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EEUU: Escuela de terrorismo
Por ciclopeo - Sunday, Jan. 20, 2008 at 8:22 AM
ciclopeo_76@yahoo.com.ar

La lista de militares argentinos que recibieron e impartieron instruccion en la Escuela de las América esta en esta dirección en Indymedia http://argentina.indymedia.org/news/2008/01/577162.php

EEUU: Escuela de terroristas

por Pablo Ruiz y Arnaldo Pérez Guerra
Presos Políticos-Chile / La Insignia, noviembre del 2003.

Este fin de semana, unos 10.000 activistas de derechos humanos viajaron desde diversas ciudades de Estados Unidos para congregarse en Columbus (Georgia), en las afueras del Fuerte Benning para demandar -como cada año lo hacen desde 1989- el cierre definitivo de la Escuela de las Américas, actualmente denominada "Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica".

Cada año, en noviembre, miles de activistas estadounidenses se congregan en las afueras del Fuerte Benning en recuerdo y protesta por la muerte de cuatro sacerdotes jesuitas, su empleada y la hija de ésta, asesinados en El Salvador, el 16 de noviembre de 1989, por "alumnos" de esta "Escuela de Asesinos", y por todos los desaparecidos, torturados y ejecutados a manos de los "graduados". Los miles de activistas de derechos humanos son convocados por los Observadores de la Escuela de las Américas que dirige el padre Maryknoll Roy Bourgeois.

Miles de ellos, en un acto de desobediencia civil, ingresan a las dependencias de la misma Escuela portando cruces y lienzos. "Las autoridades dicen que estamos violando la ley cuando lo hacemos, pero nosotros decimos, por supuesto, que hay una ley más alta que dice 'no matar', una ley que dice que nosotros debemos estar en solidaridad con nuestras hermanas y hermanos en América Latina. Por esta acción 50 de nosotros hemos servido colectivamente más de 30 años de prisión federal cuando los asesinos consiguen impunidad y nadie los puede tocar en Chile o en El Salvador", expresó Roy Bourgeois a Kamarikun en una entrevista publicada por el periódico electrónico La Insignia.

"Mientras
latinoamericanos sigan siendo asesinados como resultado directo del entrenamiento recibido en la SOA, nosotros seguiremos tomando acciones contra la Escuela", dijo Rebecca Johnson de 24 años, quien acababa de cumplir una sentencia de seis meses en una Prisión Federal por encadenarse a las rejas de la SOA, el año pasado. Hasta su muerte, en circunstancias no aclaradas, en Minesota, en octubre de 2001, el chileno Eduardo Villaseca, corresponsal de Radio Nuevo Mundo, participó y divulgó profusamente la existencia y vigencia de esta Academia Militar. Unas 96 personas que pedían el cierre de la Escuela fueron detenidas por la policía de Columbus, al entrar ilegalmente a la base de Fort Benning. Matthew Smucker, uno de los organizadores, señaló que es la mayor manifestación realizada hasta la fecha.

La Escuela de las Américas se fundó en 1946 en Panamá. En 1984 como resultado de los Tratados Torrijos-Carter para la devolución del Canal de Panamá, se instaló en Fort Benning (Georgia), Estados Unidos. Cada año, miles de oficiales de las Fuerzas Armadas latinoamericanas siguen recibiendo entrenamiento militar a manos de entrenadores militares norteamericanos.

La Escuela de las Américas ha sido el centro de "entrenamiento" más nefasto que ha existido, por la estela de abusos y violaciones a los derechos humanos que han dejado sus "graduados" en sus propios países. En 1996, la opinión pública norteamericana conoció parte de los Manuales de Entrenamiento Militar que eran utilizados, los que aconsejaban "...aplicar torturas, chantaje, extorsión y pago de recompensa por enemigos muertos".

En Chile, asesinos de la calaña de Álvaro Corbalán Castilla, Miguel Krassnoff Martchenko, Carlos Herrera Jiménez, Manuel Contreras Sepúlveda y Armando Fernández Larios, son ejemplos del tipo de alumnos que fueron preparados en la "cuna de la democracia" estadounidense. Varios de sus "graduados" han sido "funados" (desenmascarados, puestos en evidencia ante la opinión pública) en los últimos años. El secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, relanzó la "cooperación interamericana en seguridad" durante una conferencia de ministros de Defensa de las Américas realizada en Santiago de Chile el año pasado.

Entre 1996 y el año 2000, Chile figuró junto a Colombia y México como los países que más soldados enviaban a esta Academia Militar. Se calcula que cada año más de 100 oficiales chilenos siguen recibiendo entrenamiento "contrainsurgente" en suelo estadounidense.

En el quincenario The Clinic, la periodista Pamela Jiles reveló un antecedente poco conocido en la entrevista que hizo al general Carlos Molina Johnson, hombre de confianza del general Pinochet y del actual Comandante en jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre. "Es el único chileno que ha ocupado el cargo de subdirector de la Escuela de las Américas, esa misma que tuvo la siniestra fama de hacer entrenamiento antinsurgente a fuerzas especiales de toda Latinoamérica en la época del gorilismo, la que funcionaba en Fort Guliack, en Panamá, y desde allí expandía la ideología de aniquilamiento del enemigo interno, las técnicas de interrogatorio de prisioneros y el uso de armamento antisubversivo. Su estada en la desprestigiada Escuela, sin embargo, ocurrió en los 90, cuando el organismo estaba instalado en Georgia, Estados Unidos, y era sólo instancia de nexo entre ejércitos subdesarrollados y el de la superpotencia anfitriona, cuyo objetivo era entrenar fuerzas tercermundistas para el combate del narcotráfico y la seguridad hemisférica".

En febrero de 2002, el mismo The Clinic publicó otro artículo titulado "Escuela de las Américas: Postgrado en Violencia", señalando que "entre la antigua y polémica Escuela de las Américas y el Western Hemisphere Institute for Security Cooperation (WHISC), inaugurado el 17 de febrero del 2001, no hay más que nuevas papelerías, timbres y letreros. El mismo edificio emplazado en los mismos terrenos, mantiene a los mismos instructores enseñando lecciones de similar crueldad y cuestionable legalidad".

Amnistía Internacional en su libro publicado el 2001, "Un comercio Execrable: el comercio de la Tortura", señaló que "los torturadores no nacen: alguien los educa, los entrena y los apoya", señalando a la Escuela de las Américas como uno de los "centros de instrucción".

La historia de muerte que rodea a los graduados de la Escuela de las Américas es larguísima: Cientos de miles de desaparecidos y ejecutados políticos, centenas de miles de torturados, exiliados, y presos políticos dejaron en las dictaduras pasadas. Muchos tienden a pensar que esa historia acabó desde que la Escuela de las Américas cerró sus actividades en Panamá. Otros se han dejado engañar ante el nuevo nombre que hoy tiene. Sin embargo, la "industria de asesinos" sigue funcionando.

En los años 90, la presencia de los "graduados" de la Escuela de las Américas siguió dejando rastros. Así lo evidenció el conflicto de Chiapas, donde los militares "actuaron". En Colombia, los graduados de la Escuela son los más activos en la violación de los derechos humanos, conformando escuadrones de la muerte y organizaciones paramilitares para encubrir la represión al pueblo y la lucha contra la insurgencia. Asimismo, Vladimir Montesinos, destacado alumno de la Escuela de las Américas, dejó en Perú también la marca de la "formación" que recibió en los Estados Unidos.

