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El 1° de Mayo en Rosario entre 1890 y 1973
Por Leónidas Ceruti - Sunday, Apr. 29, 2012 at 11:40 PM

EL 1° DE MAYO EN ROSARIO ENTRE 1890 Y 1973

Las conmemoraciones entre 1890 y 1916

Las conmemoraciones en estos años se distinguieron por la realización de distintas manifestaciones por las calles céntricas que culminaban en actos muy concurridos, con varios oradores, y en algunos casos luego de los delegados designados para expresar las demandas proletarias, había “tribuna libre” para que se manifestaran los asistentes. Las marchas de los gremios, que abarcaban varias cuadras, estaban encabezadas por bandas musicales que ejecutaban los himnos obreros, tanto la “Internacional” como “Hijo del Pueblo”, con carteles rojinegros en el caso de los anarquistas, los asistentes -al decir de los cronistas- “debidamente endomingados” con traje y corbata.

La anarquista Virginia Bolten fue una de las oradoras en el primer acto del 1º de Mayo en Rosario en 1890

Por la noche, se desarrollaban Veladas Artísticas, con programas que abarcaban representaciones de obras teatrales, recitado de poemas, y música con temáticas referidas al mundo del trabajo o de los trabajadores, y luego conferencias, generalmente por parte de delegados de los gremios o partidos políticos arribados de Buenos Aires. La iniciativa partía tanto de anarquistas como socialistas, y de numerosos gremios. En ese periodo, los actos más importantes tuvieron lugar durante 1902, 1903, 1904, 1908, 1909 y el de 1910.

La actitud de la burguesía, fue desde observar con preocupación lo que acontecía hasta la represión abierta, fundamentalmente a partir de 1900. Desde 1890, todas las manifestaciones fueron vigiladas por la policía o el cuerpo de bomberos, en algunas ocasiones hubo detenciones, y sobre todo distintas intimidaciones sobre los dirigentes gremiales o militantes anarquistas y socialistas.

En 1904 se organizaron dos grandes meeting con sus respectivas marchas. Una auspiciada por la “Sociedad Vieja de Estibadores” (socialistas) y el otra por la “Federación Obrera Gremial de Rosario” (anarquistas). Este último fue el más numeroso, siendo acompañado por “las tres cuartas partes de las sociedades obreras”, con sus bandas musicales, y los concurrentes “debidamente endomingados ostentaban numerosos estandartes rojos de seda y oro”, y llegaron a ocupar "más de seis cuadras y media". Por la noche realizaron una velada artística en el Teatro Olimpo, donde el grupo "Luz y Sombra" representó las obras: 1° de Mayo y Fin de fiesta; varios niños recitaron, se cantó "Hijos del Pueblo" y finalmente dio una breve conferencia el delegado de la Federación Obrera Argentina, ante un teatro colmado y convulsionado por las noticias provenientes de Buenos Aires en donde la represión había provocado varias muertes y numerosos heridos.

Otro de los eventos que se distinguió en el periodo, fue el de 1910, durante los festejos del centenario de la Revolución de Mayo. A nivel nacional, el movimiento obrero había organizado distintas movilizaciones, y en Rosario, las sociedades obreras prepararon una importante conmemoración, adhiriendo el Comité del Partido Socialista. La Sociedad de Resistencia dió a conocer un manifiesto explicando por qué la concentración tenía como consigna “La protesta contra la Ley de Residencia:

1.-Por ser contraria al espíritu del pueblo argentino,

2.-Por anular libertades que acuerda la Constitución, lo que equivale a asesinar moralmente a los libertadores de 1810,

3.-Porque desconociendo la justicia jurídica aplica el castigo como cuando está bajo el imperio de la ley marcial, lo que implica un estado de sitio permanente.,

4.-Por dar a la policía atribuciones de juez-verdugo,

5.-Porque sus efectos aunque nulos, como alcance social, siembra la desolación y la muerte en los hogares proletarios”.

Reclamamos la libertad de los presos:

1.-Porque sus actos son efectuados en defensa de la colectividad y por la justicia que entraña, no pueden llamarse delitos,

2.-Porque el pensamiento, palanca del progreso, no debe ser encarcelado,

3.-Porque si algo hubiera que castigar, debía empezarse por la sociedad, o régimen imperante, origen de esos actos inicuamente llamados auto-sociales”.

Reclamamos la amnistía para los desertores y prófugos del ejército:

1.-Porque es inhumano obligar por la fuerza a que los jóvenes abandonen sus hogares y empuñen el arma homicida cuando detestan la vida militar,

2.-Porque aplicar castigos a los jóvenes por no cumplir las absurdas disposiciones gubernamentales, es lo que puede llamarse un verdadero atentado a la soberanía popular,

3.-Porque queremos que vuelvan tranquilos a sus hogares”.

