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RÃo Negro: LA HISTORIA DE UN DESPOJO
Por Consejo Asesor IndÃgena -
Friday, Jun. 11, 2004 at 5:27 AM
caiandino@red42.com.ar (02944) 455409 Perito Moreno 379, El Bolsón (8430). Pcia. de RÃo Negro
El Lof Casiano
Correo
Elec.: caiandino@red42.com.ar
LA HISTORIA DE UN DESPOJO En
la provincia de Río Negro, en la llamada Línea Sur, zona de gran aridez, con
temperaturas que alcanzan los 32° bajo cero en invierno, y que abarca una
porción de las 5.000.000 de ha que el gobierno considera “fiscales”, quedó
arrinconada una gran parte de nuestro pueblo mapuche luego de la campaña militar
conocida como “Conquista del Desierto” (1879). La
política de apropiación y anulación de nuestro pueblo no terminó ahí. En el
proceso de consolidación de la soberanía del Estado, en el que se fue
mensurando y parcializando el territorio, sólo alguna de nuestra gente fue
reconocida en los registros, quedando anulada la presencia de la gran mayoría.
Esto allanó el terreno a los que llegaron detrás del ejército invasor para que
en poco tiempo se transformaran en verdaderos terratenientes. Los registros,
los contratos, los mapas, los títulos, todos ellos instrumentos desconocidos
por nuestro pueblo, fueron legalizando todo tipo de despojo. Sin herramientas
para hacer valer nuestros legítimos derechos frente a un avance implacable, nos
encontramos prisioneros en nuestro propio territorio, atrapados en sus leyes y
estructura administrativa, viéndonos obligados a abandonar las posesiones o a
entregar las tierras y mejoras como pago de deudas generadas de forma engañosa.
Todo esto con el apoyo de los Jueces de Paz, de la policía local, y de
funcionarios que legalizaban las usurpaciones. Esto sucede hasta nuestros días.
Cercano
al pueblo de Huahuel Niyeu
(hoy Ingeniero Jacobacci), en el Paraje llamado Quetrequile, se asentaron, a fines del siglo XIX, Juan Casiano
y Francisca Curual (pertenecientes a la agrupación Colilaf), dedicándose a la cría de ganado menor (ovejas y
cabras). Según la documentación de la época, 400 eran las familias mapuche que
estaban asentadas en ese lugar. Desde
los años 30, los pobladores originarios del Paraje Quetrequile,
entre ellos los Casiano, comenzaron a solicitar el reconocimiento legal de sus
ocupaciones así como su delimitación, como forma de protegerse de los avances expropiatorios de los comerciantes y terratenientes que se
instalaban en la zona. Es
entonces, y en esas condiciones históricas, que la familia Abi
Saad, con engaños, alcohol y violencia, desalojó en
1967 al Lof Casiano, despojándolos de sus tierras y
descapitalizándolos. A la vez que acapararon todos los bienes del Lof (tierras, hacienda, mejoras, máquinas, herramientas) y
los incorporaron a su patrimonio por medio del robo y la usurpación, a los que
disfrazaron de venta. Lo que es más, Felipe Abi Saad literalmente “tiró” a algunos miembros de la familia en
una tapera, en condiciones de indefensión y absoluta necesidad, obligándolos a
trabajar para él en forma casi esclava. Muchas
fueron las solicitudes presentadas por el Lof Casiano
ante distintos organismos del Estado para regularizar la situación, sin obtener
respuesta. En los 80, el surgimiento de espacios organizativos propios de
nuestro pueblo mapuche fue alimentando la conciencia y revalorizando la
identidad, permitiendo que fortaleciéramos el reclamo de nuestros legítimos
derechos. Esto fue la base de sustento que llevó a la familia Casiano a
insistir ante la Dirección de Tierras de la provincia a que resolviera la
situación de injusticia que estaba viviendo, pidiendo el desalojo de los Abi Saad de sus tierras y de su
vivienda. En el 90, y ya sancionada la Ley Integral del Indígena Nº 2287, se
ordenó el desalojo de Abi Saad
en favor de los Casiano, decisión que no se hizo efectiva. Los reclamos
continuaron ante los organismos competentes, y sin respuesta favorable,
cansados de humillaciones y sufrimiento, decidieron recuperar de hecho lo que
legítima y legalmente les pertenece. A
partir de ese momento, sufrieron ininterrumpidamente atentados, intimidaciones,
amenazas e insultos por parte de los Abi Saad y de su puestero, no sólo en el campo sino también en
el pueblo. Tales hechos constan en sucesivas denuncias y exposiciones
policiales hechas por la familia, denuncias éstas que terminaron en causas
perdidas. Por su parte, los Abi Saad
iniciaron denuncias por usurpación y hurto. A
pesar de las idas y vueltas de la justicia (órdenes de desalojo, de
procesamiento, de sobreseimiento) y de las muchas irregularidades (todas ellas
tendientes a sostener una situación de despojo contraria incluso a lo
establecido por el mismo Estado en su Constitución Nacional de 1994), los
Casiano continúan instalados en las tierras, decididos a proseguir la posesión
en el marco de los derechos que los amparan, y a no claudicar en su lucha hasta
que se haga justicia. La
ocupación de Felipe Abi Saad
nunca fue legítima. Por el contrario, se apropiaron de los campos mediante la
comisión de lesiones subjetivas, e intimidaciones verbales y físicas. Los
sucesores de Felipe Abi Saad
nunca residieron en las tierras en cuestión. Por el contrario, un único
puestero ocupa lo que fuera la residencia de dos familias: la de Agustín
Casiano y la de Quiterio Casiano. Los
sucesores de Felipe Abi Saad
nunca introdujeron mejoras en el campo. Por el contrario, devastaron parte de
las apropiadas a los Casiano. ¿Cómo
es entonces que el despojo extorsivo llevado a cabo
por los Abi Saad hace
cuarenta años sigue impune? ¿Cuántas veces podrán violar la ley con la
tolerancia del Estado? ¿Hasta cuándo continuará la aplicación de una política
discriminatoria y abusiva por parte de los poderes del Estado frente a los
reclamos claramente legítimos del Lof Casiano?
¿Cuánta violencia e injusticia puede tolerar un pueblo? Exigimos
se investiguen todas las acciones perpetradas por los Abi
Saad para despojar al Lof
Casiano de sus tierras, y se reparen sus consecuencias. Nuestra lucha no tendrá
fin hasta tanto no se dé una respuesta legítima a nuestros derechos históricos
y se ponga punto final a la violencia sistemática implementada por el Estado y
por sus circunstanciales aliados políticos y económicos. MARICI WEU, Diez veces estamos vivos, MARICI WEU, Diez veces lucharemos, MARICI WEU, Diez veces venceremos. Consejo
Asesor Indígena – Puelmapu (Río
Negro)
Consejo Asesor
Indígena
Perito Moreno 379. El Bolsón. (8430). Pcia. de Río Negro. Argentina. TE/Fax; (02944)455409