En 1998, el 26 de abril, agentes que se movían en la oscuridad, atraparon a monseñor Juan Gerardi a la entrada de su residencia, ejecutándolo. Con piedras le hundieron el cráneo. Gerardi era obispo auxiliar de la ciudad de Guatemala. Sus asesinos eran militares entrenados en los Estados Unidos.

En abril de 2002, los "egresados" de la Escuela de las Américas lideraron el fallido golpe de Estado en la República Bolivariana de Venezuela (**), después de haber mantenido "conversaciones" con Otto Reich, el controversial "Secretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental", designado por George W. Bush. Otto Reich, también posee un puesto en la Junta Directiva de la actual Escuela de las Américas, el "Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad".

Notas

(*) Pablo Ruiz y Arnaldo Pérez Guerra son ex presos políticos y redactores de Presos Políticos-Chile (www.libertad.ya.st; correo electrónico: solidaridadchile@yahoo.com)

(**) Dos de los generales venezolanos que apoyaron al empresario golpista Pedro Carmona fueron formados en la Escuela de las Américas. Efraín Vásquez asistió a la Escuela desde el 23 de enero al 2 de diciembre de 1988, y Héctor Ramírez, desde el 8 de mayo al 11 de agosto de 1972. Dicha escuela ha dado instrucción a más de 60.000 oficiales y soldados de América Latina y el Caribe desde 1946. Entre sus "graduados" figuran -al menos- 11 militares que luego fueron dictadores, entre ellos el ecuatoriano Guillermo Rodríguez, el peruano Juan Velasco Alvarado, los argentinos Roberto Viola y Leopoldo Galtieri, los bolivianos Hugo Bánzer y Guido Vildoso, el hondureño Juan Melgar Castro y el guatemalteco Efraín Ríos Montt.

Los antecedentes de las torturas de EU

Sunday, May 16th 2004

Alberto Almendaríz

Recuerdan libros de historia que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han fomentado las torturas en distintas épocas

Estados Unidos (16 mayo 2004) - No representan a los Estados Unidos que conozco", dijo el Presidente estadounidense, George W. Bush, la semana pasada, después de que salieran a la luz las fotografías que muestran a soldados estadounidenses torturando a prisioneros iraquíes.

Sin embargo, los maltratos ocurridos en la cárcel de Abu Ghraib se encuadran dentro de un contexto histórico mucho mayor de abusos de prisioneros por parte de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que las autoridades han reconocido e incluso tácitamente fomentado en distintas épocas.

"Las violaciones de los derechos de los prisioneros son mucho más generalizadas de lo que nos quieren hacer creer ahora", apuntó a REFORMA el analista Andrew Reding, director del Proyecto de Democracia Global y Derechos Humanos del World Policy Institute, un centro de investigaciones de Nueva York.

"Las torturas en Iraq nos horrorizan ahora porque gracias al desarrollo tecnológico tenemos cámaras que tomaron fotografías y registraron esos abusos. Pero desde sus inicios, las Fuerzas Armadas estadounidenses siempre han cometido abusos que no fueron sometidos a tanto escrutinio como hoy".

Efectivamente, los libros de historia recuerdan que el Ejército estadounidense, por orden del Presidente Andrew Jackson, encerró a los indios cherokee en campos de detención para eventualmente desplazarlos a otras zonas.

Aunque no eran centros de exterminio como los nazis, muchos indios fueron violados y asesinados por soldados estadounidenses, mientras que eran pobremente alimentados y sometidos a penosas condiciones sanitarias.

Luego, durante las Primera y Segunda Guerra Mundial, el Gobierno detuvo a cientos de miles de inmigrantes alemanes y japoneses en "campos de internación" ante el temor de actividades antiestadounidenses. Sus derechos fueron violados y muchos terminaron pagando con su vida su ascendencia.

En los años 40, en el campo de Manzanar, en California, por ejemplo, había 10 mil 046 reclusos, de los cuales 135 murieron en situaciones poco claras.

"Los interrogatorios de sospechosos o enemigos siempre han sido situaciones propensas a la violencia, y no hay dudas de que las fuerzas armadas, hoy como en el pasado, entrenan a sus grupos de élite para obtener información a través del abuso físico y/o psicológico", señaló Reding, "sucede tanto en el Ejército de Estados Unidos como en el de México, el de Israel o el de Rusia".

Y según el experto en asuntos de derechos humanos, este tipo de prácticas son peores en las guerras de insurgencia, donde se busca ganar información, que en las tradicionales, donde se quiere obtener territorios.

Un ejemplo típico fue en Vietnam, donde incluso antes de que llegaran las tropas de Estados Unidos la CIA ya estaba involucrada en casos de torturas y asesinatos.

Las técnicas se perfeccionaron a tal punto que en 1967 se estableció el "Programa Phoenix" para "neutralizar" a la infraestructura que apoyaba a la insurgencia de Vietnam del Sur.

En los "centros de interrogatorios" se secuestraba, torturaba y asesinaba a prisioneros civiles acusados de colaboración con el enemigo, según escribió William Blum en su libro "Matando la esperanza: las Fuerzas Armadas estadounidenses y la intervención de la CIA".

De hecho, hasta el hoy candidato a Presidente John Kerry denunció estas prácticas entonces, cuando pasó de ser un condecorado soldado a un activista por la paz.

En una comparecencia ante el Senado en 1971 dijo que sus compañeros "contaban que personalmente habían violado mujeres; que habían cortado orejas y cabezas; que habían colocado cables de teléfonos portátiles en genitales humanos y luego los encendieron; que arrasaron con pueblos de la manera que lo hacía Genghis Khan; matando al ganado y a los perros por diversión y envenenando los depósitos de alimentos".

Las técnicas estaban tan perfeccionadas dentro de la CIA y el Pentágono que sus especialistas han instruido a oficiales de otros países.

En 1953, después de colaborar en el golpe contra Mohammed Mossadegh, agentes de inteligencia estadounidenses entrenaron a la Policía secreta iraní, la Savak, en la tortura de elementos subversivos.

Al año siguiente, tras jugar un rol clave en el golpe contra Jacobo Arbenz en Guatemala, la CIA entrenó al Ejército guatemalteco en técnicas de tortura física y psicológica.

La Escuela de las Américas

Este tipo de "lecciones" quedaron registradas además en los manuales de la infame Escuela de las Américas --con sede primero en Panamá y luego en Fort Benning, Georgia-- por la cual desde 1946 hasta el 2000 pasaron más de 60 mil militares latinoamericanos, entre ellos los dictadores argentinos Leopoldo Galtieri y Roberto Viola, el boliviano Hugo Banzer y el panameño Manuel Noriega, además del hombre fuerte de Perú, Vladimiro Montesinos, y varios oficiales mexicanos acusados de violaciones a los derechos humanos.

En los siete libros en español descubiertos en 1996, se enseñaba que "el uso del miedo, el pago de botines por enemigos muertos, las golpizas, el falso encarcelamiento, las ejecuciones y el uso de suero de la verdad" servían para que los prisioneros involucrados con la insurgencia dieran información.

