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Fractura expuesta de CGT y nuevo paro
Por Mariano Martín - Wednesday, Aug. 23, 2017 at 12:25 PM

• ACTO EN PLAZA DE MAYO CON AUSENCIAS DE PESO EN EL PALCO

Miércoles 23 de Agosto de 2017 | Al sector de Moyano le alcanzó con aliados, la CTA y la izquierda para colmar la plaza y lanzar un plan de lucha que los “gordos” resistirán.

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Huecos. El orador Juan Carlos Schmid y el camionero Pablo Moyano, presencias destacadas en un palco al que le faltaron dirigentes de peso.

La CGT expuso ayer una nueva fractura interna con un acto en la Plaza de Mayo, donde el sector que orienta Hugo Moyano alcanzó a lanzar otro plan de medidas de fuerza a resolver dentro de un mes con la eventual convocatoria al segundo paro general contra la administración de Mauricio Macri. Lo hizo el portuario Juan Carlos Schmid, referente de ese espacio y miembro del triunvirato de líderes de la central, al frente de un palco raleado de dirigentes fruto de la tensión interna que sólo promete crecer en los próximos días, tal como había anticipado este diario.

Ante una plaza colmada de manifestantes de algunos gremios de CGT, adherentes a las dos CTA y miembros de organizaciones sociales pero lejos de anteriores convocatorias masivas-, Schmid anunció el llamado al Comité Central Confederal, una suerte de parlamento obrero, para el 25 de septiembre con el objetivo de resolver una huelga nacional así como reuniones plenarias de organizaciones del interior y contactos con legisladores "y todas las medidas que sea necesarias para defender el interés nacional y el de todos los trabajadores", destacó el portuario.

El acto estuvo signado por la brevedad: su comienzo estaba previsto para las 15 y exactamente a esa hora terminó, como método para prevenir eventuales incidentes como los que empañaron la marcha callejera previa del 7 de marzo último. Para entonces ya se habían enfrentado dos grupos de camioneros por un lugar más cercano al palco. Mientras los organizadores daban cuenta de la participación de más de 200 mil personas, observadores externos y dirigentes de sectores disidentes la redujeron a 50 mil manifestantes.

Más allá de los números la visión del palco fue la que desnudó la ruptura de hecho de la CGT: además de Schmid y de Pablo Moyano, hijo mayor y lugarteniente del camionero, el escenario reunió a una veintena de dirigentes del Consejo Directivo, mientras que una quincena se ausentó o bien eligió participar del acto junto a su respectiva columna gremial. Entre este último grupo destacaron uno de los triunviros, Héctor Daer, quien permaneció debajo del palco junto a los afiliados de Sanidad, al igual que los metalúrgicos Francisco Gutiérrez (secretario de Interior de la CGT) y Antonio Caló, el mercantil Armando Cavalieri y el albañil Gerardo Martínez.

También fue ostensible la ausencia de los referentes del transporte Roberto Fernández (colectiveros, UTA) y Omar Maturano (ferroviarios, La Fraternidad), claves para garantizar la contundencia de un paro nacional.

En el ajedrez interno el relanzamiento de un plan de lucha se perfila complicado para el sector más confrontativo. Además de Moyano se ubica en ese espacio el gastronómico Luis Barrionuevo con sus aliados y el bancario Sergio Palazzo, referente de la Corriente Federal. En cambio, son renuentes a avanzar en esa línea los "gordos" Daer y Cavalieri pero también la UOM y los "independientes" Gerardo Martínez y José Luis Lingeri, aunque los desplazamientos de funcionarios ligados a esos sectores (ver aparte) pueden torcer esas posiciones. Mientras que Fernández y Maturano también buscan acercarse al Gobierno antes que rivalizarle.

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Macri echó a dos funcionarios ligados a gremios
Por Mariano Martín - Wednesday, Aug. 23, 2017 at 12:26 PM

 Macri echó a dos fu...
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Miércoles 23 de Agosto de 2017 | Fueron desplazados de sus cargos el viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, y el superintendente de Servicios de Salud, Luis Scervino, identificados con dos de los sectores participantes de la manifestación.

La respuesta más drástica del Gobierno a la marcha de la CGT se concretó dos horas después: fueron desplazados de sus cargos el viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, y el superintendente de Servicios de Salud, Luis Scervino, identificados con dos de los sectores participantes de la manifestación. En el caso de Sabor, su nominación había sido una concesión al gastronómico Luis Barrionuevo mientras que el hasta ayer mandamás de las obras sociales y las prepagas era considerado, a pesar de su perfil técnico, como un hombre de José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).

Los despidos representan la decisión más severa de la administración de Mauricio Macri contra los gremios tradicionales. En el caso particular de Scervino, el cargo que ocupaba implica la llave para unos 10 mil millones de pesos anuales en recursos para las obras sociales sindicales, además de la redistribución condicionada de otros 30 mil millones de pesos que el gobierno anterior había bloqueado y que en esta gestión comenzaban a destrabarse. Su reemplazante será Sandro Taricco, actual gerente general de la SSS y funcionario de confianza del ministro de Trabajo, Jorge Triaca. Taricco también es cercano a Graciela Ocaña, nueva estrella de Cambiemos como candidata a diputada nacional.

Sabor, por su parte, mantenía un perfil bajo por fricciones con Triaca y sólo continuaba en su puesto a instancias del compromiso inicial de Macri con Barrionuevo. El aliento del gastronómico a la movilización de ayer y a un agravamiento de la conflictividad determinó el despido de Sabor. Anoche estaba resuelto que su reemplazante será el actual director nacional de Asociaciones Sindicales, Horacio Pitrau, un abogado de formación penalista que en lo que va de gestión protagonizó varias intervenciones a gremios.

Ambos desplazamientos, aunque motivados por un arranque de furia de Macri con la CGT, fueron quirúrgicos: no golpean el vínculo del Gobierno con Hugo Moyano, principal promotor de la marcha a la Plaza de Mayo y aspirante a ser una vez más la mayor referencia de la central después de las elecciones, ni con los "gordos" de los grandes gremios de servicios, con peso específico suficiente para torcer el rumbo de un congreso sindical.

La salida de Scervino apunta, en particular, al corazón de los denominados "independientes" que en teoría mantienen históricamente un perfil oficialista. Junto a Lingeri integran ese grupo Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA) y Andrés Rodríguez (estatales de UPCN), este último un inesperado promotor de la renovada conflictividad sindical.

El ministro de Salud, Jorge Lemus, reunió ayer a las 19 al superintendente y a su número dos, Oscar Cochlar, para comunicarles que estaba tomada la decisión política de renunciarlos. Scervino, que antes de la SSS había sido director médico de la obra social del gremio de Lingeri y cofundador del influyente Instituto de Investigación Sanitaria de la Seguridad Social (IISSS), había sobrevivido a varios embates que incluyeron avances de Triaca en la búsqueda de un mayor control desde su área del reparto de fondos para las obras sociales. Cerca del funcionario eyectado anoche reconocían que en varias ocasiones habían intentado digitarle el manejo de recursos fuera de los criterios técnicos fijados por protocolo.

Scervino respondió anoche el llamado de este diario: "me voy agradecido con el Gobierno y satisfecho de haber hecho una gestión transparente. No me puedo hacer cargo de una decisión política que no tomé pero imagino que en el Ejecutivo tendrán sus razones. Lo cierto es que cumplimos con la ley (de distribución de fondos y tanto las obras sociales como las prepagas apoyaron nuestra gestión", remarcó.

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