A 12 días de la muerte del campesino Aureliano Espínola a manos de la policía paraguaya, culminó ayer una intensa jornada de protesta en Asunción y en varios puntos del país en reclamo del cese inmediato de los violentos desalojos que las fuerzas policiales y el ejército vienen efectuando a numerosos asentamientos campesinos.

Manifestantes agrupados en el Frente Nacional de Lucha por la Soberanía y la Vida protagonizan un paro cívico nacional por tiempo indefinido en contra de los violentos desalojos impulsados por el gobierno de Nicanor Duarte Frutos.
A la huelga se sumaron, estudiantes de la Universidad Nacional que, haciendo piquetes con quema de cubiertas y acompañados por un sindicato de taxistas, reclamaron para que la educación superior sea gratuita. También participó la Asociación de Pescadores de Paraguay, bloqueando con canoas varios tramos del Río Paraguay.
Al término de la tregua concedida al Ejecutivo hace dos meses, este 1 de noviembre los campesinos integrados en el Frente Nacional de Lucha por la Vida y la Soberanía iniciaron la ocupación de tierras en San Pedro, Caazapá, Caaguazú, Alto Paraná y Misiones. El FNLSV está integrado por la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica, por la Central Nacional de Trabajadores, por la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, por la Organización Nacional Campesina, por la Plenaria Popular Permanente y la mayoría de los partidos de izquierda.
Las acciones contra las ocupaciones de haciendas y terrenos improductivos cobraron fuerza luego de que el presidente Nicanor Duarte dijo que había perdido la paciencia con los agricultores y no permitirá más invasiones.
Al respecto, elministro del Interior aseguró que las expulsiones de los sin tierras seguirán, "pese al mal tiempo" a fin de dar plena vigencia del Estado de derecho y el orden constitucional.

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