Los manuales estaban basados en parte en instrucciones de entrenamiento utilizadas en la década de los 60 por el Programa de Inteligencia Extranjera del Ejército estadounidense, recordó Eric LeCompte, coordinador del centro School of the Americas Watch, que busca cerrar la escuela.

"Lo que sucede hoy en Iraq no es nada nuevo. Es consistente con la política del Pentágono que se dice ser prodemocrático pero en realidad promueve la tortura y la violación de los derechos humanos para intimidar a civiles", dijo a REFORMA.

En marzo de este año, el grupo Human Rights Watch presentó un informe en el que denunciaba abusos a prisioneros en los centros de detención estadounidenses en Afganistán de Bagram, Kandahar, Jalalabad y Asadabad.

Según el documento, allí los reclusos "eran golpeados, mojados con agua fría y sometidos luego a gélidas temperaturas; muchos eran forzados a permanecer despiertos durante todo el día, o a quedarse parados o arrodillados en posiciones dolorosas por largos periodos de tiempo".

Técnicas similares se cree son practicadas en la base naval de Guantánamo, donde Estados Unidos mantiene aislados desde hace dos años a más de 800 detenidos sospechados de estar vinculadas con los talibanes y la red terrorista Al-Qaeda, de Osama Bin Laden.

"El Pentágono las llama 'técnicas de stress y dureza', pero es un eufemismo para un maltrato que puede fácilmente llevar a la tortura", indicó a REFORMA el analista militar senior de Human Rights Watch Marc Garlasco, quien hasta el 2002 y por siete años fue agente de inteligencia del Departamento de Defensa.

"Son técnicas crueles, inhumanas y degradantes que como tales están prohibidas por el Derecho Internacional, específicamente por la Convención de Ginebra", aclaró, "el Pentágono las considera aceptables, pero son una muestra de la realidad del mal que están perpetuando".

 

Torturas en Irak parecidas a Centroamérica en años 80

Sunday, May 16th 2004

Betty Brannan Jaen

from La Prensa, Honduras

WASHINGTON, D.C.– Tras el descubrimiento de que militares estadounidenses sometieron a presos iraquíes a torturas, abusos y humillación sexual, algunos medios y activistas de derechos humanos sostienen que estas prácticas son una continuación de las tácticas que, bajo tutela estadounidense, se utilizaron en Centroamérica durante la Guerra Fría para reprimir a guerrilleros y a disidentes políticos.

“Vemos un patrón consistente”, afirmó el sacerdote estadounidense Roy Bourgeois, fundador de la agrupación School of the Americas Watch (SOA), dedicada a lograr el cierre de la notoria Escuela de las Americas.

Esa escuela, que por muchos años estuvo en Panamá (en la antigua Zona del Canal), es una institución que brinda adiestramiento a militares latinoamericanos. SOA Watch la tilda de “escuela de asesinos”, por más que la institución se cambió el nombre en 2001 y dice haber incorporado nuevos cursos de respeto a los derechos humanos.

No obstante, un comunicado de SOA Watch sostiene que “informes recientes de la tortura de detenidos iraquíes en la cárcel militar de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, son parte un patrón más amplio de abuso y tortura a manos de soldados norteamericanos, soldados entrenados por los norteamericanos, contratistas independientes y agentes de inteligencia en todo el mundo”.

Además, medios en Estados Unidos e Inglaterra señalan que las prácticas utilizadas en Irak parecen tomadas o inspiradas por los manuales que la CIA (Agencia Central de Inteligencia) usó en Centroamérica en la década de los 80.

Un manual de 1983, informaron el Baltimore Sun y The Guardian, fue preparado especialmente para su uso en Honduras. Su tesis principal era que la tortura sicológica —el manual lo llama “estrés mental”— es más eficaz que la tortura física. Esa premisa, según los críticos, encubre prácticas como humillar sexualmente a los presos, fotografiar esa humillación, aterrorizarlos, y amenazarlos con ser electrocutados. Según el Baltimore Sun, el manual también enseñaba las tácticas específicas de desnudar a detenidos, encapucharlos, mantenerlos incomunicados, privarlos de sueño y desorientarlos.

Lo reportado por los medios estadounidenses y británicos ha tenido resonancia en Honduras. La agencia noticiosa ANSA informó el jueves que Juan Almendares, director del Centro Hondureño para la Prevención de Tortura, ha denunciado que “Honduras fue utilizado como un centro para adiestramiento sobre cómo torturar.”

 

La Galería de la Fama del SOA

Inscripción en el SOA

Constantemente, las naciones latinoamericanas con los más altos índices de violaciones de derechos humanos han enviado el mayor número de soldados a la Escuela de las Américas. Bolivia bajo el General Bánzer; Nicaragua bajo los Somozas; El Salvador durante los años más sangrientos de la guerra civil – todos fueron los principales clientes del SOA durante el apogeo de su represión militar. Y poco tiempo después del comienzo de la resistencia indígena en Chiapas en 1994, México se convirtió en el principal cliente del SOA.

La Galería de la Fama del SOA

La falta de interés por los derechos humanos es claramente ilustrada por aquellos a quienes la Escuela elige honorificar en su Galeria de la Fama con fotos de los graduados más destacados o por aquellos a quienes invita a presentar charlas e impartir cursos especializados:

El General Hérnan José Guzmán RodríguezHonorificado en la Galería de la Fama en 1993. Rodríguez protegió y asistió al escuadrón de la muerte del grupo paramilitar colombiano "MAS", el cual fue responsable de la muerte de por lo menos 149 personas. El dirigió a los soldados que detuvieron, torturaron, violaron, y ejecutaron a Yolanda Acevado Carvajal.

El General Héctor Gramajo – Orador invitado en 1991. Arquitecto de políticas de genocidio desde 1980 hasta 1991, las cuales resultaron en el asesinato, violación, tortura, y desplazamiento forzoso de cientos de miles de indígenas en Guatemala. Gramajo fue declarado culpable de numerosos crímenes de guerra en una corte norteamericana seis semanas antes de su presentación en una ceremonia de grado en el SOA.

El Coronel Pablo Belmar - Instructor invitado en 1987. Directamente implicado en la tortura y asesinato, en 1976, del oficial de las Naciones Unidas, Carmelo Soria, cuyo cuello fue fracturado tras ser arrestado y torturado por personal chileno del DINA.

En 1998, el SOA desarrolló una lista adicional de "graduados destacados". Sin embargo, varios de estos estudiantes "excepcionales" han sido implicados en la violación de derechos humanos incluyendo torturas, masacres, y "desapariciones". Un ejemplo es el general colombiano, Manuel Sammiguel Buenaventura, implicado en la masacre de 1988 de 20 trabajadores bananeros.

SOA: Información por pais



Estas hojas sobre los países de la Escuela de las Américas (SOA, por sus siglas en inglés) son meditaciones breves sobre la violencia que la Escuela de las Américas apoyó y que sus graduados perpetraron. Originalmente eran parte del paquete organizador para “Clausurarla Rápidamente,” un ayuno internacional en el que participaron más de 1000 personas, grupos y organizaciones. Actualmente Nicaragua está ausente de esta serie. Nicaragua interrumpió sus entrenamientos en la Escuela de las Américas en 1978, cuando los sandinistas llegaron al poder. No fue sino hasta el año 2001, cuando la Escuela de las Américas cambió su nombre a Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en la Seguridad, que Nicaragua reanudó su entrenamiento en la Escuela de las Américas. Miles de soldados de la Guardia Nacional de Somoza se entrenaron en Panamá. Muchos de esta fuerza de seguridad represiva formaron la columna vertebral de los Contras y emprendieron una guerra en contra de su propia gente.

