impunidad
Por Indymedia Rosario -
Friday, Dec. 21, 2012 at 6:11 PM
rosario@indymedia.org
11 diciembres bajo soles y lluvias. Siempre tristes. Siempre impunes. Siempre en la calle, reclamando Justicia, de esa que se escribe con mayúscula. Esa que la democracia aun no ha conquistado.
11 diciembres sin los que fueron asesinados por las balas represivas del estado. Ellos y ellas que lejos de ser daños colaterales de una crisis fueron, una vez más, víctimas de la ferocidad ilimitada de quienes definen, sentados en sillones de cuero agitando sus caros whiskys, quién queda adentro y quién afuera del perverso sistema que los tiene como únicos beneficiarios.
11 diciembres que se llevaron con su impunidad a quienes pidieron justicia hasta el último suspiro. “A Gregoria cada acto lo único que le salía era la palabra Justicia. Se fue a morir a su tierra. Murió mal, pobre, no se qué hubiera pasado si ella habría tenido la posibilidad de salud de muchos en nuestro país, que son miles, pero no somos todos”…. Gregoria Luna, era la madre de Walter Campos, Orlando Lepratti padre de Claudio o “el Pocho” también se fue… Tantos otros, tantas otras.
Como cada 19 de diciembre, y bajo una de las más fuertes lluvias del último tiempo, se realizó el acto frente a Tribunales Provinciales en reclamo de Justicia por los asesinados en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001. Pese al temporal, decenas de bicicletas pedalearon desde diferentes puntos de la ciudad hacia el edificio de Balcarce y Montevideo. Allí se desarrolló una emotiva actividad, donde se ratificó enérgicamente el pedido de justicia a los responsables materiales y políticos impunes de la masacre que dejó una cuarentena de muertos a nivel nacional, de los cuales siete fueron víctimas de la policía santafecina a cargo del entonces gobernador Carlos Alberto Reutemann.
En el acto en la puerta de Tribunales el unánime reclamo de los familiares fue “justicia”. Plantada con fuerza y bronca, bajo la copiosa lluvia, Sara Campos, hermana de Walter (16 años) quien fue asesinado a quince cuadras del Parque Alem, manifestó que “la policía vive de la desgracia de los demás, son unos sinvergüenzas, tendrían que estar tras las rejas esos malditos asesinos. Y hablo así porque tengo un gran resentimiento, porque el hombre que mató a mi hermano, Omar Iglesias, entro y salió por la misma puerta. Lamentablemente son los pobres la que la pagan”.
En el mismo sentido, Celeste Lepratti, hermana Claudio Pocho Lepratti, militante social asesinado en su lugar de trabajo de zona sur, afirmó “con qué dolor llegamos a estos 11 años. Sabemos que no se va a ir nunca, pero se hace cada vez más grande debido a tanta impunidad. Lamentablemente en cuanto a las responsabilidades materiales la justicia ha dicho que solo dos policías tienen que ver con la masacre llevada adelante acá en la Provincia de Santa Fe. Digo dos policías porque fueron los únicos que recibieron condena. Todos sabemos que son muchos más los responsables, pero esta gente sigue en funciones, cobrando el sueldo que nosotros pagamos”.
Lepratti consideró además que está garantizada la impunidad a los responsables políticos, elemento que ve reflejado en que Carlos Alberto Reutemann quien fuera gobernador de la provincia en 2001, “no fue llamado a declarar ni una sola vez en estos 11 años, ningún juez de Santa Fe consideró que él debía declarar por lo sucedido en la provincia que estaba bajo sus órdenes. Reutemann, Álvarez (ex Secretario de Seguridad), Domínguez (ex Ministro de Gobierno)y todos los responsables de la masacre deben rendir cuentas. Reutmann sigue ocupando un lugar en el Senado de la Nación y nosotros insistimos que el único lugar público que debiera ocupar Reutemann es la cárcel”.
A su turno, Gustavo Martínez, quien además de ser el Secretario General de ATE Rosario -gremio al que pertenecía Pocho Lepratti – es esposo de Celeste, aseguró que “en los tribunales no sólo hay jueces corruptos. Hay una gran cantidad de cobardes. Un policía recién nos ofreció ingresar a Tribunales a hablar con algún juez. Once años y lamentablemente no tenemos nada para hablar con ningún juez. Todo lo que teníamos para decir, ya lo dijimos. Se cagaron en todo, en todos los testimonios, en el laburazo de la Comisión Investigadora No Gubernamental”.