Este es el objeto principal del metting-manifestación de solidaridad a la que no faltara ningún hombre de sentimientos sanos. Todos a los puntos de reunión a hacer vibrar su entusiasmo en este acto de dignidad humana”. (1)

Los actos entre 1916 y 1930

Las primeras conmemoraciones en este periodo, estuvieron influenciadas por el fin de la Primera Guerra Mundial. Tanto es así que en 1918, una nota periodística planteaba que “La situación creada por la guerra resta en gran parte importancia a la conmemoración de hoy. Se encuentran los trabajadores de las principales naciones europeas y de varios americanos empeñados a la par de los ciudadanos de todas las clases sociales en una lucha sangrienta, que los impulsa a defender la bandera de sus respectivas patrias, que anteponen a sus aspiraciones de confraternidad universal, cuya realización evidentemente sufre un considerable atraso”. (2)

Con los años los actos fueron masivos llegando en varias ocasiones a cambiar la fisonomía habitual del centro rosarino y las plazas donde se concentraban las columnas proletarias. Un ejemplo lo constituye lo sucedido en el año 1919, cuando por calle Córdoba se vio a “gran cantidad de gente, las calles colmadas, con gran entusiasmo. La mayor conmemoración de los últimos años, cierre de negocios gestionada por los empleados. Los comercios que abrieron fueron visitados por una comisión de los empleados e invitados a cerrar. Los bancos estuvieron abiertos, mientras la Bolsa de Comercio permaneció cerrada. La lluvia que cayó luego del mediodía no dispersó a la muchedumbre. Entre la gente que transitaba se notaba la presencia de numerosos elementos obreros que hablaban de la trascendencia y la significación de la fecha”. Ese año, uno de los actos fue organizado por “26 sociedades gremiales y 6 centros anarquistas”. (3)

La represión a la huelga en la Patagonia

Las conmemoraciones de 1921 y 1922 se hicieron bajo las consignas de repudio a la represión desatada en la Patagonia contra los obreros en huelga, decretándose el paro general en solidaridad con los peones rurales del sur del país que estaban siendo masacrados por el Teniente General Varela. Las manifestaciones de los gremios y partidos políticos estuvieron muy concurridas, y los sindicatos anarquistas en 1922, hicieron conocer su repudio con un extenso documento.

Con el tiempo, al aumentar la influencia de anarquistas, socialistas y comunistas en la clase obrera, los actos sumaron adherentes. Las manifestaciones proletarias iban creciendo, llegando en 1922 a sumar 10 columnas de distintos puntos de la ciudad. A la vez, durante 1929, el Partido Socialista, anunció que en la Provincia de Santa Fe efectuaría 17 actos, 3 veladas artísticas y 14 mitines.

Los lugares elegidos para los actos continuaron siendo la plaza López para la Federación Obrera Rosarina; plaza Sarmiento para el partido Socialista, plaza San Martín para otros gremios, como también el Parque Independencia o la plaza 25 de mayo. En muy pocas ocasiones se realizaron en locales sindicales, como en 1925 cuando la Unión Obrera Local lo hizo en su sede de 9 de Julio y Corrientes.

Ferdinando Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti

La solidaridad internacional, que se había reflejado en las jornadas entre 1914-18, durante la primera guerra mundial, volvió cuando los obreros anarquistas Ferdinando Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti fueron condenados a muerte en EEUU. En nuestro país y en Rosario, las muestras de solidaridad fueron múltiples. Para el 1º de mayo de 1927, los pronunciamientos fueron varios, aprobándose en las asambleas obreras una serie de paros generales, que se concretaron entre julio y agosto.

Los festivales y veladas artísticas fueron una particularidad de las celebraciones en esos años. Generalmente se los realizaba la noche del 30 de abril o luego de los actos. La concurrencia era masiva, los programas extensos, los cuales incluían obras de teatro, recitado de poesías, películas con temáticas sociales, actuaciones de músicos, y se entonaban los himnos obreros.

Mientras que a nivel nacional, en 1925 el presidente Alvear resolvió a través de un decreto firmado el 27 de abril, declarar día de fiesta y feriado en toda la República. Posteriormente, el presidente Yrigoyen, para el 1º de mayo de 1930, meses antes del golpe militar, decretaba también fiesta en todo el país, ya que “que es universalmente tradicional el 1º de mayo, como descanso al trabajo”. A su vez el intendente de Rosario, haciéndose eco de la iniciativa del ejecutivo nacional, determinó que “habiéndose declarado feriado por el Superior Gobierno de la Nación el día 1º de Mayo consagrado tradicionalmente como descanso al trabajo el Intendente Municipal decreta: Art. 1: Clausúrase las oficinas municipales durante el día 1º de mayo con excepción de las que prestan servicios permanentes”.

Los años 30

Las conmemoraciones durante la “década infame”, tuvieron características singulares y con distintas variantes. A los tradicionales convocantes como los gremios agrupados en la Federación Obrera Local Rosarina, Partido Socialista, Partido Comunista o anarquistas, se sumaron nuevos agrupamientos gremiales, políticos y distintas instituciones. Es así que lo hicieron desde la Alianza Libertaria, Asociación Anarquista, pasando por el Comité Frente Único, posteriormente Comité Frente Único Pro 1º de Mayo, hasta partidos como la UCR, o el PDP, o instituciones como la Acción Católica Argentina y el Circulo Católico de Obreros.

Desde el gobierno provincial, durante 1932, a través del Ministerio de Educación, se impartieron instrucciones para conmemorar el “día del trabajo”. El Inspector General de Escuelas dirigió una circular a los colegios sobre el significado del 1º de Mayo, disponiendo que se dictaran clase alusivas, y comentarios del aniversario, enviando este temario sobre los que deberían basarse:

1.-Presentar el significado humano de la fiesta del trabajo, destinando a ennoblecer la memoria de los que bregaron por alcanzar una mayor justicia social.

2.-A dignificar la vida de los hombres modestos del trabajo, obreros, empleados, campesinos.

3.-Enseñar los efectos poderosos de su acción, así como la de los miembros más conspicuos sabios y artistas en la historia del pueblo argentino, especialmente de la provincia.

4.-Ensalzar la importancia del trabajo mismo y de su influencia moralizadora.

