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El colapso del índice de natalidad hace inviable la República Catalana
Por Carlos de Urabá - Tuesday, Dec. 19, 2017 at 8:04 AM
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La densidad de población actual no es suficiente para mantener vivo el procés pues sería necesario un gran incremento de los nacimientos (familias numerosas).

El colapso del índic...
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Según el Instituto de Estadística de Cataluña en el año 2016 se registraron 65.100 personas fallecidas y 68.634 nacimientos. Este es un dato extremadamente preocupante porque en el mundo rural las defunciones ya superan a los nacimientos. Por lo tanto el crecimiento poblacional es prácticamente cero. De esta manera tenemos que reconocer que el futuro de Cataluña como nación libre y soberana no es viable ante la falta de un relevo generacional efectivo. Si no se eleva la curva de natalidad el procés independentista corre un serio peligro.

El total de habitantes de Cataluña es de 7.551.176 (la provincia de Barcelona tiene 5.543.680, Girona 753.576, Lleida 434.041, Tarragona 792.299) y la densidad de población (en un territorio de 32.108 kilómetros cuadrados) es de 232 habitantes por kilómetro cuadrado (muy superior al resto de las comunidades autónomas españolas) el paro se ha estabilizado en un 12,5% (la EPA 2016) la población extranjera empadronada es de 1.038.455 (el 13,8% del total) -entre los que hay que incluir ciudadanos europeos. Los inmigrantes concentrados en la Barcelona metropolitana desde comienzos de siglo XXI han aumentado en un millón.

El segmento de población que va de los 45 años hasta los 90 años supera los 3.600.000 de habitantes. Estamos hablando de una población envejecida puesto que en la franja de 0 a 24 años se contabilizan 1.900.000 personas. Hay un gran déficit que solo se puede suplir con un severo incremento de la natalidad pero no existe aún un plan concreto a nivel institucional que haga frente a este desafío.

Los jubilados en Cataluña son 1.100.000 y las pensiones de viudedad 400.000 (para un total de 1.500.000) que necesitan cotizantes a la seguridad social para que se mantenga su funcionamiento (dentro de unas décadas los jubilados se duplicarán)

Cataluña es una país donde se inició la primera revolución industrial en España (fue una de las primeras regiones europeas que participó en la industrialización desde el primer momento) allá por el siglo XVIII siglo XIX. La era de la tecnología marca el origen del crecimiento económico moderno y un proceso de industrialización inédito muy parecido al modelo inglés con una mecanización y producción óptima. Cataluña es la región más europea de toda España. Cataluña tiene una renta per cápita de 28.590 (en el 2016), el PIB per cápita es del 27% -muy superior a la media española. Cataluña es el motor industrial y económico y representa el 20% del PIB español. 13 municipios catalanes están entre los 25 más ricos de España.

En las próximas elecciones a la Generalitat del día 21 de diciembre los votos independentistas -por las circunstancias políticas a raíz de la aplicación del 155 de la Constitución- van a llegar a su máximo histórico. Este es un tope muy difícil de superar pues la cantera de votantes se ha agotado. Demográficamente el catalanismo no tiene futuro. El referéndum independentista del pasado 1 de octubre que culminó con la proclamación de la república catalana -obedeciendo el mandato popular emanado de las urnas- provocó que el gobierno central suspendiera la autonomía judicializado a los principales representantes políticos (empezando por el presidente de la Generalitat Puigdemont)

