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Viernes 25 de Noviembre 2005 | CRIMINALIZACIÓN EN LA "SUIZA ARGENTINA"
Militarizan los barrios pobres de Bariloche

El secretario de seguridad Jorge Garcia Osella y el jefe de la policía provincial Comisario Jorge Ucha.
FOTO: Diario Digital Bariloche 2000

Por RENE CUPERTINO
En una semana asesinaron a dos remiseros en Bariloche. En lo que va del año, estas muertes se sumaron a otras seis. Muertes de choferes matados en asaltos o en si circunstancias dudosas.

Estas dos últimas, ocurridas la semana pasada, colmaron la paciencia de los conductores de taxis, remises y colectivos. Eso los llevó a un paro de más de treinta horas, dejando a la ciudad de a pie por más de un día. ("Dejá de trabajar. Estamos viendo que estás trabajando. Terminála", se escuchó decir arriba de un taxi)

En esa huelga dijeron "queremos más seguridad". Es decir, "queremos más presencia policial". Así de simple: más policías. El pedido fue orden y al otro día estaban llegando 45 efectivos del grupo BORA. Un grupo de la élite policial rionegrina dedicado exclusivamente a reprimir, ya que su tarea, es la de romper motines. Tal es así, tal es su ánimo represivo, que cuando fue el autoacuartelamiento de la policía barilochense, en la alcaldía de la ciudad, quienes los desalojaron amablemente por la fuerza, fueron nada menos, que integrantes de este grupo. En aquella oportunidad, fueron los taxistas quienes, junto a la policía que reclamaba mejoras salariales, se juntó en el centro cívico a gritar "no a la represión" (sic).

Ahora, aquellos mismos taxistas salen a gritar "sí a la represión". El resultado es más que óptimo. Desde este martes 22, día en que comenzaron a llegar los "refuerzos", no cesan las racias, las detenciones "precautorias", las "averiguaciones de antecedentes", los piquetes policiales frenando autos. Claro, con un detalle fundamental: la mayoría de estos controles se realizan en los barrios altos. Es decir, donde el pobrerío estuvo sobreviviendo esta última semana a las intensas lluvias, los fuertes vientos helados y hasta nevadas. Es allá arriba, donde la dormida se hace sobre pisos de tierra y la calefacción se busca en los bosques secos, donde llega la dureza de los bastones.

Así de fácil. La estrategia represiva es muy simple: enviar agentes de un lado a otro de la provincia, allí donde no los une nada más que la obediencia y el deber. De modo que levantar un puño o empujar un puntapié contra otra persona, no tiene ninguna contraindicación afectiva. Es así como llega la gendarmería, que abandona las fronteras y las rutas nacionales, para iniciar una lucha interna, unilateral, donde uno pega y el otro se ataja sin saber por qué. Así es como llegan más policías a conocer las veleidades de esta ciudad, centro de atención mundial por sus bellezas, a ser parte integrante de un grupo de visitantes que vienen a practicar el "turismo represivo".

Quizá la consigna sea un detalle sutil. Limpiar la mugre que ensucia socialmente la pureza de la Suiza argentina, los cándidos guantes de los empresarios que piden a gritos que desaparezca esa grela delincuente con cara de pobre.
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Comunicados de repudio:

  • Organizaciones sociales contra la criminalización
  • Corriente por los DDHH de Rio Negro y Neuquén
  • Comunidad del Río Limay
  • Agrupación Estudiantil ARTE
  • Ruka Mapuche Furilofche
  • Ascociación Civil El Brote

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