Argentina  - Bolivia  - Brasil  - Chile  - Colombia  - El Salvador  -  Guatemala  - Haiti  -  Honduras  - México  - Paraguay & Uruguay  - Perú  - 



Argentina

¿Cuál fue el propósito detrás de la tortura y de la desaparición? ¿De dónde vienen los perpertradores de la tortura y del genocidio? ¿De dónde proviene todo? Proviene del llamado líder mundial de la democracia, los Estados Unidos. “Los Estados Unidos entrenaron a un personal de más de 80.000 individuos en la Escuela de las Américas y [otras] academias militares.” -- Adolfo Pérez Esquivel, ganador del Premio Nobel de la Paz, quien estuvo en prisión y fue torturado por 14 meses en Argentina.

De 1976 a 1983 Argentina vivió un período conocido como la Guerra Sucia, una época caracterizada por golpes militares, tortura y desapariciones. Dos de los más destacados dictadores—Roberto Viola (Marzo-Diciembre 1981) y Leopoldo Galtieri (Diciembre 1981-Junio 1982) fueron graduados de la Escuela de las Américas.

Un tribunal civil sentenció a Viola a 17 años por sus crímenes de 1985, pero fue puesto en libertad luego de cumplir sólo 4 años como resultado de la presión militar. En su juicio Galtieri fue absuelto de sus cargos de cometer crímenes en contra de los Argentinos, pero luego fue condenado en 1986 por incompetencia. Fue dejado en libertad luego de cumplir sólo una pequeña porción de su condena, de nuevo como resultado de la presión militar.

Según Nunca Más, “una joven testificó que luego de haber sido detenida durante meses con los ojos vendados y sometida a la tortura, a ella y a otras en su grupo se les permitió lavarse, en preparación para la visita del General Galtieri al centro de detención… Galtieri le preguntó si sabía quién era él y si ella entendía que él tenía poder absoluto sobre ella. ‘Si yo digo que vivas, vives, y si digo que mueras, mueres. Da la casualidad que tienes el mismo nombre cristiano que mi hija, por lo tanto vives’.”

Después de la guerra, la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas comenzó a reunir testimonios sobre las atrocidades que habían ocurrido. Desafortunadamente, el texto completo de los testimonios ha sido archivado por el gobierno argentino y no está disponible al público. Sin embargo, una lista extraída de los testimonios menciona a 7 graduados de la Escuela de las Américas, incluyendo al jefe de un centro de detención clandestino.

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Bolivia

“En Bolivia y a lo largo de Latinoamérica muchos en las Fuerzas Armadas están involucrados en el tráfico de drogas--¿de qué otro modo podrían darse el lujo de vivir en mansiones con sirvientes, de manejar coches caros y de salir de vacaciones a Estados Unidos o a Europa?”—Luis Espinal, sacerdote católico de la orden jesuítica y profesor de la Universidad de la Paz. En 1979, cuando investigaba la participación de la dictadura militar de Bolivia en el tráfico de drogas, fue secuestrado y torturado, y su cuerpo fue arrojado al costado de un camino cerca de La Paz. Doscientas mil personas asistieron a su funeral.

El 17 de julio de 1980, el General García Meza Tejada llevó a cabo el más notorio y sangriento golpe de estado en Bolivia al asaltar directamente el Palacio Nacional y forzar al presidente a renunciar. Su mano derecha era un graduado de la SOA, Luis Arce Gómez, quien estuvo a cargo de reunir una fuerza paramilitar para derrocar al gobierno. Arce Gómez luego se convirtió en el Ministro del Interior, y otro graduado de la SOA, Alberto Sáenz Klinsky fue también miembro del gabinete. Otros siete graduados de la SOA estaban implicados en el golpe, seis de los cuales fueron condenados por crímenes que comprendían desde la emisión de decretos inconstitucionales hasta la insurrección armada y el homicidio. Arce Gómez fue condenado en 1989 en Miami a 30 años en prisión por tráfico de drogas.

Otro fuerte partidario del golpe de García Meza fue el graduado de la SOA General Hugo Banzer, quien había sido dictador desde 1971 hasta 1978. Fue conocido por el “Plan Banzer” para silenciar a los miembros de la Iglesia que hablaban abiertamente. El “Plan Banzer” se convirtió en un programa de acción para la represión a lo largo de Latinoamérica. Banzer también fue conocido por proteger al criminal de guerra Nazi Klaus Barbie, “El Carnicero de Lyon,” y por sus conexiones con grupos de narcotráfico. En 1988 Banzer fue escogido para el “Hall de la Fama” de la Escuela de las Américas.

A muchos otros graduados bolivianos de la SOA se les ha atribuido conexiones con el tráfico de drogas e inclusive con el de armas. En una serie de casos de finales de los 80 y principios de los 90, seis graduados de la SOA fueron juzgados por sus vínculos con los círculos de la droga dentro de las fuerzas armadas. En un caso aparte, un graduado de la SOA de alto rango fue destituido como jefe de las Fuerzas Especiales de Seguridad del Ministerio del Interior luego de haber sido acusado de encubrir el narcotráfico.

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Brasil

“La marca de la SOA está grabada en las mentes y en los cuerpos y en las historias de las familias de los torturados, asesinados y desaparecidos.” -– De una carta del grupo brasileño de derechos humanos Tortura Nunca Más, que hace un llamado a cerrar la SOA y está firmada por 142 grupos brasileños de derechos humanos, organizaciones de mujeres, asociaciones de abogados, grupos religiosos, sindicatos y partidos políticos.

En 1997, el grupo brasileño de derechos humanos Tortura Nunca Más, revisó su documentación sobre abusos de derechos humanos, incluyendo documentos del proyecto Brasil Nunca Más, así como también expedientes de la corte pertinentes. Concluyeron que 20 graduados de la SOA y 2 instructores de la SOA estaban conectados con la represión y los abusos de derechos humanos, incluyendo encarcelamientos falsos y torturas por métodos tales como la picana eléctrica, la asfixia y la inyección del “suero de la verdad.”

Brasil tiene una de las campañas anti SOA más activas de Latinoamérica. Los miembros de Tortura Nunca Más, como también otros grupos religiosos y políticos, han organizado una serie de protestas y de eventos con los medios de comunicación para pedirle al gobierno brasileño que deje de enviar estudiantes a la SOA.

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Chile

“Bajo un cielo arenoso y gris, en el corazón del distrito comercial del centro, sólo a unas cuadras del sitio del sangriento golpe militar de 1973 de Pinochet, caminé al lado de una manifestación organizada por las Familias de los Detenidos-Desaparecidos. Los manifestantes, en su mayoría mujeres, llevaban fotos de sus seres queridos con carteles que decían, ‘¿Dónde están?’ Mientras marchaban, gritaban su apoyo al juez español que intenta hacer que Pinochet sea juzgado. También pedían terminar con la impunidad.” -– Padre Stephen De Mott, Misionero de Maryknoll.