A raíz de la declaración unilateral de independencia de la república catalana los monárquicos constitucionalistas del PP-PSOE-Cs convocaron multitudinarias manifestaciones de adhesión al rey Felipe VI en defensa de la España una, grande y libre. Ahora los muy soberbios afirman que se disponen a demostrar en las urnas que ellos son capaces de superar a los independentistas. Su intención es neutralizar el Procés y tomar las riendas de la Generalitat. Pero matemáticamente a esas fuerzas conservadoras y reaccionarias no les alcanza el número de votos. Hay que elegir entre la bandera rojigualda con reminiscencias franquistas o la estelada republicana independentista. Estamos en un escenario de duelo que aviva el sentimiento de venganza de los españolistas que propinaron y alentaron el golpe de estado y la caída de las instituciones catalanas; y los que pretenden separarse el reino de España. Se han exacerbado los sentimientos de odio y de rencor por cobrarse la revancha en las urnas a causa de la represión policial desatada durante el referéndum del 1 de octubre. Casi 10.000 Guardias Civiles y Policías ocuparon Cataluña con la intención de impedir que los “sediciosos independentistas” cumplieran con su deber democrático. La detención de los gobernantes de la Generalitat y de los dirigentes del Òmnium y ANC son hechos inconcebibles que empujarán con toda certeza una cifra record de participación que se prevé cercana al 84% del censo electoral.

Por la polarización política reinante se producirá un hecho inédito y es que muchos trabajadores y obreros votarán en masa por la candidata del Cs Inés Arrimadas.

La densidad de población actual no es suficiente para mantener vivo el procés pues sería necesario un gran incremento de los nacimientos (familias numerosas). La única salida es un revolucionario baby boom que asegure el relevo generacional. Ambos bloques tanto los españolistas como catalanistas tienen un notable déficit de natalidad. A ciencia cierta los únicos que por ahora elevan la curva en positivo son los inmigrantes.

Para que se consolide la República Catalana se precisa que el crecimiento demográfico se dispare en un plazo de 10 años. La baja de natalidad y el envejecimiento de la población es algo que hay que revertir con urgencia. Un fenómeno crónico que se puede trasformar en irreversible sino se toman medidas políticas que estimulen a las parejas a engendrar hijos; y no uno, sino de tres para arriba. El principal obstáculo es el factor económico puesto que significa destinar una buena parte del presupuesto familiar a la crianza de un niño Una sociedad sin niños o sin jóvenes está condenada a la decadencia absoluta. El relevo generacional de los nativos que utilizan habitualmente el catalán y que conservan unas tradiciones y costumbres étnico-culturales o raíces ancestrales, con uno o más apellidos catalanes no aumenta sino que al contrario disminuye. Pasa lo mismo con los súbditos españoles residentes en Cataluña, llamados despectivamente “charnegos” o “botifler”.

El índice de fecundidad en Cataluña se sitúa en los 9,6 nacimientos por cada 1.000 habitantes (una cifra que es demasiado baja) La crisis también viene dada por la disminución del número de mujeres en la edad de tener hijos pues los embarazos se dan en una franja de edad entre los 25 a 39 años (la media del nacimiento del primer hijo es de 32 años) La maternidad se retrasa cada vez más (hasta los 40 años) a sabiendas de los riesgos que supone para la madre. La tasa de natalidad en Cataluña es del 1.1 que con la de Italia es una de las más bajas de Europa. Cataluña está también a la cabeza del número de abortos practicados y de la utilización habitual de métodos anticonceptivos. Se ha elegido el placer antes que la reproducción. Lo cierto es que la mujer catalana aspira a tener un hijo o a lo sumo la pareja.

La mujer del primer mundo industrializado se niega a tener hijos, y menos hijos no deseados porque su crianza dispendiosa y “esclavizante” le coarta su libertad. Mientras que en el Tercer Mundo hay familias pobres con 10 y 12 hijos. Estamos en una sociedad muy hedonista, narcisista y aburguesada que se niega a asumir el más mínimo sacrificio. La tasa de natalidad en Cataluña por ley se tiene que incrementar y, si no es por patriotismo, que sea por una recompensa económica. Tomando como ejemplo lo que ocurre con Israel donde existe una brutal competencia entre los judíos con los palestinos por incrementar la curva de natalidad. En este caso las mujeres ortodoxas y ultra ortodoxas sionistas se han concientizado religiosamente asumiendo la responsabilidad de engendrar entre cuatro a cinco hijos.

