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“Me quedaron para siempre las marcas de la represión en mi cuerpo y en mi mente”
Por ANRed - Sunday, Apr. 23, 2017 at 9:03 PM

22 de abril de 2017 | En el año 2013, la policía Metropolitana -con apoyo de la Federal- realizó una feroz represión en las inmediaciones de la Sala Alberdi. Tres personas resultaron heridas de balas de plomo: dos de ellas son Esteban y el Polaco, comunicadores populares integrantes de la RNMA. Los días 10, 12 y 15 de mayo comienza el juicio oral en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7, donde serán juzgados tres policías acusados de “homicidio reiterado -en tres oportunidades- en grado de tentativa”. Por Sebastián Weber y Emiliano Biani para ANRed.

“Me quedaron para ...
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Germn Daro de los Santos -apodado El Polaco- entr a trabajar a la vuelta del Centro Cultural San Martn la tarde del 12 de marzo de 2013. A las nueve de la noche sali y se encontr con un panorama muy distinto al que haba visto: las calles estaban cortadas, haba barricadas, manifestantes y despliegue de la polica Metropolitana. El joven conoca la toma de la Sala Alberdi y entendi que esa noche iba a pasar algo: En el ambiente, en el aire, ya se senta un desenlace violento. El Polaco, comunicador de DTL!, siempre llevaba consigo una cmara digital de bolsillo y se puso a sacar fotos. Hasta que a las once y media avanzaron las fuerzas de seguridad. Estaba en Corrientes y Uruguay, y empez a retroceder hasta la calle Paran, mientras haca tomas del cordn policial. l recuerda que en la ltima foto que sac vio a un polica que le apuntaba por el visor de la cmara. En ese momento empez a correr hasta que escuch un disparo y sinti un ardor en la pierna izquierda. A pocos metros de l, Esteban Ruffa, fotgrafo de ANRed, tambin registraba lo que pasaba. Y sufri un pinchazo igual en su pierna izquierda unos segundos despus que El Polaco. Los dos renguearon hasta la esquina para resguardarse con otras personas. Slo despus descubrieron que a ellos y a Mario Fumaroni, del Movimiento Los Libros de la Esquina, la Metropolitana los haba reprimido con municiones prohibidas: balas de plomo.

En la represin de ese da tambin hubo ms de sesenta heridos por postas de goma y gases lacrimgenos, una mujer tuvo una fractura de crneo y cuatro personas fueron detenidas. Pero el caso de los tres baleados fue investigado y lleg a juicio oral: aunque las audiencias estaban programadas para noviembre del ao pasado, se postergaron y se desarrollarn los das 10, 12 y 15 de mayo en el Tribunal Oral en lo Criminal N 7. El fiscal Oscar Ciruzzi acusa de homicidio reiterado -en tres oportunidades- en grado de tentativa a los oficiales Gabriel Pereira de la Rosa, Miguel Antonio Ledesma y Nelson Maximiliano Acosta. Los policas eran integrantes de la Divisin de Operaciones Especiales Metropolitanas y portaban escopetas Mossberg 12/70, el mismo calibre de las balas de plomo que impactaron en las vctimas. En la resolucin 27/2011 de esa fuerza de seguridad, se especifica la prohibicin o tenencia de la municin de ese tipo para armas largas de contencin o disuasin. Y tambin se aclara que en esos casos deben usarse las postas de goma o anti-tumulto. Hubo un ilegtimo proceder por parte de quienes integraban las filas de la Polica Metropolitana, sostuvo el fiscal Justo Rovira en la instruccin.

En 2010, la Justicia le orden al Gobierno de la Ciudad, en ese entonces encabezado por el actual presidente Mauricio Macri, a refaccionar la Sala Alberdi en treinta das y adaptar la infraestructura a las normas que se implementaron luego de la tragedia de Croman. No se cumpli y la direccin del Centro Cultural orden el cierre de la sala. Entonces, se resolvi la toma el 17 de agosto de ese ao. Los docentes y los alumnos del espacio decidieron manejar el lugar bajo asamblea y autogestionarlo. Hasta que el primer da de 2013, la Metropolitana impidi el acceso al San Martn con la excusa de que haba un receso de verano. Diez manifestantes todava quedaban dentro del teatro, y en su apoyo, se levant un acampe en la Plaza Seca -la entrada al Centro Cultural-. Setenta das despus, el 12 de marzo, Claudia Barcia, titular de uno de los equipos fiscales del Poder Judicial de la Ciudad, dispuso que el servicio policial se retire del lugar y los manifestantes se reencontraron con la gente que estaba en las carpas afuera. Unas horas despus, la Metropolitana avanz y les dispar a Germn, Esteban y Mario.

