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ATILRA Rosario: A un año del brutal ataque
Por Indymedia Rosario -
Thursday, Dec. 03, 2009 at 7:00 AM
rosario@indymedia.org
Hoy se cumple un año del ataque de la burocracia sindical de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina sobre la delegación local del gremio. Los hechos ocurridos dejaron un tendal de heridos y un trabajador asesinado y ya entraron en la historia como una de las más salvajes agresiones sindicales desde el regreso de la democracia.
A las 12,30 horas del 3 de diciembre de 2008, un conjunto de alrededor de mil personas, en su amplia mayoría empleados de SanCor de distintas localidades, liderados por una patota compuesta de integrantes del Concejo Nacional de ATILRA, barrabravas y patovicas llegó a la esquina de San Luis e Iriondo -bajo la pasividad de un escandaloso operativo policial que les facilitó el acceso-. Allí, la conducción de ATILRA Rosario había convocado a un acto en repudio a las agresiones sufridas por sus integrantes pocos días antes, también a manos de la patota.
Ese primer hecho de violencia había ocurrido una semana antes, y tuvo escasa difusión. En la mañana del jueves 27 de noviembre, la empresa SanCor permitió el ingreso al Centro de Distribución Rosario de un grupo agresor compuesto por una masa de 300 trabajadores de otras plantas de SanCor junto a patovicas que llegaron a Rosario bajo la dirección del Secretario General Nacional de ATILRA, Héctor Ponce, y otros integrantes de su Concejo Directivo.
La patota fue directamente a buscar al secretario adjunto de ATILRA Rosario, Ariel Chávez, que trabaja en esa planta, y lo encontraron junto al cuerpo de delegados de SanCor. Todos ellos fueron duramente agredidos (ver video abajo).
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Los trabajadores de la industria láctea convocaron a un acto de repudio en la mañana del 3 de diciembre, donde asistieron en solidaridad numerosas organizaciones sindicales, políticas, sociales, estudiantiles y de derechos humanos. Pesaba la preocupación en aquella jornada, ya que había noticias de que podía repetirse el ataque. Los directivos de ATILRA Rosario habían informado al gobierno de la provincia y solicitado medidas de seguridad para proteger a los trabajadores.
Sin embargo, el amplio dispositivo policial no impidió nada, antes bien, armó un corralito con una única entrada por calle Iriondo, por donde la marea de cientos y cientos de personas encabezadas por la patota sindical aparecieron gritando al mediodía.
El grupo agresor, que empuñaba visiblemente palos y cadenas, se acercó rápida y directamente hacia los manifestantes agrupados frente a la sede sindical de San Lius e Iriondo y sin iniciar ningún tipo de diálogo y al grito de “¡Vamos!” empezaron a golpear a los presentes (ver video abajo). La agresión fue respondida inmediatamente y la columna amarilla empezó a retroceder por Iriondo.
La refriega continuó durante media hora ante la mirada impávida de la policía santafesina, que permaneció inactiva hasta que se prendió fuego un auto. Entonces avanzó la guardia de infantería disparando sobre el grupo de ATILRA nacional, para permitir el ingreso del camión de bomberos por calle Iriondo, separando a los dos sectores.
La policía hizo retroceder una cuadra al grupo agresor, dividiéndolo en dos partes, hasta que desde el sector de ATILRA nacional solicitaron una tregua. Luego se alejaron, aunque una cantidad importante se quedó a la espera sobre el Patio de la Madera.
El saldo de aquella jornada fue gravísimo: decenas de heridos y un muerto por herida de bala: Héctor Cornejo, de la delegación sindical cordobesa, que cayó herido a dos cuadras y media de donde se produjo el enfrentamiento de ‘los amarillos’ con los rosarinos.
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La semana posterior, Ponce mandó a intervenir la seccional y, dos semanas más tarde, la disolvió. Como la policía el 3 de diciembre, ahora le tocó al Ministerio de Trabajo de la Nación contemplar impávidamente. Ponce luego durantes largos meses se llamó a silencio, en los cuales organizó su estrategia electoral, ya que durante este año tocaba la renovación de todos los cargos sindicales.
A fines de abril, fueron expulsados seis integrantes de la conducción del sindicato local y la conducción nacional dio a conocer que la totalidad de los afiliados de la seccional Rosario pasarían a depender “temporalmente” de la seccional El Trébol.
El 6 de mayo, se difundió finalmente un nuevo cambio: la seccional Rosario se rompería en dos, con los departamentos Belgrano, Caseros, General López, Iriondo y San Lorenzo conformando una nueva “Seccional Totoras”; en el medio, como una isla, el departamento Rosario seguirá dependiendo de El Trébol: una dirección ubicada a 200 kilómetros (ver infografía).
