Buenos Aires, 26 de abril de 2003.
Las Asambleas Barriales y los colectivos abajo firmantes (1) convocamos
a todos los sectores populares en lucha y a toda la población en
general a manifestarse en contra de estas elecciones, en contra de la
represión y agresión del estado y las empresas, y en defensa
de lo creado por los movimientos sociales: fabricas recuperadas, centros
culturales y sociales, tierras tomadas, huertas comunitarias, cooperativas
de trabajo, etc.
La realización de la jornada de Desobediencia Civil se
llevará acabo en la Plaza de Mayo entre las 10:00 y las 14:00 hs,
y luego en las inmediaciones de Brukman desde las 14:00 hasta la
finalización de las actividades.
En la jornada se contará con actividades contraculturales y un
taller de dinámica asamblearia por la mañana,
un picnic a la canasta al mediodía (llevar algo para compartir),
y luego a las 14:00 hs nos trasladaremos a Brukman para realizar otras
actividades relacionadas con la dinámica asamblearia, donde se
tratarán en comisiones distintos temas de la actualidad de los
movimientos sociales, luego todo lo hablado en las comisiones será
compartido en un Plenario por voceros elegidos directamente por las
comisiones.
Este acto no es aislado de lo que estará ocurriendo en los
comicios, allí el pueblo delegará su poder a nefastos
candidatos, mientras nosotros estaremos ejerciendo la democracia directa,
por la que el pueblo sí gobierna y delibera.
La mayoría de las Asambleas y colectivos que convocamos a la
Desobediencia venimos trabajando desde hace dos meses en el Espacio
Contra-Electoral de Desobediencia Civil.
Consideramos que las actuales elecciones van a contramano del reclamo
popular surgido el 19 y 20 de Diciembre de 2001 en el que claramente, a
través del grito "Que Se Vayan Todos, Que no Quede ni Uno Solo",
se expresaba el descontento hacia toda la clase política gobernante.
Creemos que estas elecciones gane quien gane no representan ninguna
salida a los problemas que sufre la Argentina, problemas provocados por
la especulación financiera, el saqueo de las empresas multinacionales,
la usura de la deuda externa, y la pertinaz complicidad y corrupción
de los gobernantes.
No conocemos la formula mágica para salvar a nuestro país
y reconstruirlo, sólo sabemos de nuestras prácticas de
democracia directa, y de los logros que los movimientos populares hemos
tenidos: más de 100 fabricas recuperadas produciendo bienes, trabajo,
y dignidad, edificios okupados que luego de años de abandono son
abiertos a la comunidad, huertas comunitarias donde no solo se producen
alimentos sino que se cultiva cooperación y se cosecha una nueva
relación desde lo urbano con la naturaleza, tierras tomadas y
defendidas por campesinos que las cultivan sin transgénicos,
pesticidas y explotación laboral. Esta es la construcción
popular, las soluciones de nosotros, desde nosotros y por nosotros.
Hoy estas verdaderas y concretas soluciones, que no se hallan en los
discursos electorales sino a la vuelta de la esquina en cada barrio, se
ven amenazadas por la represión estatal digitada por los
interés económicos a los cuales nos enfrentamos y ante los
cuales construimos alternativas.
El desalojo y represión a la fabrica recuperada Brukman es un
claro ejemplo de lo que va ocurrir luego de las elecciones, ganen
candidatos que lo han declarado abiertamente o no, dado que cualquiera
que llegue al poder se respaldará en la supuesta legitimidad que
brinda el voto, para enfrentar al sector de las sociedad que construimos
diferente.
Por estas breves razones es que llamamos a las Desobediencia Civil
Electoral.