El golpe de estado de 1973 y sus consecuencias sangrientas fueron en gran medida la responsabilidad de graduados de la SOA. Los abogados españoles que presentaron los cargos que resultaron en el arresto de Pinochet de 1998, también solicitaron el procesamiento de otros 30 funcionarios de alto rango de la dictadura de Pinochet. Diez de ellos son graduados de la SOA. Aunque Pinochet no fue un graduado de la SOA, se le tiene en alta estima en la SOA. En 1991, los visitantes podían ver una nota de Pinochet y una espada de ceremonias donada por él, expuesta en la oficina del comandante de la SOA.

Entre
los graduados de la SOA citados en el caso del tribunal español, se encuentran los ex jefes de la policía secreta de la CNI y de la DINA, los oficiales que torturaron y asesinaron a un funcionario de la ONU, y aquellos que participaron en el asalto a la residencia del presidente Salvador Allende. Uno de los responsables de la muerte del funcionario de la ONU era un instructor de la SOA en 1987. Otros graduados de la SOA han sido citados por operar los campos de concentración para prisioneros políticos Villa Grimaldi, Tres Alamos y Cuatro Alamos.

Otro graduado de la SOA, Armando Fernández Larios, participó en el notorio asesinato del ex Ministro de Defensa chileno Pratts, quien fue asesinado en un coche bomba en Argentina. También fue procesado en 1979 por un gran jurado de los Estados Unidos, por estar involucrado en la explosión del coche bomba que mató al ex Ministro de Relaciones Exteriores Orlando Letelier y al ciudadano americano Ronni Moffit en Washington D.C. en 1976.

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Colombia

Vi este grupo de soldados, disparando sus rifles, acercándose por adelante y mientras pasaban delante de mí, empezaron a golpearme con las culatas de sus armas y las puntas de sus botas. Sostuve con fuerza mi cámara, todavía corriendo, hasta que el golpe de una culata de rifle rompió el equipo de la cámara... Recuerdo que un soldado con una máscara de gas me levantó y que un colega de otro programa de noticias se me acercó. Le di el cassette y le dije, ‘guarda el material, mi amigo.’ Esa noche todos vieron aquellas imágenes mientras me recuperaba en un hospital con el hígado perforado y mis testículos destrozados por los golpes. Un año después estaba buscando asilo político en los Estados Unidos debido a las amenazas.” —- Periodista colombiano Richard Vélez, al describir el tratamiento que le dieron las tropas comandadas por un graduado de la SOA.

Colomb
ia ha enviado más tropas a entrenarse a la SOA que cualquier otro país latinoamericano, con resultados estremecedores. El informe de derechos humanos de 1993, Terrorismo de Estado en Colombia, cita a 247 funcionarios colombianos por violaciones a los derechos humanos. La mitad de aquellos citados eran graduados de la SOA. Algunos incluso fueron destacados como oradores invitados de la SOA o como instructores, o incluidos en el “Hall de la Fama” luego de su intervención en tales crímenes. Por ejemplo, el General Farouk Yanine Díaz fue orador invitado en la escuela en 1990 y 1991, después de su participación en la masacre de 20 trabajadores bananeros en 1988 en Uraba, en el asesinato del intendente de Sabana de Torres, y en la masacre de 19 comerciantes. Según un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, también fue acusado de “establecer y expandir escuadrones paramilitares de la muerte, así como también de ordenar docenas de desapariciones y el asesinato de jueces y de personal de la corte enviados a investigar delitos previos.”

Se ha vinculado a los graduados de la SOA con algunas de las más horrendas masacres colombianas, incluyendo la masacre de Segovia de 1988, en la cual se asesinaron 43 personas, las masacres de Trujillo con sierras eléctricas, que tuvo lugar entre 1988 y 1991, y la masacre de Riofrio en 1993. En una instancia la legislatura colombiana afirma que un oficial militar fue enviado a la SOA para evitar tener que contestar preguntas sobre la masacre de una familia campesina en Fusagauga.

Los partidarios de la SOA han alegado que estos abusos son cosas del pasado. Sin embargo, el informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos de 1998 informa que la vigésima brigada militar fue disuelta por estar involucrada en abusos de derechos humanos, incluyendo el asesinato deliberado de civiles. El comandante de aquella brigada era el graduado de la SOA Paucelino Latorre Gamoa. El informe también vincula a graduados de la SOA con una redada ilegal en las oficinas de un grupo no gubernamental de derechos humanos e implica a un graduado de la SOA por su complicidadd en una masacre de 1997. Claramente, los abusos no son cosas del pasado.

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El Salvador

“Los soldados del Batallón Atlacatl llegaron a las siete de la mañana. Dijeron que tenían la orden de matar a todo el mundo. Nadie tenía que quedar vivo. Encerraron a las mujeres en las casas y a los hombres en la iglesia. Eramos 1 100 en total. Los niños estaban con las mujeres. Nos dejaron encerrados toda la mañana. A las diez los soldados empezaron a matar a los hombres que estaban en la iglesia. Primero los ametrallaron, después los degollaron.

“A las dos de la tarde habían terminado con los hombres y vinieron por las mujeres. Dejaron a los niños encerrados. Me separaron de mi hija de ocho meses y de mi hijo mayor. Nos llevaron para matarnos. Al llegar al lugar donde nos iban a matar, pude deslizarme y esconderme bajo unos arbustos, tapándome con las ramas. Vi cómo los soldados alineaban a veinte mujeres y las ametrallaban. Después trajeron otro grupo. Otra réfaga de balas. Y otro grupo. Y otro.

“Mataron a mis cuatro hijos, el de nueve años, el de seis años, el de tres años y mi hijita de ocho meses. También mataron a mi esposo. Pasé siete días y noches sola en el monte, sin comida ni bebida. No pude encontrar a nadie. Los habían matado a todos. Dios permitió que viva para poder testimoniar de cómo el ejército mató hombres y mujeres y cómo quemaron sus cuerpos. No los vi matar a los niños pero oí sus gritos.” –- Testimonio de Rufina Amaya, único testigo de la matanza de El Mozote, en El Salvador, donde hay por lo menos nueve egresados de SOA implicados.

En 1993, el informe del Comité de la Verdad de Naciones Unidas nombra a los oficiales responsables de las peores atrocidades cometidas durante la brutal guerra civil del país. Más de los dos tercios de los oficiales mencionados habían sido entrenados en la Escuela de las Américas (SOA).
Dichos crímenes incluyen:

 



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Guatemala

“Somos sobrevivientes de la política de genocidio practicada por oficiales guatemaltecos entrenados y endoctrinados en la SOA para exterminar cobardemente a sus propios hermanos y hermanas. Hemos sufrido esa triste época en carne propia en los años 80 durante el amargo holocausto soportado por los indígenas mayas de Guatemala. Por eso compartimos vuestra lucha y les rogamos encarecidamente que prosigan sus esfuerzos…” -– Declaración de miembros de una comunidad de refugiados que ha vuelto a Guatemala.