5.-Mostrar la interdependencia de las naciones en cuanto se refiere a las consecuencias del trabajo señalando como el gran factor de aproximación de los pueblos.

6.-Destacar la importancia del trabajo escolar”. (4)

Conmemoración de la victoria en las elecciones durante la República

En 1936, se produjo el acuerdo de varias fuerzas gremiales y políticas para realizar conjuntamente la conmemoración. Por una parte, el alza de las luchas de la clase obrera y el despertar de las actividades políticas por las libertades democráticas, contra el fraude, de repudio a las dictaduras, sumado a las posturas antifascistas, forjaron el entendimiento. El acto fue organizado por el “Comité Sindical Pro 1º de Mayo”, al que adhirieron numerosos sindicatos, y los partidos Socialista, Comunista, Demócrata Progresista, UCR, distintas instituciones, plegándose por primera vez la Federación Universitaria del Litoral, alcanzando el mayor éxito del periodo. Durante el recorrido de la columna, que iba precedida por numerosos ciclistas, se “notaba gran entusiasmo y se escucharon vivas al Frente Popular, a las libertades democráticas y a la libertad de los presos sociales, los aplausos fueron particularmente notables frente al Centro Español y al Consulado Español desde el cual se respondió entusiastamente a la manifestación, festejándose el triunfo del Frente Popular y la izquierda en ese país”.

Desde el año 1939 hasta el surgimiento del peronismo, la Acción Católica Argentina y el Circulo Católico de Obreros, en una clara actividad militante, realizaron una serie de actos para adherirse a “la jornada de los trabajadores” y conmemorar la aparición de las Encíclicas “Quadragesimo Anno” (1931) y “Rerum Novarum” (1891) de los pontífices Pío XI y León XVIII, que hacen referencia a la posición de la iglesia frente al capitalismo y la cuestión social. Distintas columnas partían desde las parroquias, marchando por las calles de la ciudad, realizando los actos en Plaza Sarmiento, con asistencias masivas. Se escucharon distintos discursos, desde gremialistas hasta monseñor Caggiano o monseñor De Andrea, Obispo de Tennor o de dirigentes católicos, que hacían referencia a la doctrina social de la Iglesia, la necesidad del salario mínimo y salario familiar, y se sostenía que “el trabajo es una actividad material que no puede negarse a ningún hombre”, se advertía sobre “los peligros de los totalitarismos” y “la degradación de la familia producto de la desocupación”.

Encíclica “Quadragesimo Anno”, doctrina de la Iglesia contra el comunismo

La primera vez que erigieron una tribuna en la vía pública, fue en 1939. Tres masivas columnas se concentraron en la Plaza Sarmiento. Los asistentes portaban carteles, saludando y reivindicando las encíclicas sociales, y entonaron tanto el Himno Nacional como el de los Círculos Católicos. Los oradores fueron varios, un obrero portuario, el representante de la Sociedad de Resistencia Autónoma, planteó “los perjuicios de la pala mecánica para los obreros portuarios, y la necesidad del salario mínimo y del salario familiar” finalizó el Director del Secretariado Económico de la Acción Católica. La jerarquía eclesiástica y del Jefe de Policía dieron su apoyo al evento, finalizándose con la lectura de parte de la encíclica Rerum Novarum. (5)

Las demandas obreras fueron variando, oscilando entre reivindicaciones económicas, petitorios políticos y pronunciamientos internacionales. En el año 1932, la Asociación Anarquista, que adhirió a la manifestación publica de la Federación Obrera Local Rosarina, abogaba por estos requerimientos: La supresión del presidio de Ushuaia, Por la jornada de seis horas, Libertad de Prensa social. (6)

Ese año, varios gremios, reclamaron con este comunicado “Ocho horas de trabajo para adultos en trabajo diurno y seis en trabajo nocturno y en las industrias insalubres. El ciclo semanal será de cinco días como máximo. Vacaciones anuales con goce de sueldos. La jornada de trabajo es el conducto comunicante entre las clases sociales. A medida que esta comunicación se amplía en el sentido de aliviar el peso del trabajo social a los productores, las clases tienden a nivelarse por su natural gravitación.(...) La muchedumbre que desborda los presupuestos oficiales y de las grandes empresas capitalistas, así como la que vegeta al margen de la ley, moral y materialmente, son el fruto de haberse establecido barrera al trabajo productivo. Este trabajo es el bien supremo, sobre él descansa el bienestar de todos y no debe permanecer en manos de un reducido grupo de la comunidad el poder de impedirlo, si no se efectúa de acuerdo con su egoísmo, contrario a los intereses generales….”. (7)

Portada de La Vanguardia en 1936: huelga y represión

Fueron numerosas las prohibiciones en este periodo, principalmente para anarquistas y comunistas. Los militantes de ambos agrupamientos fueron perseguidos, encarcelados, torturados, deportados y fusilados. Durante 1933, los actos no pudieron realizarse en la vía pública por el estado de sitio decretado por los alzamientos radicales, pero militantes del Partido Comunista realizaron actos relámpagos en varias zonas de la ciudad, mientras la policía patrullaba intensamente las calles y plazas céntricas.

