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04 MOVIMIENTO ASAMBLEARIO – PARA DEBATE A DONDE VAN LAS AP
Por Nicolás - Tuesday, Sep. 09, 2003 at 7:10 AM

04 – José M. Pérez A DONDE VAN LAS AP. Este es otro documento que refleja los logros y las frustraciones del Movimiento Asambleario. Fue escrito por José M. Pérez, que da su opinión y su análisis sobre esta experiencia. Un documento que creo también debe haber generado debate.


¿A dónde van las A.P.?

Esquema

Para cualquier respuesta que resulte operativa o funcional, parece conveniente empezar con algunas definiciones tentativas para pasar luego a su análisis y conclusiones:
1- ¿Cómo se definen las A.P. (¿qué son?, ¿quienes las integran?, ¿cuál es su propósito? y ¿cómo trabajan?).
2- ¿Qué intereses representan y defienden según lo que pueda deducirse del punto anterior?
3- ¿Cuál es su lugar o espacio en el ámbito socio-político y cómo se sitúa e interactúa en relación a los demás participantes?
4- Inserción del asambleísmo en la historia de la causa y las luchas populares.

Mi opinión

1- Definición

- Qué: Agrupaciones de vecinos con preocupación por temas y problemas sociales.
- Quienes: Vecinos (ésto define un ámbito que es esencialmente territorial: el barrio).
- Para qué: Discutir, influír y hacer (críticas, ideas, problemas, cuestionamiento o exigencia de resoluciones oficiales, iniciativas de solidaridad, denuncias y escraches, difusión, soporte y apoyo de luchas y consignas protagonizadas por diversos sectores populares del propio territorio o aún nacionales, relevamientos de situación y opinión, etc.).
- Cómo: Discusión en asambleas abiertas con decisiones por votación directa e igualitaria, con funciones rotativas y limitando la delegación a cuestiones meramente funcionales que no involucren la toma de decisiones “en representación” de los delegantes, sino el traslado de su decisión votada en asamblea. En síntesis, hay un método o camino para la toma de las decisiones del grupo. Ese método es, posiblemente, el patrimonio más valioso de la asamblea y en última instancia su garantía de valor y la razón de su fuerza.


2- Intereses

Si bien numerosas cuestiones relativas a la política nacional y aún internacional estarán incluídas en la órbita de sus preocupaciones, los temas con mayores posibilidades de una acción común efectiva por parte de los asambleístas resultarán ser las cuestiones sociales, económicas y de gobierno relativas a su barrio o municipio.
Las posiciones o definiciones de la asamblea surgirán del debate a partir de las opiniones de los asambleístas. A su vez, éstas serán producto de sus intereses, necesidades y motivaciones personales, ideología, valores socioculturales, caudal educativo, etc.
En cualquier caso, las conclusiones que suscriba la asamblea involucrarán diversos grados de compromiso entre las opiniones iniciales de sus miembros de acuerdo con sus realidades personales y la riqueza de la discusión o debate.