Dos importantes informes sobre derechos humanos publicados recientemente incriminan a la SOA por su papel en el entrenamiento de los violadores de derechos humanos. El informe sobre Recuperación de la Memoria Histórica publicado por el Arzobispado de Guatemala constituye un catálogo espeluznante de las formas de violencia y su impacto sobre la sociedad guatemalteca. En dicho informe se destaca que egresados de SOA fueron responsables del asesinato de la antropóloga Myrna Mack, encubrieron el asesinato del ciudadano de EEUU, Michael Devine y la tortura y asesinato de Efraín Bamaca, esposo de la ciudadana estadounidense Jennifer Harbury.

El informe también afirma que el egresado de SOA, Benedicto Lucas García, organizó los grupos conocidos por PAC que fueron responsables de algunas de las violaciones más horrendas de la guerra. Más aun, tres egresados de SOA eran oficiales superiores de la famosa agencia de inteligencia D-2, denunciada en ese informe por haber desempeñado “un papel central en el manejo de operaciones militares, en las masacres, en las ejecuciones extra-judiciales , en las desapariciones forzadas y en la tortura.” También se sabe que varios egresados de SOA tuvieron puestos clave en los gobiernos dictatoriales de Lucas García, Rios Montt y Mejía Victores.

El informe del Comité Guatemalteco de la Verdad publicado en 1999 fue escrito por el Comité Independiente de Clarificación Histórica, establecido como parte de los acuerdos de paz. Si bien el Comité no podía mencionar los nombres de los responsables de delitos específicos, menciona especificamente a SOA: “Algunos oficiales guatemaltecos y otros oficiales subalternos atendieron cursos básicos y avanzados de inteligencia y contraespionaje en la Escuela de las Américas que depende del Comando Sur del Ejército de los EEUU. En esos cursos se usaron los manuales de entrenamiento de las escuelas estadounidenses. El Comité de Clarificación Histórica pudo ver algunos de esos manuales escritos en español. Por ejemplo, el manual ‘Terrorismo y Guerrilla Urbana’ especifica que ‘entre las funciones de los agentes de contraespionaje está la de señalar los centros de contraespionaje que se deben neutralizar … ejemplos de esos centros son funcionarios del gobierno y líderes políticos …”

En el mes de enero del año 2000, un egresado de SOA, el coronel Byron Disrael Lima Estrada, fue arrestado en Guatemala por el asesinato, en 1998 del obispo Juan Gerardi. Según un bosquejo biográfico hecho público por la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EEUU, Lima Estrada siguió los cursos de entrenamiento de la policia militar en la Escuela de las Américas del ejército de los EEUU, ubicada ahora en Ft. Benning, GA. Lima Estrada llegó a ser jefe de la infame agencia de inteligencia militar D-2 en el momento más intenso del genocidio durante la guerra civil de Guatemala.

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Haiti

“La mayoría de la gente en el mundo ve a mi patria como un país de regimenes represivos, golpes de estado, pobreza y desesperanza. Es cierto que Haiti ha sufrido por la colonización de España, la de Francia, la ocupación de EEUU, las dictaduras apoyadas por los acaudalados y que ha pasado por períodos de represión brutal”. -– Marie M.B. Racine, Ph. D., mujer haitiana que vive en Washington, DC donde es miembro activo de la comunidad de solidaridad con los pueblos del Caribe y de América Central.

Haiti ha envíado pocos oficiales para ser entrenados por SOA, principalmente porque los cursos se dan en español. Menos de 50 oficiales haitianos han atendido dicha escuela desde su fundación pero su presencia se ha hecho sentir. En 1987, un egresado de SOA, Gambetta Hyppolite ordenó a sus soldados que dispararan a la Oficina Electoral Provincial en Gonaives participando así de una campaña del ejército para detener las elecciones democráticas. En 1988, el egresado de SOA Franck Romain organizó la masacre de St. Jean Bosco en la que mataron a 12 prisioneros cuando asistían a misa, por lo menos 77 fueron heridos.

Oficiales y soldados haitianos también han sido entrenados en otros centros de EEUU. Se piensa por ejemplo que el general Raul Cedras, Ministro de Defensa, y Michel François, Jefe de la Policía de Puerto Príncipe son egresados de SOA. Sin embargo se graduaron en la Escuela de Infantería del Ejército de EEUU también situada en Ft. Benning.

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Honduras

“(…) La orden era de llevarse a todos: padres, abuelos, niños, mujeres, todos. Era muy raro que alguien sobreviviera después de haber sido detenido por mi batallón. Al principio se abandonaban los niños en el parque o en el mercado. Pero el General Alvarez Martinez dijo: ‘Estas semillas pueden florecer’. Tuvimos, pues que eliminar también a los niños.” -– De un egresado de SOA que había sido miembro de un escuadrón de la muerte secreto en Honduras, el Batallón 3-16. El General Alvarez Martinez fue entrenado en la SOA. Cuatro de los cinco oficiales hondureños de alto rango que organizaron los escuadrones de la muerte en el Batallón 3-16, son egresados de SOA.

Por lo menos 19 importantes miembros del batallón hondureño 3-16 se graduaron en SOA. Asesores argentinos y estadounidenses colaboraron en la formación de ese batallón por el año 1980. Durante años operó en secreto, hasta que unos ex-miembros revelaron las campañas clandestinas de secuestros, de torturas y de desapariciones. Varios miembros del batallón fueron entrenados en SOA en dos, tres y hasta cuatro oportunidades.

Los generales Gustavo Alvarez Martínez y Daniel Bali Castillo siguieron un curso de Operaciones Conjuntas en SOA en 1978, justo antes de formar el Batallón 3-16. El General Luis Alonso Discua, primer comandante del Batallón, tomó tres cursos en SOA. El General Juan López Gravilja, segundo comandante a principios de los años 80 tomó tres cursos en SOA; también fue el orador invitado en SOA en 1991 y 1992, mucho después que un informe de ‘Americas Watch’ haya detallado su participación en los escuadrones de la muerte. El General Humberto Regalado Hernández tomó cuatro cursos en SOA. Fue Comandante de las Fuerzas Armadas Hondureñas a fines de los años 80 y, como tal, inpidió que se investigara el Batallón. En 1988 se le incluyó en la Galería de personajes famosos de SOA.

En 1982 miembros del Batallón raptaron a seis estudiantes universitarios; se los llevaron a la casa de un egresado de SOA, Amilcar Zelaya; varios testigos afirman que esa casa era una prisión clandestina donde se torturaba y se mataba; allí fueron golpeados, encapuchados hasta la asfixia casi total y se les amenazó de muerte. Fueron liberados cuando el padre de dos de los estudiantes, un funcionario del gobierno, intervinó. Diez oficiales militares fueron inculpados, cuatro de esos eran egresados de SOA.

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México

El 22 de octubre del año 2003, en el Brownsville Herald se escribió: “Los Zetas, asesinos a sueldo del Cartel del Golfo (drogas) es un grupo formado por 31 ex-soldados que habían pertenecido a una división de élite del ejército mejicano – el Grupo Especial de la Fuerza Móvil Aérea. Según consta en documentos de la Secretaría Mejicana de Defensa, por lo menos un tercio de los desertores de ese batallón habían sido entrenados en la Escuela de las Américas (SOA) en Fort Benning, Ga. Según la oficina del Ministerio de Justicia, los Zetas estuvieron implicados en docenas de tiroteos a lo largo de la frontera Texas-México. También se sospecha que participaron en el secuestro y la ejecución de varios agentes policiales en Matamoros y en el rescate de cuatro miembros del Cartel del Golfo.”