La fertilidad en Cataluña es una virtud reservada para las mujeres musulmanas, las africanas, las latinoamericanas, o las asiáticas; mujeres que tienen todavía fe en parir, ilusionadas con un hijo o varios hijos y dispuestas a cuidarlos sin mayores objeciones. Son mujeres que ocupan el papel de amas de casa mientras que el hombre trabaja y produce el sustento económico. Los inmigrantes son los que aportan una mayor natalidad. En el Tercer Mundo es común que las mujeres comiencen a parir a los 16, 17 o 18 años. En los casos de poligamia un hombre puede procrear varios hijos con distintas mujeres como es aceptado por algunas religiones.

Los demógrafos prevén que en 2052 el 37% de la población catalana tendrá más de 64 años. No se tratan de profecías especulativas sino de prospecciones y estudios hechos por investigadores que se apoyan en datos fidedignos y contrastables. Por ahora el único que puede alterar este pronóstico es que se produzca el tan mentado baby boom milagroso. O habrá que resignarse a la variable de la inmigración que es la única esperanza de revertir el proceso de envejecimiento. En España este año se van a registrar más muertes que nacimientos.

Estamos inmersos en sociedades industriales y urbanas donde núcleo familiar tradicional predominante en otros tiempos se ha disuelto. Hoy la familia nuclear de padres e hijos está en quiebra porque aumentan los divorcios, las familias monoparentales con un solo progenitor; padres solteros, madres solteras, y la familia homoparental con parejas del mismo sexo que se convierten en padres por adopción o prefieren la maternidad subrogada (vientres de alquiler) Las uniones libres, heterosexuales y homosexuales, o bisexuales son un hecho tolerado y natural. La familia franquista católica o cristiana bajo la batuta de un patriarca se extingue. La sociedad catalana es laica, muy agnóstica o atea pues las creencias religiosas han pasado a un segundo y tercer plano. Solo el 18% de los catalanes se definen como católicos. La figura autoritaria del patriarca ha sido derrocada y ahora empieza a despuntar el poder matriarcal que no es otra cosa que el feminismo radical.

La mujer catalana moderna y emancipada, con un trabajo y una independencia económica prefiere vivir soltera o con relaciones esporádicas. Elige el matrimonio civil o la unión libre que el matrimonio religioso y retrasa al máximo la edad de embarazo. La familia nuclear ya no es la dominante. Estamos ante un fenómeno muy creciente de las relaciones sexuales heterodoxas que marcan a un amplio espectro de la sociedad. A tal punto que el movimiento LGTBI detenta una gran influencia y poder político y económico. La mujer de las sociedades industriales del primer mundo tras siglos y milenios de patriarcado o dictadura machista le ha llegado la hora de la revancha. Se ha puesto fin a la tutela masculina algo que incide notablemente en el campo de la sexualidad o las relaciones de pareja.

En los pueblos de menos de diez mil habitantes es donde el independentismo se dispara con al 63% del voto favorable. Los demógrafos españolistas la califican como “la Cataluña provinciana hostil a la globalización”. En los municipios más pequeños la lengua catalana es la dominante mientras que en Barcelona y el área metropolitana se habla con mayor frecuencia el español. Las estadísticas dicen que en Cataluña el 60% de la población sabe escribir catalán y que es la lengua habitual de un 36%. Por el contrario el castellano es la lengua más hablada con 3.172.600 – el catalán 2.269.000- 6.8% de los encuestados se declaran bilingües (426.000 habitantes)

La lengua más hablada después del catalán y el español es el árabe magrebí, el rumano, el bereber, y en menor proporción el urdu, hindú, o el chino. Hay que tener en cuenta que Cataluña es un país multicultural donde conviven más de 200 nacionalidades. (Es la comunidad con mayor concentración de inmigrantes)

El apoyo a los partidos los monárquicos constitucionalistas se sitúa en torno del 55% o 60%. Hay un 70% castellano parlantes donde el 50% es contrario a la independencia y se inclinan por mantener el actual estatus con el reino de España (la mayoría no habla el catalán en su entorno habitual) El voto independentista es mucho más alto en la Cataluña pobre que en la rica.

