Representantes de los gobiernos nacional, provincial y municipal mantuvieron el jueves pasado una reunión con delegados del barrio toba de Travesía y Almafuerte. Fue la cuarta reunión desde que un centener de familias ocuparan veintidós días atrás un terreno ocioso lindero al asentamiento. Los funcionarios explicaron que todavía no diseñaron ningún plan para solucionar la crisis de hacinamiento que existe en el barrio y propusieron la conformación de una comisión permanente que estudie el caso. La próxima reunión se realizará el 23 de diciembre, aunque advirtieron que una solución demorará, como mínimo, meses. Los tobas habían aceptado suspender la toma porque les prometieron una pronta solución.
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