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¿Para qué nos endeudamos con el FMI?
Por Red Eco Alternativo - Wednesday, Jul. 18, 2018 at 4:21 PM

17 de julio de 2018 | Bajo este título, Héctor Giuliano desarrolla en su último artículo los detalles de lo que llama “uno de los negociados más grandes de la Historia Financiera de la Deuda del Estado Argentino”. Compartimos algunos pasajes del mismo que refieren al megacanje de las Lebac - una “bola de nieve por deuda inmanejable” - y a los requerimientos y condicionalidades del Fondo Monetario Internacional.

¿Para qué nos endeud...
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¿PARA QUÉ NOS ENDEUDAMOS CON EL FMI?

El objetivo inmediato visible, concreto y primario del préstamo extraordinario del Fondo Monetario a la Argentina por 50.000 millones de dólares es el salvataje del BCRA cubriéndole el mega-canje de las Lebac, una bola de nieve por deuda inmanejable que fue generada por la administración Macri en sus dos años y medio de gobierno e instrumentada bajo la responsabilidad operativa de Federico Sturzenegger al frente del Banco.

Nos encontraríamos ante uno de los negociados más grandes de la Historia Financiera de la Deuda del Estado Argentino donde hay funcionarios superiores que endeudaron irresponsablemente al país, beneficiarios privados muy fuertes – algunos de ellos ligados a esos funcionarios – que obtuvieron y siguen obteniendo enormes ganancias por especulación monetaria y cambiaria; y todo ello contra pérdidas incalculables que, a través del Plan de Ajuste en curso, paga todo el Pueblo Argentino.

Megacanje de las LEBAC

El BCRA llegó a acumular una deuda por Lebac, Leliq y Pases Pasivos superior a 1.5 B$ al 31.5 pasado (antes del Acuerdo con el FMI), pagando para ello altísimas tasas de interés en medio de una corrida contra el dólar que mermaba las reservas del Banco y era liderada por ciertos bancos y fondos de inversión que no renovaron gran parte de las letras para pasarse al dólar y salir del país (con el Morgan Stanley a la cabeza – cuya identificación ha trascendido por la prensa - y otras entidades que el gobierno mantiene en secreto).

Esto hizo que el BCRA perdiese unos 12.000 millones de dólares de sus Reservas Internacionales en dos meses (Mayo y Junio) y que elevase vertiginosamente los intereses a pagar a niveles récord del 47 % anual por colocaciones a 27 días de plazo en su última renovación, del 19.6.

La asistencia del FMI – como regla de su función en esta materia para todas las Crisis de Deuda – no tiene por finalidad ayudar al país deudor (en este caso, la Argentina) sino prestarle divisas para que el gobierno no interrumpa los flujos de pago a los acreedores del Estado, es decir, para sostenerlo financieramente a los efectos que el país no incurra en cesación de pagos: en buen romance, para que con esta ayuda artificial e igualmente impagable no blanquee su Default.

La peculiar característica de esta operación es que la misma no tiene por finalidad directa darle la totalidad de los recursos al Tesoro sino darle la mitad al BCRA (7.500 MD) para reponer parte de las reservas perdidas y la otra mitad sí al Tesoro pero para que éste las use para contener el tipo de cambio – vía subastas de 100 millones de dólares diarios en el Mercado Mayorista – y a la vez le compre progresivamente las Letras Intransferibles que el BCRA tiene en su poder desde la época del Kirchnerismo (y que hoy suman 65.400 millones de dólares).