-Que hicieron ese da despus de la represin?

G: Los compaeros de DTL me llevaron al Hospital Durand. Me atendieron y despus me trasladaron. En los dos lugares recib visita de las policas. Sospechosamente haba un oficial de la Metropolitana cuando no deba haberlo en el Durand, porque todava la Federal se encargaba de custodiar los hospitales. Uno das despus, cuando me dieron el alta fui a declarar a la comisara instando a accin penal.

E: Un grupo de gente me ayudo a llegar hasta el Obelisco y de ah una ambulancia me llev al Argerich. Fui asistido con Mario en el lugar. Cada una hora entraba Gendarmera o Prefectura y me haca preguntas para corroborar lo que decamos, donde habamos estado y que haba pasado. Me recetaron antibiticos, hicieron algunos controles y tipo cinco de la maana me dieron de alta.

Uno de los policas acusados, Pereira de la Rosa, est implicado en la causa de la represin en el Parque Indoamericano de diciembre del 2010.
Ese da murieron dos personas y hubo ms de cincuenta heridos. Cuando fueron a allanar la casa, le encontraron un arsenal de material blico, cuenta Mara del Carmen Verd, una de las querellantes de la causa y abogada de CORREPI. La Justicia registr: una caja con 39 cartuchos Speer Goldot 91, una caja Magtech con 32 cartuchos 919, una con 50 cartuchos calibre 45 Remington UMC, 2.608 cartuchos de balas 919, 82 cartuchos calibre 45, cinco granadas y un proyectil de agresivo qumico, 105 cartuchos calibre 12/70 con postas de goma, 523 proyectiles Remington calibre 223, 180 cartuchos a bala calibre 308 Winchester y 165 cartuchos calibre 12/70 con postas de plomo. De La Rosa qued investigado tambin por tenencia ilegal de acopio de armas de guerra. La pericia balstica sobre el material concluy que varios de los proyectiles que posea eran municin de guerra de uso prohibido. Adems, que los cartuchos 12/70 de plomo se corresponden con el proyectil extrado de la herida de uno de los baleados. El fiscal de la causa manifest que es sugestivo al menos que el nombrado Pereira de la Rosa sea casualmente la persona a cargo de la Armera y guarde en su domicilio particular municiones que se saben prohibidas por la Fuerza. Y agreg: Es probable que l haya sido quien lleve las municiones al procedimiento para repartirlas entre sus compaeros.

-Cmo influenci el hecho en su vida cotidiana?

G: A nivel salud, tuve que recuperarme de una herida de bala de plomo que tuvo entrada y salida. Estuve sin poder moverme con normalidad por un tiempo: de ah en adelante los tiempos no ameritaban quedarme muy quieto. Si la idea era acallar, reprimir para disciplinar o atemorizar, el resultado fue totalmente opuesto. Seguimos en las calles militando la comunicacin popular, comunitaria y alternativa, cubriendo y mostrando lo que nosotros y nosotras creemos que hay que mostrar.

E: El primer mes fue muy duro. Tener que explicarle a mi familia razones mdicas y tambin verme afectado en el normal desarrollo de mi trabajo. A nivel personal, gente que nunca tuviste relacin se acerca y gente con la que te llevabas se aleja. Nunca pensas que te puede pasar esto. Pero cuando te va cayendo la ficha pensas en los errores que se cometieron y que se puede mejorar para las prximas coberturas.

Esteban todava tiene la bala incrustada en la tibia. Los mdicos le dijeron que para sacarla haba romper el hueso y que eso comprometa arterias.Se hizo varios estudios por si la cpsula migraba o se mova. Los dos primeros aos sinti dolor por el fro del invierno. A Germn la bala lo atraves: tena un orificio de entrada y de salida debajo de la pelvis. Los dos jvenes tenan el mismo diagnstico: si les pegaban unos centmetros ms a la derecho o a la izquierda, las consecuencias podran haber sido fatales. Me qued la cicatriz en la pierna -dice El Polaco- Para siempre las marcas de la represin en mi cuerpo y en mi mente.

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