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Reforma laboral: “es una invitación absoluta a violentar derechos muy elementales”
Por Enredando las Mañanas - RNMA -
Monday, Nov. 13, 2017 at 6:47 PM
12 Noviembre 2017 | En el Enredando las Mañanas de este miércoles analizamos la Reforma Laboral que amenaza a la clase trabajadora en diálogo con Norberto Señor, de ATE Sur y de la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas.
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ENM: Norberto, nos podras comentar cmo viene esto de la Reforma Laboral?
NS: Por un lado, creo que somos conscientes, ustedes los son por eso le han dado tanta importancia a este tema, pero lo son miles y miles de laburantes, muchos sectores populares comprometidos con los intereses de los de abajo preocupados que intentamos discutir esta cuestin sabiendo que estamos en un momento muy complejo, muy adverso, porque el gobierno, a partir de los resultados electorales, ha sacado la conclusin de que es su momento ms oportuno para intentar generar una hegemona perdurable, no solo en el campo de las ideas de importante sectores del pueblo, sino tambin de producir transformaciones profundas en el seno del Estado, de la legislacin, del accionar poltico y dems que le permita evidentemente producirnos un retroceso de tal magnitud, al conjunto del pueblo y de los trabajadores/as en particular, del que despus sea mucho ms difcil reponer.
Hay que ver a esta reforma laboral como un pilar central, pero que lejos esta est de ser el nico cambio que se proponen, ellos mismos han hablado de cambios en el orden impositivo, que son una extensin generalizada y masiva de privilegios al gran capital financiero, al capital internacional, trasnacional y al gran capital local exclusivamente. Han hablado ellos de ese comit de expertos que debe analizar los cambios en el rgimen previsional, que no es otra cosa que volver a poner en rediscusin que bien hubiera sido que jams se hayan re estatizado las AFJP, aunque por ahora no tengan margen para decirlo y, en el mismo sentido de la mercantilizacin de la entrega absoluta a esos intereses corporativos trasnacionales que son la nfima minora que pretende gobernar, no solo nuestro pas si no el planeta, controlar toda la economa mundial, todos los recursos, la reformas educativas, en la salud.
Se trata de un plan integral de los sectores ms concentrados del capital y el imperialismo y, para eso, como todo sabemos, se trata de seducir, acercando a los trabajadores/as a lo ms posible a la esclavitud, para que les resulte tan econmico explotarnos, que en definitiva vengan ac y se interesen en hacerlo. Esto, ms all de que pueda ocurrir en alguna medida o no, porque claramente los intereses de esos grandes jugadores con el sudor y la sangre ajena, no se define meramente porque un gobierno brinde mayores facilidades, si no que hay un montn de hechos de la geopoltica internacional y la economa que son las que motivan a esas decisiones.
El gobierno va en esa direccin y, evidentemente, si antes de las elecciones, con un clima social donde hay que reconocer una gran capacidad del activismo de los sectores populares de haber respondido en las calles y generar un ambiente tambin de rechazo en una buena parte de la clase trabajadora, aunque haban obligado a la burocracia sindical no solo a haber tenido que hacer un paro despus de aquel episodio de marzo, sino una nueva movida en Plaza de Mayo despus de las PASO. Con los carpetazos como gran amenaza -entendiendo que al 90% de los grandes dirigentes sindicales, de los grandes aparatos, de los grandes gremios, la mancha ms chica de corrupcin le cubre todo el cuerpo-, evidentemente apuntaban a esas negociaciones sectoriales en aquel momento, pero despus del resultado electoral apuntan ms bien a encontrar en un peronismo en crisis en una liga de gobernadores y de intendentes que, tambin, no solo tiene manchas de corrupcin sino prcticas polticas que todos le conocemos -punteriles, ventajeras, de negocio de todo tipo-, que a cambio de recursos para continuar con su carrera poltica, en medio del cimbronazo que sufre la falta de liderazgo del peronismo -la crisis ms profunda que algunos sealan de una estructura poltica como esa, que expresaba una burguesa nacional que ya no tiene ningn peso, ninguna capacidad poltica de intervencin-, estarn dispuestos a conseguir brazos de legisladores, como durante los dos primeros aos lo hizo sistemticamente el Frente Renovador y algunos otros sectores del Frente para la Victoria que avalen este tipo de trasformaciones.