Los cambios con el peronismo

A partir de 1945 cambiaría el sentido y el significado de los actos del primero de mayo, para la clase obrera y amplios sectores de la sociedad. Con el peronismo, pasó a ser “día de fiesta” y este carácter se fue acentuando cada vez más al concretarse los beneficios en favor de los trabajadores. Ese día, con el tiempo fue uno de los pilares de la liturgia peronista. Cada año se producían grandes actos populares en todo el país. En Buenos Aires, se llevaba a cabo la concentración principal, la concurrencia era masiva, asistiendo delegaciones de los gremios de todo el país, en los cuales los discursos de Evita y Perón eran la parte principal del evento. Era la oportunidad de comunión más estrecha entre el líder y el pueblo peronista, era la instancia en que por un lado Perón daba cuenta de los logros de la revolución justicialista y por otra la clase obrera y los sectores populares mostraban el agradecimiento y la lealtad hacia el conductor de las transformaciones. La jornada de lucha pasó a ser día de fiesta, fue un día de reafirmación peronista. Atrás habían quedado los reclamos, los petitorios, todo fue apoyo y celebración.

1º de Mayo de 1955

Para los grupos políticos como los Partidos Socialista y Comunista, o los anarquistas, que tradicionalmente habían conmemorado de una u otra forma la fecha, a partir de los cambios que le introdujo el peronismo, fue un desafío cómo hacerlo. Por una parte, continuaron con sus actos, conferencias o veladas artísticas, en donde las declaraciones, comunicados, y discursos en las tribunas se centraron en criticar el sentido que le daba a la fecha el peronismo, rescatando su origen, el sentido con que nació en la convocatoria de 1889; además se criticaba al gobierno justicialista de distinta forma, pero el eje principal estaba en que las transformaciones que se estaban concretando en el país eran sólo reformas a la sociedad capitalista.

Los actos de la CGT se realizaban frente al local de la Secretaría de Trabajo y Previsión o en el parque Independencia en la intersección de Cochabamba y Oroño, lugar que se transformaría en histórico para el justicialismo. Luego de escucharse radiofónicamente los mensajes de Perón y Evita, y de los dirigentes gremiales dónde se destacaban los logros de la "revolución justicialista". Luego se pasaba al espectáculo artístico que daba un colorido acorde al "día de fiesta y no de duelo" que se estaba evocando, dejando de lado los jornadas de lucha y reclamos.

Las congregaciones sindicales, contaban con la presencia de las delegaciones gremiales con sus pancartas identificatorias, se sumaban las delegaciones escolares con sus abanderados acompañados de sus maestros y profesores, y no faltaban el Jefe de Policía, legisladores provinciales y nacionales, el secretario de gobierno de la municipalidad, autoridades eclesiásticas y en varias ocasiones el gobernador de la provincia, quien dirigía la palabra al final de la celebración. El escenario siempre fue adornado con banderas argentinas y cuadros de Perón y Evita.

El desarrollo de los actos, se daba con este programa, primeramente se entonaba el Himno Nacional, posteriormente la Marcha Peronista, y la canción de la CGT, para luego dar espacio a los discursos de los dirigentes gremiales designados. Posteriormente, llegaba el momento más esperado como era la transmisión radiofónica de los discursos de Perón, Evita y del Secretario de la CGT nacional desde Buenos Aires. Los números artísticos estaban a cargo de miembros del Sindicato de Músicos o del Sindicato Argentino del Espectáculo Publico, luego fuegos artificiales y en algunas ocasiones se terminaba con un baile popular. Por otra parte, la CGT en varias ocasiones, fletó trenes a Buenos Aires para el acto central.

Como en diversos aniversarios, en 1947, se realizaron varias reuniones, todas con gran éxito, como lo demuestran las "cifras brindadas por la policía", qué decían que los socialistas en Plaza San Martín con la presencia de Alfredo Palacios congregaron a 4000 personas; a su vez los sindicatos con la CGT convocaron a 1300; al acto del Partido Comunista asistieron 1000 militantes y el de los anarquistas de la FORA 400.

Desde ayer varios obreros tratan de superar un récord de producción”, titulaba La Capital, el 2 de mayo de 1951, informando que cuatro obreros de la Sociedad Anónima Talleres Belgrano, trataban de batir un récord mundial de producción, como una adhesión al día de los trabajadores, a requerimiento del Presidente de la Nación. Los operarios Rodolfo Fernández (26 años), Juan Raimundi (26), Salvador Di Giorgio (23), Vicente Dolci (19), trabajaron desde las 7 hs del 1º de mayo hasta las 24hs del 7 de mayo y lograron la meta de batir el récord buscado. Se dedicaban al armado de cerraduras, siendo el promedio de un equipo de 4 hombres de 32 unidades por hora. La prueba fue auspiciada por la UOM y la CGT, y para acompañar a los obreros en su tarea se lo hizo con distintas orquestas y cantores populares, sumándose el público que los alentaba las veinticuatro horas. (22) Hubo otros intentos de batir marcas de producción en varias fábricas de calzados, repitiéndose la experiencia en Santa Fe y Buenos Aires. Por otra parte varios concejales rosarinos presentaron un proyecto para premiar a los obreros. Finalmente, la prensa informó que “Obreros rosarinos lograron el récord de producción, fabricando los obreros metalúrgicos más de 5000 unidades de cerraduras, en 161 hs de trabajo”. De esa manera, los trabajadores conmemoraron el primero de mayo trabajando, de una manera especial. (8)

Prohibiciones, represión y el 1º de Mayo

Casi un año llevaba el gobierno de la autodenominada “Revolución Libertadora”, cuando los trabajadores y distintos agrupamientos políticos y gremiales se disponían a conmemorar el 1º de mayo en 1956.  Todos los partidos políticos estaban autorizados a realizar los actos programados, menos los partidarios del Peronismo y los gremios del mismo signo. Ese año fueron muchas las reuniones, audiciones radiales, declaraciones, editoriales, manifiestos, definiciones, destacándose la Pastoral Colectiva del Episcopado, dada a conocer por el Obispo de Rosario y hasta los golpistas emitieron comunicados. Las reparticiones municipales tuvieron asueto por una resolución del Comisionado Municipal.