La Escuela de las Américas (SOA) es parte de un proyecto que protege y defiende los intereses de las empresas estadounidenses en Mexico a costa de los obreros y de los pueblos indígenas. El movimiento para cerrar la Escuela de las Américas es una importante expresión de solidaridad con el pueblo mejicano.” -– Eduardo Díaz, líder obrero mejicano.

Consistentemente, los países con los peores antecedentes en derechos humanos son los que han mandado el mayor número de alumnos a SOA en los momentos de mayor represión. Dado ese historial no es de extrañar que México sea hoy uno de los mejores clientes de SOA. En los primeros 49 años de la Escuela, México mandó muy pocos estudiantes - 766 en total. Este número creció abruptamente en el año1996; llegó a los 333 estudiantes en 1997, 1177 en 1998 y casi 700 en 1999. Los defensores de SOA pretenden que ese entrenamiento es indispensable debido a la participación cada vez mayor de México en la “guerra a las drogas”. Esto es sólo una pantalla, la verdad es que en 1997, sólo un 10% de los estudiantes mejicanos siguieron cursos para combatir el tráfico de drogas. En 1999, ningún estudiante mejicano se inscribió a ese tipo de cursos; sin embargo, 40 se anotaron para seguir cursos de entrenamiento en inteligencia militar.

El súbito crecimiento del número de egresados mejicanos corresponde al aumento de los movimientos en favor de la justicia económica en México. Las voces de los pobres y las expresiones en su favor – como la del Obispo Ruiz de Chiapas – amenazan a los ricos y a los poderosos. No es pues sorprendente, que los egresados de SOA se vuelquen en contra de la Iglesia. Un egresado de SOA, el General José Ruben Rivas Peña escribió un análisis de la situación en Chiapas y dice: “El Vaticano es la causa indirecta del conflicto en Chiapas con su rama infectada de la Teología de la Liberación.“ Esta retórica es inquietantemente similar a la que se usaba en El Salvador antes del asesinato del Arzobispo Romero por egresados de SOA en 1980.

Los que se entrenan en SOA lo hacen para silenciar las voces de la justicia. Por lo menos 18 de los militares de alto nivel que han desempeñado un papel importante en las operaciones militares contra la población civil en Chiapas, Guerrero y Oaxaca son egresados de SOA. Uno de ellos, Juan López Oritz, comandaba las tropas que, en 1994, cometieron la masacre de Ocosingo donde los soldados ataron las manos de los prisioneros en la espalda antes de dispararles en la cabeza.

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Paraguay & Uruguay

“La misma carpeta, en la sección titulada ‘enseñanza en la Escuela de las Américas’ contiene un manual que enseña a los ‘interrogadores’ cómo mantener a las víctimas de los choques eléctricos vivas y disponibles. El manual recomienda humedecer la cabeza y el cuerpo de las víctimas con agua salada; se incluye un dibujo que explica la forma de llevar a cabo el ‘tratamiento’” -– periodista Stella Calloni, describiendo el contenido de los “Archivos del Horror” paraguayo.

En 1992, Martín Almada, ex-prisionero político paraguayo, se presentó en una estación de policía paraguaya acompañado por un juez para examinar su fichero policial. Se encontró con miles de documentos que pormenorizaban secuestros, torturas y asesinatos de centenares de prisioneros políticos latinoamericanos durante los años 70. Los documentos contenían también detalles sobre la ‘Operación Condor’, un acuerdo secreto entre las fuerzas de seguridad de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Esta conspiración permitía a esos gobiernos perseguir y asesinar a sus enemigos políticos más allá de sus propias fronteras. Los documentos descubiertos por Almada son los que se conocen por “Archivos del Horror”.

Es sabido que la CIA apoyaba activamente la Operación Condor, por eso no es nada sorprendente que en los “Archivos del Horror” haya aparecido una carpeta con manuales de entrenamiento de la Escuela de las Américas. La carpeta tenía la etiqueta “confidencial” y contenía un manual para interrogatorios proveniente de Ft. Gulick (donde estaba anteriormente la Escuela de las Américas) así como los documentos descritos anteriormente. Tampoco es sorprendente que egresados de SOA paraguayos, como Alejandro Fretes Davalos, fueran participantes activos en la Operación Condor. Más aun, el informe uruguayo ‘Nunca Más’ menciona por lo menos a cuatro egresados de SOA que, como parte de la Operación Condor, participaron en el secuestro, interrogatorio y tortura de uruguayos residentes en Brasil.

Actualmente ni Paraguay ni Uruguay mandan militares a WHINSEC.

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Perú

“Varios testigos declararon que, el 18 de julio de 1992, temprano por la mañana, unos 30 soldados encapuchados irrumpieron en los dormitorios de los estudiantes varones de La Cantuta y, con amenazas y golpes, sacaron a 60 jóvenes a los pasillos donde los obligaron a tirarse al suelo, boca abajo. Uno de los hombres armados, tenía una lista de nombres y mandó apartar a algunos de los estudiantes. Aparentemente la lista había sido preparada por oficiales de la inteligencia militar que se habían infiltrado como estudiantes en la universidad”. -– Informe de ‘Human Rights Watch’ donde se describe la “desaparición” de nueve estudiantes y un profesor.

Seis de los oficiales militares vinculados con las horribles desapariciones de Cantuta son egresados de SOA; tres de los cuales fueron condenados; uno de ellos es el egresado de SOA Vladimiro Lenin Montesinos Torres que dirige el escuadrón de la muerte “Colina”, parte del Servicio de Inteligencia Nacional del Perú (SIN). Cuatro oficiales peruanos afirman que Montesinos participó activamente en torturarlos cuando planearon una tentativa de golpe de estado.

Los diplomados de SOA han cometido muchas atrocidades más en Perú, incluyendo, en 1985, la masacre de 69 campesinos en Accomarca, la masacre de Cayera, con 31 muertos, la de Lurichango donde murieron 120 presos, y, en 1993, cuando nueve presos fueron obligados a entrar en una mina abandonada que luego se hizo explotar a la dinamita.

Más recientemente se han relacionado varios egresados de SOA con el tráfico de drogas. Un grupo de trabajo del Congreso, dedicado a sustancias químicas, dirigido por el congresista peruano Julio Castro, ha recomendado que se investiguen las acusaciones que vinculan por lo menos 14 egresados de SOA con el tráfico de drogas.

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Escuela de las Américas

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Emblema del Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica.

Emblema del Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica.

Escuela de las Américas (en inglés: School of the Americas), desde 2001 renombrado como Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (Western Hemisphere Institute for Security Cooperation), es una organización para la instrucción militar del Ejército de los Estados Unidos situada actualmente en Fort Benning (Columbus, Georgia).

La escuela, estuvo desde 1946 a 1984 situada en el país de Panamá, donde se graduaron más de 60.000 militares y policías de hasta 23 países de América Latina, algunos de ellos de especial relevancia por sus crímenes contra la humanidad como los generales Leopoldo Fortunato Galtieri o Manuel Antonio Noriega.