De los año 1950 a 1975 la población catalana creció en 2 millones de habitantes producto de la emigración procedente de otras regiones españolas. En la época del desarrollismo franquista la válvula de escape para desmovilizar una posible revuelta social fue enviar “colonos” a la Cataluña más próspera e industrializada. Mano de obra barata de la que se aprovechó la burguesía catalana. El 60% de la población en Cataluña es fruto de los flujos migratorios del siglo XX, o sea, unos 4.000.000 de habitantes llegan a Cataluña escapando de la pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades. Ciudades como Hospitalet de Llobregat, Sabadell, Terrasa y Badalona suman entre las tres casi 1.000.000 habitantes de los que un amplio porcentaje son inmigrantes procedentes de Andalucía, ambas Castillas, Extremadura, Murcia, etc. En Cataluña residen 650.000 personas nacidas en Andalucía (el Partido Andalucista sacó en los años ochenta 2 diputados en el Parlament) y otros 280.000 de otras partes de España (ambas Castillas, Extremadura, Galicia, Murcia, Valencia, etc.) En total 1.400.000 de residentes en Cataluña han nacido fuera de su territorio y aunque representan el 74% del electorado allí se elige el 62% de los escaños (85 de 135) El resto de las provincias es netamente favorable al independentismo. El bloque monárquico previsiblemente obtendría el 21 de diciembre 1.900.000 votos.

La clase obrera y trabajadora en un alto porcentaje se declara no independentista. El 65% de los inmigrantes de otras regiones españolas no apoyan la independencia. Tampoco hablan catalán de manera cotidiana, recelan de los partidos separatistas (especialmente los de la derecha nacionalista) viven a espaldas de sus tradiciones y costumbres, desconocen por completo la historia y antes que Els Segadors o la estelada o la senyera, prefieren la marcha real borbónica y la bandera la rojigualda. Estamos presenciando una encarnizada guerra de símbolos patrios e identitarios como jamás se había producido. En Cataluña existen dos sociedades bien diferenciadas que se niegan a entenderse y están resignados a coexistir en medio de la indiferencia.

Cerca del 95 % de los catalanes se concentran en 300 municipios de más de 2.000 habitantes. O sea, 6.500.000 habitantes del total de 7.477.13. La población rural o campesina - en la que hay que incluir los pescadores- es totalmente minoritaria. Cataluña es un país completamente urbano puesto que en las ciudades es donde se concentra la mayor cantidad de su población. Hace 80 años el campesinado representaba un 46% de la población mientras el 54% trabajaba en la industria (en Barcelona el 68%). Incluso existía un partido llamado Bloque Obrero y Campesino, de ideología marxista, también la Unió de Rabassaires (nacionalismo agrarista catalán), la Unión de Sindicatos Agrícolas de Cataluña donde se llevó a cabo el experimento del colectivismo anarquista. La derrota en la Guerra Civil significó la ruina del campo. Hoy quedan como organizaciones la JARC (Unión de campesinos y de jóvenes agricultores y ganaderos de Cataluña) y la Unió de Pagesos (principal organización de Campesinos y ganaderos de Cataluña con más de 10.000 afiliados). El diccionario de la lengua española define a un campesino como “aquel que vive y trabaja de forma habitual en el campo” por lo que deducimos que la cultura popular agoniza y con seguridad pasará a engrosar las vitrinas de los museos o los anales de los archivos y las bibliotecas.

Millones de ciudadanos han invadido el mundo rural –sin dedicarse a un oficio agrícola- y se trasladan diariamente a sus puestos de trabajo a bordo de sus coches utilizando la amplia red de carreteras y autopistas, otros acceden por medio del transporte público como los trenes o autobuses. La urbanización del campo es un devastador ecocidio auspiciado directamente por los propios ayuntamientos con la recalificación de terrenos rústicos. Los ecosistemas naturales se han visto invadidos por fincas, chalets, condominios, polígonos industriales, centros comerciales, zonas de ocio, parques temáticos o cadenas hoteleras.