El Megacanje en curso de las Lebac por LETES/BT está introduciendo un muy importante cambio en la estructura del endeudamiento argentino:

  1. El traspaso de la deuda por letras del BCRA a la Tesorería implica la conversión de Deuda en Pesos a Deuda Dolarizada (deuda en moneda extranjera y/o deuda en pesos ajustada por tipo de cambio) lo que conlleva. además de las elevadas tasas, un riesgo adicional por devaluación que potencia el peligro de default.
  2. El despropósito de cambiar deuda en pesos – en momentos en que esa deuda se está licuando por efecto de la Devaluación local - por deuda dolarizada y peor aún hacerlo mientras el tipo de cambio no está estabilizado y las tasas de interés locales son altísimas.
  3. Una deuda nueva dolarizada más grave todavía porque no sólo aumenta el monto de la Deuda Total del Gobierno Central sino también la concentración del perfil de vencimientos para el Tesoro dentro de la misma porque se trata de letras y bonos a corto plazo.
  4. Un aumento del stock de Deuda que conlleva lógicamente un importante incremento adicional de los Intereses a Pagar por el Tesoro y que no aparece cuantificado en ninguna parte.
  5. Unos Intereses nuevos que se pactan en condiciones de Deuda más cara porque aumenta el stock de la Deuda, aumentan por riesgo las Tasas correspondientes y se mantienen las curvas de rendimiento invertidas de los títulos públicos del BCRA y del Tesoro (tasas mayores a corto plazo que a mediano y largo término).
  6. Un Estado Central que se endeuda así dos veces: una, por el traspaso de la deuda de las letras del BCRA y otra por el nuevo préstamo Stand-By del FMI.
  7. Una deuda que, en ambos casos, no tiene la más miserable demostración de capacidad de repago sobre estas nuevas obligaciones que se están tomando.

La colocación de más deuda dolarizada por parte del Tesoro, la baja del plazo promedio de los vencimientos por creciente desproporción de obligaciones a corto plazo y las sobre-tasas de interés comprometidas, como deudas más caras, no sólo aumentan el riesgo-país sino que además agravan sustancialmente la Crisis de Deuda que hoy vive la administración Macri y que adicionalmente va a dejar como herencia al próximo gobierno. 

Requerimientos y condicionalidades del FMI

La finalidad primaria declarada del préstamo condicionado del Fondo Monetario es bajar el monto del endeudamiento en letras del BCRA y mejorar su Hoja de Balance, una expresión bajo la que se incluye el saneamiento financiero-contable del Banco, si bien esto último no por virtudes propias sino por salvataje con nueva Deuda del FMI.

En contraprestación por esta asistencia financiera del FMI el gobierno argentino queda comprometido a efectivizar varios puntos importantes:

  1. El traspaso de la Deuda por Lebac en Pesos a Deuda dolarizada en cabeza del Tesoro.
  2. El corte de toda forma directa o indirecta de financiamiento del BCRA al Tesoro: léase Adelantos Transitorios (AT), toma de títulos públicos (como fue el caso de las Letras Intransferibles del Kirchnerismo, usadas para su política de pagos de la Deuda Externa con reservas internacionales del BCRA), deudas por Lebac-Leliq-Pases Pasivos (utilizados para comprar Reservas con Deuda) e incluso transferencias de Utilidades no Realizadas al Tesoro (que es el caso de las Ganancias por Tenencia – básicamente por diferencia de cambio – sobre títulos en moneda extranjera que están en el Activo).
  3. La aceptación del principio de que las Reservas Internacionales del BCRA son exclusivamente resorte del Banco para su política monetaria y cambiaria y no para ayuda al gobierno: el financiamiento del Déficit Fiscal a partir de ahora no se hará más – ni siquiera parcialmente - con ninguna forma de Emisión Monetaria sino con más Deuda Pública. Y esto se hace bajo la discutible esperanza que el alto ritmo de endeudamiento actual se atenuaría – no eliminaría – a partir del año 2021.
  4. Elevación por la administración Macri – no más tarde del 31.3.2019 – de un Proyecto de Ley al Congreso modificatorio de la Carta Orgánica del BCRA destinado a reforzar institucionalmente la autonomía o independencia del Banco con respecto al Gobierno Nacional.