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Escuela de las Américas

Surge como iniciativa dentro de la conocida como Doctrina de Seguridad Nacional, en Fort Amador, Panamá; inicialmente denominada Latin American Training Center - Ground Division ("Centro de entrenamiento latinoamericano - División de tierra"). Su misión principal era fomentar o servir como instrumento para preparar a las naciones latinoamericanas a cooperar con los Estados Unidos y mantener así un equilibrio político contrarrestando la influencia creciente de organizaciones populares de ideología marxista o movimientos sociales de corte izquierdista. Todo ello en el nuevo marco internacional de la Guerra Fría, entre las potencias aliadas y la Unión Sovietica.

Escuela de las Américas en Panamá

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Escuela de las Américas en Panamá

Algunos han citado a Klaus Barbie, nazi y criminal de guerra, como uno de los posibles colaboradores directa o indirectamente de la organización durante el régimen del General Hugo Banzer en Bolivia[1], General formado en la Escuela de las Américas. Klaus Barbie, había sido anteriormente protegido y empleado por la agencia de espionaje estadounidenseCounter Intelligence Corps

 (antecedente de la actual Agencia Central de Inteligencia), para colaborar en la lucha contra el espionaje sovietico en la Alemania ocupada. Según la versión oficial, Barbie consiguió escapara y huir, sin embargo otras versiones hablan de la ayuda del propio CIC [2][3].

En 1950 la escuela se renombró como United States Army Caribbean School ("Escuela del Caribe del Ejército de los Estados Unidos") y recolocada a Fort Gulick, también en Panamá; ese mismo año se adoptó el español como idioma oficial de la academia. En julio de 1963 el centro se reorganizó bajo el nombre oficial United States Army School of the Americas (USARSA), o más popularmente como Escuela de las Américas.

Durante las siguientes décadas, cooperó con multitud de gobiernos americanos, algunos de ellos violentos regímenes totalitarios. Varios de sus cursos o entrenamientos incluían técnicas de contrainsurgencia, operaciones de comando, tiro franco, guerra psicológica, inteligencia militar y tácticas de interrogatorio. Manuales militares de instrucción de esta iniciativa, entonces confidenciales, se desclasificaron o publicaron en 1996 por el Pentágono. Entre otras consideraciones, se detallan la vulneración permitida de derechos humanos, como el uso de la tortura, la extorsión o la ejecución sumaria, definiendo como objetivos de control o seguimiento a aquellos pertenecientes a organizaciones sindicales, literalmente: distribuyesen propaganda en favor de los trabajadores o de sus intereses, simpatizasen con manifestaciones o huelgas, "acusaciones sobre el fracaso del gobierno en solucionar las necesidades básicas del pueblo".

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Una institución polémica

El periódico panameño La Prensa la apodó escuela para asesinos. Jorge Illueca, presidente de Panamá, la llamó la base gringa para la desestabilización de América Latina.

En una carta abierta enviada el 20 de julio de 1993 al Columbus Ledger Enquirer, el comandante Joseph Blair, antiguo instructor de la Escuela de las Américas, declaró: "En mis tres años de servicio en la Escuela nunca escuché nada acerca de objetivos tan excelsos como los de promover la libertad, la democracia y los derechos humanos. El personal militar de América Latina venía a Columbus únicamente en busca de beneficios económicos, oportunidades para comprar bienes de calidad exentos de los aranceles de importación de sus respectivos países, y con transporte gratuito, pagado con los impuestos de los contribuyentes estadounidenses".

De acuerdo con el senador demócrata Martin Meehan (Massachusetts): "Si la Escuela de las Américas decidiera celebrar una reunión de ex alumnos, reuniría algunos de los más infames e indeseables matones y malhechores del hemisferio".

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Graduados notables

Entre los graduados mas reconocidos por sus crímenes y a la vez responsabilidades nacionales, se encuentran importantes instigadores de crímenes de guerra o contra la humanidad, algunos de ellos también relacionados estrechamente con las bandas organizadas de narcotráfico o la CIA estadounidense:

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Reestructuración

En 1976, una comisión parlamentaria del Partido Demócrata, durante el gobierno de Jimmy Carter, reconoció dichas prácticas y obligó a suspender sus actividades. En 1977, bajo las previsiones de los Tratados Torrijos-Carter relativos al canal de Panamá los Estados Unidos aceptan la demanda panameña de retirar del país la escuela para reubicarla en territorio estadounidense, Fort Benning, Georgia.

En 1984, el nuevo gobierno del Partido Republicano de Reagan, da el visto bueno para reiniciar los entrenamientos de contraguerrillas en la escuela. Se renombra oficialmente como United States Army Training and Doctrine Command school ("Escuela de Entrenamiento y Doctrina del Ejército de los Estados Unidos"), aunque con algunas diferencias, es una organización heredera en mayor o menor parte de la misión inicial de la Escuela de América. Anteriormente en 1983, se revisó el manual mas polémico que instruía en torturas utilizado durante dos décadas, pasándose a llamar como Human Resource Exploitation Training Manual ('Manual de entrenamiento para la explotación de recursos humanos).

Tras el asesinato de cuatro miembros de la Iglesia Católica de El Salvador por graduados de la escuela comandados por D'Aubuisson, en 1989, y la constitución de una ONG dedicada a la denuncia de las actividades de la Escuela SOA Watch, la atención pública sobre el asunto fue cada vez mayor. En 1996, bajo la presión de numerosos periódicos y organizaciones de derechos humanos estadounidenses, el Ejército de los Estados Unidos hizo pública parte de la documentación sobre la Escuela, incluyendo algunos de los manuales. Estos fueron publicados por el National Security Archive.

La crítica se hizo sentir, y en octubre de 2000, durante la presidencia de Bill Clinton, el congreso estadounidense analizó la situación y finalmente decidió cerrarlo para crear uno nuevo. El 15 de diciembre de 2000 la escuela fue cerrada oficialmente. Hasta el 1 de julio de 1999 había graduado a 61.034 alumnos.

El 17 de enero de 2001 se inagura el Instituto de Defensa para la Cooperación de Seguridad Hemisférica[4]. Las organizaciones críticas, como SOAW y Amnistía Internacional[5], y organizaciones sociales o políticas estadounidenses han criticado reiteradamente el cambio, afirmando que se trata de "pura cosmética", mientras que el gobierno, a la vez que reconoce la nueva institución como heredera de Escuela de las Américas, considera que en esta ha mejorado sustancialmente la importancia del respeto a la democracia y a los derechos humanos. Con la excepción de la Cruz Roja, que de acuerdo con su política de neutralidad se ha abstenido de realizar declaraciones, hoy en día continua recibiendo críticas de organizaciones de derechos humanos por el entrenamiento que ofrece a un millar de militares latinoamericanos cada año.

Venezuela en el 2004 cesó de enviar nuevos cadetes a la organización estadounidense, decisión que dos años más tarde, los gobiernos de Argentina y Uruguay compartirán de manera pública, abandonando su pertenencia y envio de soldados a la organización[6].

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Referencias

  1. Los manuales de tortura del ejército de los Estados Unidos
  2. (en inglés)The Return of Bolivia's Blood-Stained Dictator
  3. Una charla con Klaus Barbie, criminal de guerra
  4. Ley de Autorización del Departamento de Defensa, 10 USC, sección 2166
  5. Unmatched Power, Unmet Principles (2002)
  6. Uruguay no enviará más militares a la terrorífica School of Americas

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Bibliografía

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Enlaces externos

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_las_Am%C3%A9ricas"

 

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