En Cataluña el trabajador del campo en un inmenso porcentaje es de origen inmigrante: magrebíes, africanos, rumanos, ecuatorianos, etc. Ellos desarrollan los trabajos más sacrificados a las órdenes de un patrón o un empresario capitalista cuya principal preocupación es la de elevar la productividad y sacar el mayor beneficio económico. El medio rural debe producir al máximo para competir en los mercados a nivel nacional e internacional. La agroindustria ha hundido a los pequeños agricultores. A la juventud no le queda más remedio que emigrar a las ciudades. De ahí que el campo esté muy envejecido y las ofertas de empleo son de baja cualificación. El empleo es muy precario, los sueldos muy bajos y los copan por completo los inmigrantes.

El bloque monárquico lucha por imponer el paradigma de la metrópoli y así descabezar esa Cataluña “provinciana, aldeana, arcaica y separatista”. Es allí donde habitan esos payeses anclados en el romanticismo del siglo XIX como los califican los españolistas. Recordemos que hay 712 alcaldes independentistas de un total de 948 municipios catalanes.
El turismo rural es el único rubro que puede salvar económicamente ese campo despoblado y sin ninguna esperanza de futuro. La política institucional es de promocionar el turismo rural en un intento por salvar muchos de esos pueblos abandonados, pueblos envejecidos y con un índice de natalidad bajísimo. Los campesinos o payeses se han jubilado y están recluidos en los asilos. Como en la ley de Darwin los pueblos más pequeños serán devorados por el monstruo globalizador. El capitalismo depredador y genocida va arrasando las etnias, las tribus, los clanes, comunidades indígenas que representan el retraso milenario y que son un obstáculo para la “civilización”.

El otro sector otrora importante es el de la pesca que es una actividad que casi ha desaparecido en los pueblos costeros del Mediterráneo. Hoy la producción pesquera se ha visto significativamente mermada por culpa del alto nivel de sobreexplotación. La contaminación también ha desencadenado la extinción de la fauna marina de los caladeros. El puerto de Barcelona y de Tarragona es donde hoy se concentra la mayor cantidad de pescadores. Por ejemplo, en Badalona hace 10 años habían ochenta barcas que salían a faenar y hoy tan solo quedan una decena; en Barcelona tan solo hay 36 barcas. Ahora se está estudiando la posibilidad de que los pescadores se dediquen igualmente al sector turismo y a la gastronomía ofreciendo sus productos frescos en los restaurantes.

El declive del mundo rural es prácticamente irreversible ante el arrollador avance de la civilización industrial súper tecnológica. La artesanía y el trabajo manual es un asunto que se reserva a lo folclórico o lo turístico. Los campesinos apenas representan el 6% de la población catalana, es decir, unos 400.000 habitantes que residen en municipios menos de 2.000 habitantes (645 en el total de Cataluña) Por el contrario, el barrio de Poblenou en Barcelona por su gran concentración de inmigrantes (Europa del Este, magrebíes africanos, asiáticos o latinoamericanos) es el que ostenta la más alta natalidad de toda Cataluña (13) la mitad de los 15 centros escolares tienen el 88% de alumnos extranjeros.

Barcelona es una de las ciudades más densas de Europa a causa de la inmigración. Además estos son los que mantienen en alza la tasa de natalidad. Aunque un inmigrante es muy difícil que asuma en corto espacio de tiempo los sentimientos de un nativo. Para forjar una conciencia nacionalista se requiere de varias generaciones y por eso es vital un plan educacional y cultural y lingüístico que promueva la catalanidad (Aunque muchos mantengan la lengua materna) Porque el inmigrante es un individuo que se ha instalado en Cataluña por razones económicas en busca de un trabajo, seguridad y bienestar social. El tema político no es relevante pues lo que les interesa es ganar dinero, sacar adelante a su familia y enviar las remesas a sus parientes.