Aunque s hay una gran diferencia -por eso el macrismo pisa el acelerador a fondo- con los aos 90, donde estaba mucho ms generalizada en la clase trabajadora la aceptacin de los versos de Neustar y Grondona de que no daba para ms el Estado, que haba que hacer las privatizaciones, que haba que entrar al primer mundo y adems se haca nada ms y nada menos que desde la estructura del peronismo, que sin duda es una identidad que ha perdurado durante dcadas y que an perdura con fuerza y desde all pretenden algunos incluso seguir intentando alternativitas a futuro en la vida poltica nacional. La gran diferencia, es que en esta semana o meses de anuncio de reformas laborales creo que es incontable la cantidad de eventos, de encuentros, de charlas, de debatess de reuniones que se han hecho a lo largo y ancho del pas por distintas organizaciones polticas sindicales, agrupaciones, denunciando el carcter esclavista de la reforma brasilera, de la que pretende hacer Macri aqu y dems, hay un activo que se ha acumulado pre y pos 2001 que no se puede soslayar y, en todo caso, la clave est en buscar una ligazn ms profunda entre ese activismo y una parte muy importante de la masa trabajadora que, por el momento, la mira un poco ms desde lejos esperando o saliendo con fuerza cuando les toca de lleno los despidos, las suspensiones y dems. Y no le queda otro camino que resistir, ah est un poco la complejidad del momento actual.
ENM: Respecto de eso, observamos una CGT ntegramente dcil y complotada con esta reforma laboral
NS: La capacidad de convocatoria no puede discutirse, es irremplazable y muestra tambin que cuando han existido esas convocatorias una parte muy numerosas de trabajadores ha acudido a esos llamados, por ms de que se haga desde la CGT.
El paro general arrancado desde abajo ha sido muy fuerte, ms all de las maniobras mediticas, tambin lo fueron las grandes movilizaciones convocadas en su momento, aunque al mismo tiempo ninguna de ellas ha sido un terreno fcil para esa burocracia, porque no precisamente de la mano de quienes pudimos tener la intenciones de organizar con mayor empuje al cuestionamiento de estas direcciones sindicales, si no en gran medida de manera espontnea ligada a los problemas sufridos en los lugares de trabajo, incluso brotando desde centenares o miles de delegados de base que en sus sindicatos no han roto con la burocracia. Sin embargo, desde all surga el clamor del paro, la bronca contra las medidas del gobierno o la desconfianza en esos propios dirigentes con los que no se ha roto.
Es un terreno de disputa el de la calle, y la CGT creo que se encuentra en esa incomodidad y, ante la amenaza cierta de terminar como el Pata Medina o como Boudou, porque la exhibicin grosera que hace este gobierno de todos esos elementos que no son defendibles por millones de personas, obviamente no apuntan a acabar con la corrupcin ni muchos menos en el sindicalismo ni en la poltica, si no que apuntan a generar antecedentes, para que lo que hacen hoy con los pibes ms humildes de las barriadas lo puedan hacer con la dirigencia sindical que lucha. Entonces, si hay oposicin obrera en las calles y en las fbricas total o parcial a esas reformas, enseguida le sacarn los casos de corrupcin a los burcratas, y a los que no lo somos nos sacarn a la luz para intentar encarcelarnos con los cortes, las tomas y otros tipos de acciones, con lo que el encarcelamiento de Milagro Salas y esta condena a Delias son seeras, porque saben que son controvertidas las defensas de estas personas y que en mucho sectores de la poblacin incluso se aplauden, a veces hasta desde sectores del campo popular como hemos escuchado al respecto, muy desgraciadamente no comprendiendo que esto apunta a limitar nuestros derechos.
Me fui un poco al tema represivo, porque es imposible pensar reformas de esta envergadura y en especial la laboral sin la preparacin de una batera de ilegalidades, de las violaciones de las normas ms elementales reconocidas por los organismos y las comisiones de derechos humanos de organismos internacionales y dems, que es lo que tiene planificado este gobierno. Ya lo viene haciendo desde Santiago Maldonado para atrs, la gravedad de los hechos est plagada de las medidas de este gobierno y, en ese sentido, se sabe que liquidarnos prcticamente el derecho vacaciones a miles, legitimar que se puede tercerizar y no tener registrado o no cumplir derechos laborales, as la empresa madre se lava las manos: esto es una invitacin absoluta a violentar derechos muy elementales, poder contratar por rgimen, un horario menor, hacer el contrato laboral estable por un rgimen menor hasta dos terceras partes del horario completo de trabajo y solo pagar el sueldo de la jornada completa el mes que a la empresa la convino hacer e, incluso, que si tuviera que hacer ms horas recin despus de las diez podran computarse horas extras sino tiene que volcarlas en un banco de horas con las que las va a compensar en forma absolutamente gratuita para el empleador, realmente habla de la perversidad.