No obstante el gremialista resaltó que a nivel popular, “esta pelea ha logrado unificarnos. Aun cuando se critica la dureza que tenemos con algunos, la respuesta de todos los grupos ha sido abrazar la partecita de verdad que nos tocó en suerte”.
En este sentido, aprovechó a extenderse en una autocrítica y crítica en la que apuntó: “cómo no vamos a ser críticos con los otros si somos críticos con nosotros. A nosotros, a ATE Nacional, nos costó diez años que cada uno de los compañeros asuma que al cumplirse diez años de la masacre vinieran a Rosario. Nos costó diez años poner en la tapa a un delegado de ATE que fue asesinado en su lugar de trabajo. Si somos críticos con nosotros, ¿cómo no vamos a abrazar la verdad a la hora de juzgar? Porque esta democracia no se puede seguir construyendo sobre mentiras”.
“Hemos reconocido cada gesto positivo. Dijimos en su momento que había un presidente, Néstor Kirchner, que recibió a todos los familiares. Un gobernador, Hermes Binner, que también los recibió. Hay militantes, intendentes, gobernadores, presidentes de diferentes partidos que han tenido gestos. Ahora, ¿cuál es el problema que digamos que el mismo Binner que recibió a los familiares, después nos enteramos que le había ofrecido el ministerio de la producción a Reutemann para que pusiera a alguien de su confianza? ¿Qué problema hay en decir que pese a que el mismo presidente se comprometió a sacar al entonces secretario de Seguridad de Santa Fe, Enrique Álvarez, ese carnicero de la SIDE hoy sigue siendo un cuadro superior de inteligencia, y eso es responsabilidad de todos los presidentes que pasaron? La Municipalidad de Rosario, de la mano de Miguel Lifschitz, resolvió el sitio en el cementerio para los caídos, se lo agradecieron todos los familiares, pero ¿qué problema hay en decir que hubo el más asqueroso forreo a la hora de intentar resolver la situación social de cada una de las familias? Está nuestro más sincero reconocimiento a esas actitudes y nuestro más visceral repudio a estas cuestiones asquerosas”, resumió Martínez a modo de repaso histórico sobre el comportamiento de los máximos responsables de los diversos niveles del estado luego de 2001.
Aunque parezca insistente, la lluvia tuvo una gran importancia. Porque dificultó, pero no pudo con ese acto que a modo de encuentro, renovación de la denuncia y la lucha volvió a gritar ¡presente! Cuando los nombraban a ellos, padres, madres, hijos, hijas, hermanos, hermanas:
Yanina García tenía 18 años, murió antes de que se declarara el estado de sitio. A Juan Marcelo Delgado, de 28 años, lo fusilaron. Graciela Acosta tenía 34 años, la mató la policía dejando huérfanos a sus siete hijos. A Pocho Lepratti, 36 años, le dispararon a la garganta en el techo de la escuela donde trabajaba. Rubén Pereyra estaba ahí, buscando para sobrevivir, lo mataron como a los demás, sin sentido. Ya siendo 20 de diciembre cayó Ricardo Villalba de 16 años. A Walter Campos, también de dieciséis, lo mató uno de los mejores tiradores de la policía santafecina.
Nombres, historias que se unen unas a otras, dolores que no cierran para los que quedaron, impunidad lacerante que renueva la necesidad de justicia y la fuerza en peleas a las que parece mucho les queda por andar. No casualmente la marcha de este 20 debió suspenderse. El temporal dejó cientos de evacuados y había que resolver lo urgente. Como en la Santa Fe del 2007 de Reutemann, como la Rosario que no tiene edificios inteligentes, como la Rosario a la que la tapa el agua, como la Rosario que quieren desalojar para construir emprendimientos privados. Esa Rosario sabe de las deudas nunca saldadas de aquel 2001. Esa Rosario en patas e inundada, esa Santa Fe evacuada y traumatizada por las pérdidas humanas y materiales, sabe de los 11 diciembres. Y los recuerda, porque los vive como en un espejo de una realidad aun sin justicia.
Imágenes: Indymedia Rosario / Arte por Libertad
Juan Riva, papá de Gastón Riva
Lila, mamá de Yanina García
Catalina, madre de Marcelo Pacini
Daniela, hija de Elvira Abaca
Celeste, hermana de Claudio Lepratti
Sara, hermana de Walter Campos
Gustavo Martínez, de ATE Rosario y la
Comisión Investigadora No Gubernamental
de los Hechos de Diciembre de 2001
Jorge Castro, del MEDH Santa Fe y querellante
en la Causa por
las Inundaciones de Santa Fe del 2003