Habría que esperar a las siguientes generaciones para que gracias a la inmersión lingüística y cultural la inmigración se comprometa políticamente con su tierra de acogida. También se ha dado el caso de los hijos de inmigrantes convertidos al catalanismo, fervientes defensores de la independencia, catalanoparlantes que aunque de apellidos españoles se han vuelto más radicales que los propios nativos.
Es más importante aprender el Español como lengua de prestigio y más hablada a nivel internacional en detrimento del catalán calificado de lengua provinciana (reservada a un ámbito geográfico muy reducido (Països Catalans)

El 20% de los jóvenes menores de 30 años que viven en la zona metropolitana de Barcelona son musulmanes. En otras ciudades y pueblos como Tortosa, Reus, Vic, Rubí, Valls, Salt, Rosas o Figueras se eleva al 30%. Según la progresión uno de cada cinco catalanes será musulmán de aquí al 2020 y definitivamente de mantenerse el crecimiento en el 2080 serán mayoritarios. Las familias musulmanas la tasa de natalidad es de 8.1 El 60% de los catalanes han nacido en Cataluña.

Los refugiados, sin papeles, clandestinos procedentes de África, Oriente Medio, de Asia, o de América Latina, ya sea por causa de las guerras, del hambre las enfermedades o por motivos meramente económicos, seguirán llegando en cíclicas oleadas a Europa. Cataluña es tierra de asilo, es un punto de encuentro y de acogida que en las próximas décadas se verá profundamente afectada por el tráfico migratorio.

El censo para estas elecciones revela que hay inscritos para votar más de 5.553.000 de catalanes (de los 224.844 residentes en el extranjero 40.000 podrán ejercer su derecho a voto) 182.000 jóvenes votarán por primera vez. El independentismo intentará superar los 2.266.498 votos que se contabilizaron en el referéndum del 1 de octubre, lo que le permitiría obtener la mayoría absoluta con más de 68 diputados. En las autonómicas del 2015 los partidos independentistas consiguieron 1.960.000 votos (Junts pel Sí y la CUP) Los monárquicos constitucionalista Cs, PP.PSOE no lograrían su objetivo de alcanzar la presidencia de la Generalitat pues les faltaría un 7% más de votos. La ley d’ Hondt -que es un sistema de cálculo proporcional- favorece las circunscripciones provinciales (se premia más el voto de las comarcas que el de las capitales-como es el caso de Lleida y Girona y Tarragona de clara mayoría independentista) Por ejemplo, un voto en Lleida vale 2,3 más que en Barcelona. Los cinturones industriales de Barcelona y Tarragona son los menos independentistas. Cs, PP, PSOE o el bloque monárquico podrían alcanzar el 21% de los votos en Barcelona y alzarse con 39 escaños por 38 de los independentistas. Más de 1 millón de catalanes no nacidos en Cataluña decidirán la contienda.

Así pues el independentismo ganaría en tres provincias (Gerona, Lleida, Tarragona) mientras que en Barcelona existe según las prospecciones un empate técnico. Aquí también influye el voto en blanco, nulo y la abstención. Una participación elevada favorecería a los partidos monárquicos constitucionalistas y es por eso que la movilización será masiva ya que el enfrentamiento entre ambos bandos es muy enconado a causa de la aplicación del artículo 155 de la constitución. Estas son unas elecciones ilegales impuestas desde el gobierno central tras destituir al gobierno de la Generalitat.

En Barcelona el partido del Cs -que será el receptor del voto útil- obtendrá con toda seguridad un gran resultado gracias al trasvase de votos del PP y el PSOE. El Cs cosechará la mayor cantidad del voto españolista más puro, el más de derechas, el más monárquico, el más xenófobo y anticatalán (defensores a ultranza de la unidad con el reino de España) Los inmigrantes españoles, y su descendencia sumado a los inmigrantes extranjeros (330.000 son comunitarios) se reparten en simpatías de un 60% a favor del españolismo y 40 % a favor del catalanismo. No hay duda que en la provincia de Barcelona (en el cinturón industrial) será donde se defina las elecciones del 21 de diciembre. Allí el bloque monárquico tiene más posibilidades de sumar la mayor cantidad de diputados pues en las otras provincias el resultado se ajustara a lo sucedido en el 2015 donde el independentismo sacó una amplia ventaja.