Quienes ms van a utilizar esto son precisamente los que tienen en los parasos fiscales los cuatrocientos mil millones de dlares que se llevaron de la Argentina, por ejemplo, u otras empresas multinacionales cuya facturacin anual es mayor que el PBI de 90% de los pases de cada uno del 90 % de los pases del mundo. Qu necesidad puede tener la familia Macri o los dueos de las empresas cuyos gerentes estn hoy en el gobierno de no pagar una vacacin, de no pagar una hora extra, cuando de cada 100 das del ao, 80 das andan gastndose en un jornada 10, 20, o 50 sueldos de cualquier trabajador: en joda, en viajes, en lujos, en cuestiones absolutamente innecesarias. Realmente esto nos obliga a abrir un debate profundo a agitar en las distintas calles, a seguir con las charlas, con las acciones y no va a alcanzar con plantearnos movilizaciones, si no vamos al hueso de llegar a cada rincn de nuestro pas, a cada lugar de trabajo, sin sealar esta aberracin que nos quieren plantear ya la hemos vivido, ya la hemos sufrido y tambin ya la hemos derrotado, porque no hay que olvidarse de eso, y aunque traten de volver ahora, por ejemplo, con los recortes jubilatorios con esta modificacin de los parmetros para establecer los aumentos y hacerlos correr atrs de los ndices que diga el INDEC de la inflacin, no es muy distinto de aquel 13% de descuento de De La Ra y Patricia Bullrich, que fue parte de una cadena de hechos que derivaron en que con esa misma represin a la que quiere apelar Macri, nos dejaran un tendal de muertos desde que asumi De La Ra y hasta que se fue y alrededor de 40 en sus ltimos dos das, pero se tuvo que ir en helicptero y por bastante tiempo fracasa ese otro intento de represivo y disciplinador de Duhalde y tuvieron que gobernar haciendo otro tipo de concesiones a la clase trabajadora, al menos en sus primeros aos de los Kirchner.
De lo que se trata en estas circunstancias es de dar ese debate, pero no un debate que entre el juego que quieren unos y otros, los que gobiernan hoy y los que gobernaron ayer, que supuestamente nosotros tenemos que resistir estos cambios para quedarnos con lo que estaba y lo que imper en la Argentina es algo que no haba que cambiar -y la verdad que lo que imper en la Argentina hasta hoy incluy ms de un tercio de la fuerza laboral no registrada en negro, incluy que la propuesta de empleo estatal significara estos planes sociales y cooperativas tambin de una altsima precarizacin, se precariz la salud y la educacin enormemente, la jubilacin en definitiva fue sustentada con los aportes de los asalariados con mejores ingresos y no con aportes de los grandes empresarios, ya que el Kirchernismo jams regulariz las contribuciones patronales que haba reducido Cavallo-.
Me parece que es un momento de discutir no solamente por la defensiva el rechazo a la reforma, que hay que hacerlo, no solamente de generar la movilizacin necesaria, los paros y piquetes, que hay que hacerlos, sino abrir un debate programtico profundo y poner en tela de juicio qu educacin necesitamos, qu salud necesitamos, qu rgimen jubilatorio, qu relaciones laborales necesitamos y eso no se va a resolver con grandes llamamientos de acciones solamente, sino, repito, ir a cada lugar de laburo, a cada rincn del pas a debatir esa necesidad. Creo que por ah est el punto dbil por un lado del gobierno, por otro lado de la oposicin que gobern hasta aqu y que tambin es responsable en gran medida de este triunfo electoral del gobierno, porque es evidente que tiene un techo su prestigio y la imposibilidad de encarnar una salida distinta frente a la que plantea el gobierno de Macri.
En manos de los ms conscientes y activos de la clase trabajadora, hay una gran tarea por delante: denunciar a quienes benefician estas reformas, qu significan en concreto punto por punto, generar encuentro y, sobro todo, discutir otro modelo de pas y de sociedad, que obviamente requiera transformaciones propuestas, requiere cambios, por supuesto, pero diametralmente opuestos a los que estos dueos del poder real desde siempre en nuestro pas nos quieren imponer.
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