Este conjunto de principales medidas a implementar asumidas por la administración macrista con el Fondo se inscribe en el contexto de un régimen de Tipo de Cambio Flotante, entendido como producto de la libre Oferta y Demanda del Mercado lo que, en la práctica, constituye una ficción porque el Mercado de Cambios no es libre sino fuertemente concentrado, condicionado y administrado por grandes grupos financieros locales e internacionales, que actúan a caballo de la permisividad irrestricta del movimiento de entrada y salida de capitales del país.

En este contexto de requerimientos o exigencias de tipo inmediato se inscriben también varias condicionalidades fácticas clave que surgen del acuerdo Stand-By con el FMI:

  1. a) La macro-devaluación en curso como forma de licuación de pasivos en pesos del BCRA y del Gasto Público Primario en general, esto es, del gasto del Estado – en moneda local - sin considerar los Intereses de la Deuda Pública (que son siempre crecientes y dolarizados en un 70 %).
  2. b) La baja de los Salarios Reales, las Jubilaciones y los Planes Sociales medidos en dólares – por efecto directo de la devaluación del peso – así como por aumentos menores al nivel de incremento de los precios, pagos de esos aumentos en cuotas y desfases en su percepción durante meses: la Inflación carcome el poder adquisitivo de los Salarios día a día mientras que los aumentos de Sueldos/Salarios se producen a futuro, con recupero parcial de porcentajes – no de valor absoluto – y en tiempos financieramente desfasados.
  3. c) Por extensión, y paralelo a la caída de los salarios reales, la baja general del Costo Argentino también - como regla general - medido en dólares, vía devaluación del peso.
  4. d) La reducción del Gasto Público y del Déficit Fiscal Primario como forma de compensar el aumento del Gasto por Intereses de la Deuda Pública y del Resultado Financiero (que incluye estos intereses).
  5. e) El respaldo, reposición o blindaje del actual nivel de Reservas Internacionales del BCRA merced a los nuevos recursos provenientes del endeudamiento con el FMI, lo que mantiene la política de sostener las Reservas con Deuda.

Notablemente, en ningún lugar se dice de dónde van a salir los recursos para poder pagar este mega-préstamo del FMI, que obviamente se suma a la Deuda Total del Estado Central – 335.000 millones de dólares al 31.12.2017 según la última información oficial disponible – y que así duplica el aumento de la Deuda para este año, que según el Presupuesto 2018 está previsto en 46.500 millones de dólares.

Algunas conclusiones

El gobierno Macri está experimentando las consecuencias de la nueva Crisis de Deuda producida por culpa de su Política de Gobernar con Deuda, en alianza con los capitales especulativo-financieros locales e internacionales.

Descontrolado el manejo de las variables Tipo de Cambio-Tasas de Interés-Inflación y sin poder eludir las responsabilidades propias por el fracaso de su gestión a dos años y medio de su mandato, el presidente Macri recurrió de urgencia al FMI y a la Banca Internacional para que lo salven de la nueva Crisis de Deuda que él mismo generó.

Como contrapartida de este salvamento externo aceptó la intervención de las Cuentas Fiscales por parte del FMI, la toma de más Deuda Externa e Interna y particularmente – dentro de esta última – el traspaso de Deuda intra-Estado (en pesos-Lebac y en dólares-Letras Intransferibles) a Deuda Nueva y dolarizada con Terceros (FMI y Fondos Privados de Inversión, con inclusión de Fondos Buitre en la toma de deuda local).

Todavía no se sabe si esta nueva ola de endeudamiento y esta política financiera de altísimas tasas de interés contra el dólar – que provocan recesión en la actividad económica, desempleo y pobreza – van a conseguir su objetivo y hasta tanto esto no se vislumbre el problema va a seguir con final abierto.

Es posible que la verdadera angustia del presidente Macri sea hoy que sus mandantes del Capital Financiero, dada la ineptitud y corrupción financiera de su gobierno, no le vayan a soltar la mano y lo dejen caer como al presidente Pedro Kuczynski, del Perú.

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