El sindicalismo combativo junto a organizaciones sociales y partidos de izquierda sostuvieron cortes y realizaron manifestaciones en casi todo el país, en contradicción con lo expresado por la conducción nacional de las centrales sindicales convocantes, la CGT Azopardo, CGT Azul y Blanca y CTA Autónoma, que una vez más habían planteado el paro dominguero en la ciudad de Buenos Aires. Regionales y gremios integrantes de esas centrales sí se movilizaron en buena parte del interior.

Para los que tomaron las calles, la consigna fue hacer del paro una jornada de lucha activa. Incluyendo la demanda del repudio a la aplicación regresiva del impuesto a las ganancias sobre los salarios, pero sumándole la amplia agenda de la clase obrera: paritarias, jubilaciones y precarización laboral, en primer lugar entre los reclamos.

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