3- Lugar e interacciones

Aún cuando la pueblada de los días 19 y 20 de diciembre de 2001 constituye una imagen muy fuerte del rechazo y la decisión de poner fin a un estado de cosas insoportable por parte de la población, no debe dejarse de lado que se trata de una imagen. Ni ese gobierno se sostenía por el apoyo de la población ni cayó por el mero rechazo de la misma. El poder real vigente jugó su papel en el ascenso tanto como en el rumbo y la caída del gobierno de De La Rúa.
En ese marco encaja perfectamente el lema “que se vayan todos y no quede ni uno sólo”. Porque se entendía que prácticamente todos (hablemos de una proporción abrumadora) los que estaban (y siguen estando) habían hecho sus aportes mayores o menores para la liquidación del país.
Y quede claro, esas grandes proporciones no se refieren tan sólo a políticos y jueces, como se ha escuchado ocasionalmente.
Dondequiera exista alguna actividad que se proyecte hacia la sociedad, allí se hará presente el poder del sistema desencadenando el conflicto. Antes o después se abrirá un nuevo frente de lucha.
Lo lógico es que, debido a lo específico de las características de cada conflicto, una misma persona canalice su compromiso y necesidades a través de su participación en más de uno de esos ámbitos.
La participación en la asamblea es una de las muchas formas posibles de participación, compromiso o militancia por las causas populares. Es la que corresponde al lugar en que se vive.
No es menor ni más válida que las otras posibles a través de los sindicatos, de las agrupaciones de desocupados o piqueteros, de movimientos o partidos de naturaleza política, de centros de estudiantes y agrupaciones universitarias, de familiares de desaparecidos y muertos por la represión, de agrupaciones de pequeños y medianos empresarios, etc., reflejando las numerosas actividades de todos nosotros y los múltiples frentes en que se desarrollan las luchas sociales.
Sin duda, las asambleas pueden y deben coordinarse entre barrios para lograr un nivel de acción municipal y necesariamente deben encontrar la forma de asegurar su influencia eficaz en el nivel superior (provincial), ya que éste condiciona y determina en forma directa.
Es evidente que el manejo de tres planos simultáneos de acción (barrio, municipio, provincia) involucra una notable complejidad cuando se considera la definición de las A.P. y seguramente se plantearán dificultades en relación al método asambleario.
Creo que está fuera de dudas la conveniencia y aún la necesidad de mantener la presencia y la presión de las asambleas como organizaciones participantes en todas las movilizaciones y acciones por las causas populares y nacionales en cuanto momento y lugar sea requerido.
Sin embargo y en mi opinión, el ámbito primario de la acción de las asambleas es sustancialmente el municipal.

Y ésto no significa hablar de un protagonismo menor: los municipios han sido desde siempre uno (sino el más importante) de los pilares de sustentación del poder de los partidos hegemónicos en la vida política argentina en los últimos cien años, por lo menos. Recaudación y administración, punterismo y neutralización de opositores, administración de la obra y los servicios públicos, son algunas de las facetas del ejercicio del poder a nivel municipal.
Más aún, en la politiquería tradicional este ámbito ha funcionado como furgón de cola de las estructuras partidarias nacionales, más dedicado a la recaudación y a la dádiva de cargos y puestos que a ninguna otra cosa.
La insatisfacción predominante del vecindario ante la administración municipal predadora y frustrante ha sido tierra fértil para el surgimiento de partidos vecinales como verdaderos clubes de “fuerzas vivas”, más interesados en eliminar la intermediación de los grandes partidos en la gerencia de los negocios comunales que en la satisfacción de las necesidades de la población o en el desarrollo de alguna versión local de las grandes corrientes del pensamiento político.
La acción a nivel municipal implica tanto la interpelación al poder como su desafío por la alternativa. Nada impide que las A.P. puedan llegar a la gestión municipal como objetivo, ya sea a través de alguna forma de organización partidaria propia o de las vías conducentes en el marco de eventuales nuevas perspectivas constitucionales.
La experiencia exitosa en el ámbito del municipio puede ser escuela y fundamento para estructuras de mayor exigencia a cualquier otro nivel en que el desafío se plantee como de participación en lugar de delegación o representación.
Estos mecanismos han resultado indispensables para el ejercicio de la traición impune a los intereses y la voluntad popular. Gracias a ellos se ha vaciado de sentido la palabra “democracia”.


4- Inserción

La inserción se da en términos concretos más que discursivos: a través de las personas y la acción, en lugares y momentos determinados.
La asamblea significa ante todo el rescate de una forma grupal y social de decidir, y por lo tanto de convivir. Por supuesto que éso no alcanza para definir ideología, pero creo que está fuera de dudas que la forma y el método con que se toman las decisiones es parte esencial de cualquier ideología.
En la defensa de los intereses del pueblo, el poder es la participación.
A mi entender, la experiencia de las A.P. es una especie de laboratorio desde donde se proyectarán experiencias como modelos de funcionamiento y demás efectos de la participación hacia las otras instancias políticas que intenten estructurar y consolidar una sociedad más republicana e igualitaria.
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José M. Pérez
Asamblea de Puente Saavedra-Florida
24 de Agosto de 2002.

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