Los dictadores Isaac Rojas y Pedro Eugenio Aramburu

Por su parte, el Interventor de la CGT, Capitán de Navío Alberto Patrón Laplacette, dirigió un mensaje radial para todo el país, afirmando que “Todos sabemos por qué fue intervenida la CGT. Triunfante la Revolución que, por ser pura, tal vez demasiado ingenua, los dirigentes sindicales que medraron al amparo del régimen depuesto, esos dirigentes, llenos de culpas y de dinero mal habido, arrastran a sus compañeros a una huelga general política. Esa huelga que nació muerta, que no tuvo calor popular, que podía haber perturbado aun más la marcha del país, ya exhausto por diez años de saqueos, originó como digo, la intervención de la central obrera y sus organismos”.

Al año siguiente, cuando la ofensiva de los golpistas y los “revanchistas” continuaban su labor contra la clase obrera y las organizaciones sindicales; un sector del movimiento obrero a comienzos de 1957, creó la “Comisión Intersindical de Gremios Normalizados”, que decidió parar el 1º de mayo realizar en todo el país actos públicos. En Rosario, la Intersindical lo realizó en Urquiza y Sargento Cabral, y la asamblea sindical se hizo bajo el lema “Por una Central Única, la CGT, y su inmediata entrega a los trabajadores”.

Las conmemoraciones durante el gobierno de Frondizi

Los primeros de mayo durante la administración nacional de Frondizi tuvieron características cambiantes cada año, según iba variando la situación política y social. Si bien en todos ellos hubo distintos actos, reuniones, declaraciones, los tonos y reclamos aumentaron, las actitudes de unos y otros fueron mudando, tanto desde el gobierno como desde los gremios y los partidos políticos. A un año de la asunción de Frondizi, a pesar de que el ejecutivo nacional había decidido tanto aumentos de los salarios como una amnistía general, la relación del gobierno con el movimiento obrero se fue deteriorando. Ante ese panorama, los actos del primero de mayo en 1959 fueron diversos, por una parte los “32 Gremios Democráticos Mayoritarios” realizaron el suyo en el salón del Circulo Católico de Obreros, en donde los oradores fueron Rubén H. Martínez, Pedro Oggini, José Grunfeld, Alberto Sosa y Luis Hernández. Este último expresó que “las medidas adoptadas por el Estado dejaron a la voracidad capitalista nacional y extranjera el campo libre para nutrir sus desmedidas ambiciones, haciendo pasar exclusivamente sobre los trabajadores la situación creada por los encargados de las finanzas”. También hubo duras críticas a la persecución y a los condenados por haber actuado en contra de la dictadura y criticas a la ley de Asociaciones Profesionales.

La CGT eligió el tradicional sitio de los eventos en la década peronista, o sea Boulevard Oroño y Cochabamba. A pesar de la lluvia, una cantidad considerable de asistentes concurrieron al acto con carteles que proclamaban “Ni yankees ni rojos en la Argentina”, y de los gremios UOM Sección Rosario, Sindicato Trabajadores Municipales, Unión Obrera Textil. Ese día los estribillos coreados fueron “Perón-Evita”, “Viva Perón”, “CGT presente” y se entonó la Marcha Peronista. Uno de los locutores manifestó que “mañana la prensa comentará que se canto 'una conocida marcha'”. Los discursos estuvieron a cargo por el Sindicato de Músicos el Sr. José Jonte, por los bancarios el Sr. Gritti, por la CGT el secretario Sr. Américo Pedernera. A su turno el orador designado por la CGT volvió a expresar que “mañana la prensa al servicio del imperialismo dirá que se entonaron estribillos políticos de un sector que está proscripto”.

El gobierno nacional aprobó la Ley de Organización de la Nación para Tiempos de Guerra, y en marzo de 1960 decreto la aplicación del Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado), que permitía “dividir el país en zonas de operaciones”, y a partir de esa fecha los actos de terrorismo y similares ser sometidos a la jurisdicción de los tribunales militares. El artículo 15 preveía la aplicación de la ley marcial, que implicaba previo juicio sumarísimo el fusilamiento de las personas halladas culpables de actos de terrorismo. Todo esto complicó las conmemoraciones del primero de mayo.

Plan Conintes

En 1960, el acto de la CGT fue organizado por la “Comisión Sindical Pro Acto Único del 1º de Mayo”, de la que participaron las “62 Organizaciones”, el MUCS, la Unión Ferroviaria, SUPA, UTA y otros sindicatos independientes, los cuales acordaron una convocatoria con ocho puntos que condensaban sus aspiraciones fundamentales:

1.-Levantamiento del Estado de Sitio, derogación del Plan Conintes y demás medidas represivas

2.-Estricto cumplimiento de la Constitución Nacional

3.-Libertad de todos los presos gremiales y sociales

4.-Anulación del plan económico del gobierno

5.-Defensa del sistema de previsión Social argentino y vigencia de la Ley 14.499

6.-Contra las intervenciones sindicales

7.-Contra la carestía de la vida

8.-Discusión inmediata de los convenios laborales

Illia y el 1º de Mayo

Los actos durante el gobierno de Arturo Illia se hicieron bajo el Plan de Lucha de la CGT, que constó de cuatro etapas. El 1º de mayo de 1964, se reunió el Comité Central Confederal, de la CGT, el cual aprobó “poner en ejecución la segunda etapa del plan de lucha”. Las masivas ocupaciones de fábricas se desarrollaron a lo largo de siete operativos, entre el 21 de mayo y el 24 de junio de 1964. Las jornadas elegidas fueron el 21, 27, y 29 de mayo, 2, 3, 5, 18 y 24 de junio, en las cuales según datos de la CGT, 3.913.000 trabajadores ocuparon 11.000 establecimientos.

