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Convocado casi sobre la hora entre vacilaciones y desconfianzas al interior
de la burocracia sindical -en torno a la medida de fuerza propulsada en
primer lugar por los gremios del transporte para este martes 31 de marzo-
el Paro General viene sumando una catarata de adhesiones y se perfila como
el más importante de los realizados durante el kirchnerismo. El eje central
será el reclamo del aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias
sobre los salarios de los trabajadores. Una vez más, las centrales
sindicales le dan un carácter dominguero, sobre el argumento de potenciales
provocaciones del gobierno nacional, y será el activismo sindical combativo
el que tomará el protagonismo en las calles de la capital del país,
junto con organizaciones sociales y agrupaciones de izquierda. Aunque las
direcciones nacionales no movilizan en CABA, numerosas regionales y gremios
de la CTA-A y la CGT sí le darán carácter activo en buena parte del
interior.
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