Catalunya en Comú-Podem retrocederá puesto que su posición ambigua y neutra le perjudica porque la fórmula de un referéndum pactado es utópica e irreal. (Las encuestas demoscópicas le otorgan 250.000 votos). Los votos que pierda irán del lado de ERC o de la CUP.

El españolismo está llevando a cabo una campaña sucia a través de los medios de comunicación. La propaganda demencial y perversa se emite por todos los canales ya sea de Internet, telefonía móvil, prensa, radio o Televisión Española en un intento por criminalizar el Procés catalán. Se ha fomentado el catalanofobia a nivel nacional lo que ha provocado un inusitado brote de rabia, odio y persecución de todo lo que representa el independentismo.

La legislación actual no permite a los extranjeros votar ni en autonómicas ni generales -solo tienen permiso para votar los comunitarios.- Sin el derecho a voto los extranjeros no se pueden implicar en la construcción de un nuevo país o de una república. Los Inmigrantes con derecho a voto (nacionalizados españoles) son apenas 65.000. Por ejemplo en Salt (Girona) el 30% de sus habitantes por ser extranjero no pude acercarse a las urnas a ejercer su derecho voto el 13.55% de la población de Cataluña se le prohíbe participar en la justa electoral.

El perfil españolista es el de un individuo de baja preparación educacional, la mayoría monolingües y sin ningún apego a las tradiciones catalanas, ni a su idiosincrasia; no hablan el catalán y se niegan a integrase en su cultura. Demostrando con esta actitud la soberbia del supremacismo español. Ambas comunidades viven guetos bien definidos donde apenas se relacionan entre sí.

Los monárquicos constitucionalistas pertenecen en su mayoría a inmigrantes adoctrinados en el amor a España, al rey, la guardia civil, la policía nacional, la legión, la obediencia debida a la jerarquía y el orden constitucional. El renacer de los ideales franquistas de la España una grande y libre está en plena ebullición.

Hay una corriente del españolismo ultra ortodoxo que propugna ilegalizar los partidos separatistas y todo su entramado de asociaciones, clubes, organizaciones y fundaciones. El plan es implementar la misma táctica que se aplicó en el País Vasco con base a la represión policial y la judialización de los sediciosos y rebeldes vía la Audiencia Nacional. La aplicación de duras penas de cárcel, multas y embargos es la clave para desmovilizarlos y liquidar el Procés.

En conclusión: Cataluña se necesitan más madres de la patria que padres de la patria, mujeres decididas a parir familias numerosas, a criar hijos que defiendan la independencia y la soberanía. Porque el centralismo españolista globalizador quiere domarlos y ponerles una brida y un bozal para someterlos a su antojo. Unificar, individualizar, homogeneizar antes que fomentar la diversidad o la plurinacionalidad. No se pueden refutar las matemáticas, las ecuaciones o algoritmos: sin niños no hay votos, sin natalidad la República Catalana no es viable y no tiene ningún futuro.

Carlos de Urabá 2017





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Por carlos de urabá - Tuesday, Dec. 19, 2017 at 8:04 AM
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Inch' Allah (hasta que explote)
Por Ayatolah Komeini - Tuesday, Dec. 19, 2017 at 12:18 PM

"Los inmigrantes concentrados en la Barcelona metropolitana desde comienzos de siglo XXI han aumentado en un millón..."

Pues entre esto y el auge hegemonico del feminismo radical catalanista (que convierte del emparejamiento y la reproduccion en un deporte de alto riesgo & promueve la homosexualidad), una Republica Catalana será inviable. pero podrían darse muy pronto las condiciones para un Republica Feminista Coránica Radical...

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Inch' Allah (hasta que explote)
Por Ayatollah Jomeini - Tuesday, Dec. 19, 2017 at 12:21 PM

"Los inmigrantes concentrados en la Barcelona metropolitana desde comienzos de siglo XXI han aumentado en un millón..."

Pues entre esto y el auge hegemonico del feminismo radical catalanista (que convierte del emparejamiento y la reproduccion en un deporte de alto riesgo & promueve la homosexualidad), una Republica Catalana será inviable. pero podrían darse muy pronto las condiciones para un Republica Feminista Coránica Radical...

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