Para 1965, la CGT Rosario programó un plenario para el 28 de abril, con el siguiente temario: organización del acto del día 1º, la puesta en marcha de la 5ta etapa del Plan de Lucha y la designación de los oradores para el acto. Posteriormente hizo una exhortación de evitar actos de violencia durante la conmemoración.

La secretaría de prensa de la CGT, por una parte invito a los trabajadores a escuchar el primero de mayo por LT3 la audición “Noticia Gremial” donde fue reporteado el delegado regional Héctor Quagliaro, que se refirió al significado de la fecha, y además dio a conocer una declaración: “Saludo fraternalmente a todos quienes, día a día, elaboran la riqueza de la patria, sin olvidar a quienes ofrendaron sus vidas en holocausto a la sublime causa de los trabajadores. Este 1º de mayo encuentra a los trabajadores y al pueblo todo ante un incierto futuro. Es por ello que hemos de iniciar otra etapa de lucha, en procura de lograr a buen plazo la vigencia de una auténtica justicia social que acredite la felicidad y el bienestar de los argentinos. Es entonces doblemente trascendental esta recordación en momentos en que la CGT, plenamente identificada con los intereses y aspiraciones del pueblo de nuestra patria, reclama de todos el aporte solidario por ver convertida pronto la tan ansiada recuperación nacional, para lograr así, parafraseando nuestro himno, una nueva y gloriosa Nación”. A la vez, las 62 Organizaciones expresaron “Que este 1º de mayo adquiere especial significación por que indica la iniciación de la quinta etapa del Plan de Lucha de la CGT”.

La concentración organizada por la CGT, se realizó en Corrientes y Pellegrini, a la que asistieron más de 2000 personas, vigiladas por un fuerte dispositivo de policías, gendarmes, y guardia de infantería. Los oradores designados fueron Isidro Sosa Laurich, cervecero, Antonio San Miguel, textil, Roberto Mansilla, metalúrgico, Mario Aguirre, Federación Trabajadores del Estado, y Héctor Quagliaro, delegado regional de la CGT. Las adhesiones fueron de distintos gremios y partidos políticos, como la Sociedad Obreros Panaderos, Agrupación “Juan A. Bramuglia “de la Unión Popular, Sindicato Unido Personal de Tribunales, Consejo Departamental del PJ, UOCRA, Juventud Peronista, Partido del Trabajo y el Progreso. Las fuerzas de seguridad detuvieron a 5 personas por repartir “panfletos de ideología comunista”, y por infracción al código de faltas.

Años de represión

Las conmemoraciones en el periodo entre 1966 y 1973, reflejaron claramente la situación, el estado de ánimo y las luchas de la clase obrera y el pueblo en esos años de la dictadura de Onganía, Levingston y Lanusse. Las evocaciones, fueron desde un comienzo expectante en 1967, hasta alcanzar un alto grado de combatividad en 1968, 1969 y 1972, con un interregno entre 1970 y 1971, para alcanzar un estado de júbilo en 1973, cuando ya habían pasado las elecciones del 11 de marzo y se estaba a días de la asunción del gobierno popular y la retirada de los militares, tras el rotundo fracaso iniciado en 1966.

Héctor Quagliaro, secretario general de la CGT de los Argentinos en la región Rosario

En 1968, el acto de Rosario fue el más importante del movimiento obrero en ese año. El 1º de mayo, el clima en la ciudad era de tensión, que se puso de manifiesto en las primeras horas de la tarde, al apostarse una fuerte vigilancia policial en la zona céntrica y especialmente en la Plaza Pringles, lugar elegido para la concentración. La Jefatura de Policía en forma reiterada había advertido que el acto estaba prohibido y que sólo iba a permitir su realización en un local cerrado, por lo cual debían abstenerse de realizarlo en dicha plaza. La central obrera había presentado un recurso de amparo, que fue resuelto favorablemente, autorizando la realización del evento programado, indicándole a la policía que “debía abstenerse de obstruir, impedir u obstaculizar de cualquier forma su realización”. (9)

El dispositivo policial incluyó un amplio despliegue de la Guardia de Infantería, Comando Radioeléctrico, Guardia de Seguridad de Caballería, policías de civil y uniforme que recorrían las calles, desviando el tránsito de automóviles y peatones, impidiendo que se acercaran a la Plaza Pringles o al local de la CGT. Los primeros incidentes se produjeron cuando la policía agredió a un periodista de La Capital. En el local de la central obrera se congregaron dirigentes nacionales y locales, a los que se sumaron militantes sindicales y políticos.

A las 16 hs, Héctor Quagliaro, Secretario General de la CGT de los Argentinos, se dirigió a los presentes, señalándoles que dadas las condiciones creadas y la prohibición policial, se dirigirían por calle Córdoba hasta donde se produjera el contacto con la policía para notificarse de la orden oficial y que existía el propósito de labrar un acta haciendo constar ese medida policial en contraposición con la sustentada por la justicia. De tal modo, encolumnados en grupos que iban por la acera, en forma ordenada, marchando al frente los dirigentes nacionales y locales y los asesores letrados, se encaminaron hacia la plaza, por la vereda impar. El paso por la Plaza San Martín y la cuadra restante se hizo sin que surgieran inconvenientes, pero a la altura de Córdoba al 1700, en un rápido despliegue se hizo presente la policía, al mando del comisario Inspector Jorge A. Barrionuevo, Subjefe de la División Seguridad, quien a viva voz ordenó a los manifestantes dispersarse y retroceder. El dirigente Acrausi, le respondió que “se iba a ejercer el derecho establecido por la Constitución Nacional y que estaba autorizado por una resolución judicial”, a lo que el funcionario policial contestó “yo le doy una orden y hay que cumplirla”. En ese momento comenzaron a entonarse los estribillos “Viva el 1º de mayo”, “Patria sí, colonia no”, lo cual motivó que los efectivos policiales de infantería y caballería con sables y bastones cargaran sobre los manifestantes, deteniéndose a varios dirigentes, entre ellos Antonio Arrausi, del Sindicato de Viajantes de Capital Federal. Un grupo de jóvenes arrojó volantes del Movimiento de Liberación Nacional, llamando a “la clase trabajadora a la lucha organizada en procura de una CGT combativa y por la creación de una tendencia nacionalista y clasista”. (10)

Mario “el negro” Aguirre, de ATE

Ante la imposibilidad de concretar el acto en la Plaza Pringles, se decidió realizarlo en el interior del local de la central obrera. Fue así que en el patio se concentraron los presentes y se improviso una tribuna que ocupo en primer termino Héctor Quagliaro, luego ocuparon la tribuna Miguel Espósito, por los ferroviarios, Alfredo Letis, integrante del consejo directivo de la CGT nacional, A. Fernández del Sindicato de Panaderos, Mario Aguirre de ATE, y Julio Guillán, secretario gremial y del interior de la CGT. Todos exaltaron la significación de la fecha y reafirmaron los lineamientos del movimiento obrero. Luego del acto, fuerzas policiales se apostaron ante las puertas de la central obrera, impartiendo la orden de permanecer dentro del local e impidiendo la salida, incluyendo a los abogados laborales y a los periodistas. Se trató de localizar al juez de turno a los efectos de lograr la libertad de las personas reunidas, que sumaban más de cien. Logran comunicarse con el Dr. Jorge Dana Crespo, Juez de Instrucción de turno, quien prometió hacerse presente de inmediato. Al no hacerlo, los abogados de la central obrera, se comunicaron con el presidente de la Corte Suprema, Dr. Raúl Sala, el cual contestó que “la corte no puede intervenir en dicho conflicto porque lo impide la Constitución”. (9)

Los asesores letrados Dr. Eduardo Zanella, José E. Beristain, Ángel Font, Jorge M. Amiune, se comunicaron con la secretaria del Juzgado del Trabajo, de la 2da Nominación, Dra. Celeste Bugní, quien se hizo presente para comprobar la situación. Mientras tanto, la Unión Viajantes Rosario, había presentado un recurso de “Habeas Corpus” ante el Juez del Trabajo, solicitando la libertad de los detenidos en la Jefatura de Policía y el local de calle Córdoba. La resolución del magistrado fue la siguiente “….líbrase oficio al señor Jefe de Policía de la ciudad de Rosario a los fines de que disponga la inmediata libertad de las personas privadas de ella si no hubiera causa legal o en su caso informe -dentro del perentorio término de dos horas- …”. Pese a la resolución judicial la situación no varió en nada, y luego de varias negociaciones entre los sindicalistas y la policía, se llegó a un acuerdo, por el cual los obreros y políticos comenzaron a abandonar el local, siendo conducidos a la seccional quinta para su identificación y posterior puesta en libertad. El juez del Trabajo, Dr. Eduardo Veiga, apercibió el Jefe de Policía, señalando que su actitud lesionaba “el debido respeto a la magistratura al no acatar la orden judicial firme y consentido, y que de acuerdo a la legislación vigente la policía debe ser auxiliar de la justicia y tiene la obligación de acatar los fallos judiciales”. (11)

Luis Pujals sería luego militante del ERP y uno de los primeros desaparecidos de la Argentina (1971)

Al ser sancionado el Jefe de Policía justifico en un comunicado tragicómico su accionar “que tras ser debidamente identificadas las personas que se hallaban en el interior de la central obrera local, se estableció que todas ellas no representaban al gremialismo en sí, sino que entre las mismas estaban numerosos “elementos endilgados e integrantes de activas células y fracciones extremistas y políticas como ser, Lisandro Viale, ex diputado provincial de la ex Ucri, participa de la comisión de solidaridad de la Revolución Cubana, integrante del llamado frente por un plan mínimo y de una formula única (pantalla del PC) habiendo viajado a Cuba (…), Luis Pujals, ex dirigente del ex Partido de los Trabajadores, izquierda línea Pekín,….(…) Héctor Caballero activo dirigente del movimiento estudiantil, izquierdista, conocido agitador estudiantil, (…) Miguel Díaz, dirigente del ex Partido Comunista, fue candidato a concejal de aquella agrupación, (..) Mario Aguirre, político gremial, Eduardo Zanella, asesor letrado de la CGT, activo dirigente estudiantil del movimiento juvenil peronista (…) Héctor Quagliaro, político gremial, (sigue la lista) todos los cuales evidentemente persiguen fines totalmente opuestos a la fecha y con los fines de perturbar la tranquilidad, el orden y confundir a la ciudadanía como lo prueban los panfletos arrojados en la oportunidad”. (12)

Para el primero de mayo de 1973, el panorama del país era de euforia y efervescencia política, por eso fueron varios los actos, comunicados, declaraciones, mientras se esperaba con expectativa el 25, día elegido para la asunción del gobierno popular. Los obreros del transporte y del comercio dispusieron un paro para ese día.

Los miembros de la CGT se reunieron en el local de la UOM, donde dieron a conocer un comunicado en el cual se describía el clima reinante entre los trabajadores y las perspectivas del país. El Partido Socialista Popular organizó un locro de camaradería, convocando con un documento en el cual reseño la celebración desde 1890, destacando la universalidad de su significado, su renovada expresión reivindicativa para hacer referencia a los últimos comicios. Los otros actos, los organizaron el PSD, Ateneo Judeo Argentino, Unión Socialista Libertaria. A la vez el sindicato de Empleados de Comercio, programo una reunión en su local en donde el grupo Aquelarre interpretó poemas y el alegato de Vanzetti.

Los comunicados los emitieron la UOCRA, Conductores Navales, Círculo Católico de Obreros, PSD, Empleados de Comercio, y una solicitada de las 62 Organizaciones peronistas, y las 62 Organizaciones autenticas de Rosario, donde se analiza los actos previos al gobierno peronista y los posteriores, finalizando con estos conceptos “Estos últimos 18 años los trabajadores vieron perder su salario real y desaparecieron su conquistas. En la CGT reside la verdadera representatividad más consciente de los trabajadores argentinos”. Destacando que iniciaba una nueva etapa, “que será definitivamente de liberación y social”. (13)

El Movimiento de las Comisiones Obreras, organización clasista con actividades en la ciudad y en la zona norte del Gran Rosario propagandizó un documento, a través del cual afirmaban que “No es nuestro objetivo historiar el 1º de mayo sino simplemente retomar su contenido histórico. Hoy nuestra clase inclina sus banderas de lucha y recuerda los nombres de los asesinados el 11 de noviembre de 1887: George Engel, Michael Schwab, Louis Lingg, Adolph Fischer, Samuel Fielden, Oscar Neebe, Albert Parsons, August Spies. Estos nombres son símbolos del antagonismo histórico entre el trabajo y el capital, y el 1º de mayo, fecha en que comenzaron las luchas que tuvieron ese trágico epílogo, no es entonces para nuestra clase un día de “fiesta del trabajo” en el que obreros y capitalistas se dan la mano como estos últimos quieren hacernos creer. Por el contrario es un Día Internacional de Lucha de la clase obrera contra la explotación y la opresión, (…). Aprovechamos este 1º de mayo de 1973, para rendir nuestro modesto homenaje a todos los trabajadores caídos en el histórico enfrentamiento de clases, pero en primer lugar y con la mirada puesta en el futuro, aspiramos a que constituya un momento para dar un paso más, en el camino de unificar las fuerzas de nuestra clase para enfrentar la explotación del Capital, que recae cada vez más crudamente sobre nuestras espaldas, tras un lema que dé contenido a nuestra lucha: clase contra clase. ¡POR UN 1º DE MAYO QUE REFUERCE NUESTRA EXIGENCIA Y LUCHA! Por un aumento general de salarios no menor de $ 100.000; un salario mínimo de $ 180.000 para que las 8 hs puedan hacerse realidad, por la reincorporación de todos los cesanteados y la solución al problema de la desocupación, por el levantamiento de las intervenciones sindicales y la independencia de los sindicatos de toda injerencia patronal y estatal, por la solución de los problemas de la salud, la educación y la vivienda. Por la Liberación de todos los presos políticos, por la derogación del estado de sitio, pena de muerte, ley anticomunista, estatuto de la “Revolución Argentina”. Por la investigación y juicio público de todos los funcionarios de la “Revolución Argentina”, de los secuestros y torturas. Contra los condicionamientos y el golpismo militar que sigue acechando”.

“¡¡NO PUEDE HABER UNA SOCIEDAD “HUMANISTA Y SOLIDARIA”, CUANDO UNOS EXPLOTAN Y OTROS SON EXPLOTADOS!! ¡¡POR UN 1º DE MAYO DE SOLIDARIDAD DE CLASE PARA LUCHAR CONTRA LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA, ORGANIZAR EN TODAS LAS REGIONES DEL PAIS MOVIMIENTOS SOBRE LA BASE DE ESTOS PRINCIPIOS CLASISTAS!! MOVIMIENTO DE LAS COMISIONES OBRERAS 25 DE ABRIL DE 1973”. (14)

Leónicas F. Ceruti, historiador

CITAS

1.-La Capital, 6 de mayo de 1910, pág. 2.

2.-La Capital, 1 de mayo de 1918, pág. 4.

3.-La Capital, 2 de mayo de 1919, pág. 4.

4.-La Capital, 28 de abril de 1932, pág. 4.

5.-La Capital, 2 de mayo de 1939, Segunda Sección, pág. 1.

6.-La Capital, 28 de abril de 1932, pág. 4.

7.- López, Antonio, op. cit.

8.-La Capital, 8 de mayo de 1951, pág. 3.

9.-La Capital, 30 de abril de 1956, pág. 5.

10.- La Capital, 2 de mayo de 1968, pág. 1 y 3.

11.- La Capital, 2 de mayo de 1968, pág. 1 y 3.

12.- La Capital, 3 de mayo de 1968, pág. 5.

13.- La Capital, 30 de abril de 1973, pág. 5.

14.- Documento Comisiones Obreras

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