Estas singulares reformas surgen de los cálculos electorales del oficialismo poncista, para intentar impedir que el sector que condujo la seccional Rosario los últimos 16 años pueda recuperar el secretariado local. Los funcionarios de los Ministerios de Trabajo nacional y provincial acompañaron todo este proceso sin cuestionar ni una coma.
Por su parte, los obreros rosarinos respondieron conformando una nueva Agrupación, la “7 de Febrero”, desde la cual se presentaron listas en las dos seccionales.
Los días 28, 29 y 30 de julio se desarrollaron las elecciones de ATILRA en todo el país. Héctor Ponce renovó su cargo como Secretario General a nivel nacional -a pesar de sufrir un muy alto nivel de voto en blanco- y logró quedarse con las dos seccionales creadas en el sur santafecino tras la disolución de la Seccional Rosario. De haberse dado el acto electoral en las condiciones precedentes, la lista Verde y Blanca local hubiera triunfado ampliamente.
Con el Ministerio de Trabajo de la Nación como principal garante, la burocracia del gremio perpetró maniobras fraudulentas que le permitirán conducir por cuatro años el destino laboral de los lecheros.
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¿Cuál fue la fuerza motora de tamaño despliegue de violencia? ¿Se trató de una disputa ideológica, el deseo de disciplinamiento interno de un caudillo autoritario y enloquecido, o había más?
Hay dos palabras, dos marcas, que contienen la clave del ataque: SanCor y Cotar.
La Cooperativa de Tamberos de la Zona de Rosario Limitada, más conocida por su marca más famosa, Cotar, se encuentra al borde de la quiebra, luego de una década funcionando bajo el control efectivo de SanCor, formalmente otra cooperativa y una de las industrias lácteas más importantes del país. Desde el año 2000, ambas empresas mantienen un acuerdo según el cual SanCor hace uso de la marca Cotar, creada por la Cooperativa de Tamberos, hasta el 2010; al mismo tiempo, esta última trabaja sólo con materia prima de SanCor. Los trabajadores vienen denunciando que este acuerdo es el que ha llevado a Cotar a acumular una deuda de aproximadamente 18 millones de dólares, imposible de remontar, lo que llevaría a la destrucción de 250 puestos de trabajo.
El Secretario General de la disuelta seccional ATILRA Rosario, Víctor Vega, apunta a SanCor: “La seccional Rosario ha tenido una característica muy particular, donde siempre se consultó con el trabajador cuáles eran las medidas que se debían llevar a cabo, para la defensa de los derechos de los trabajadores” afirma, y continúa narrando: “Nosotros veníamos charlando, veníamos organizando asambleas en Cotar, transmitiéndole a los trabajadores la preocupación por la situación financiera que venía atravesando la cooperativa, y la posibilidad de que en algún momento se de el quiebre de la cooperativa o se desvincule SanCor del acuerdo que tiene vigente con Cotar”.
“A raíz de esta situación, el Concejo Directivo Nacional, en la figura de Ponce, se ve que venía siendo informado de esta situación, y nosotros el día 26 de noviembre habíamos realizado una asamblea en Cotar en donde de todos los trabajadores presentes, salvo una única persona, habían decidido presentar un petitorio al juzgado del concurso de Cotar, pidiéndole que intervenga la administración de la cooperativa. Eso se ve que llegó en forma muy rápida a oídos de Ponce y se ve que organizaron muy rápido la movida juntando a 300 trabajadores de SanCor de distintos lugares del país, para venir a una supuesta asamblea al depósito de SanCor Rosario”,afirmó Vega.
“Es ilógico que entre trabajadores haya ese tipo de enfrentamientos. Los sindicatos están para organizar los trabajadores y defenderlos de las patronales. Pero lamentablemente dentro de los sindicatos hay también personas que más que dirigentes gremiales son gerentes patronales, y se generó esta situación”, consideró el dirigente que tras la intervención y disoclución fue expulsado de ATILRA.
Vega es categórico: “Ponce, más que secretario general de ATILRA, es un fiel gerente de SanCor, cumple muy bien las directivas de la empresa que quiere cerrar el depósito local de SanCor y dejar en la calle a 250 compañeros trabajadores de Cotar”.
Hay datos concretos que sustentan las acusaciones de Vega acerca de cómo actuaron las empresas en esta disputa sindical.
Un hecho para tomar en cuenta es que desde principios del mes de febrero, el Centro de la Industria Lechera -que agrupa a las principales firmas del sector- en una reunión conducida por Marcelo Beldi, gerente de SanCor, decidió entregarle de manera directa a la Comisión Directiva Nacional de ATILRA un importe de 100 pesos por mes por cada afiliado (ver documentos abajo).
Esto da un importe de cerca de un millón y medio de pesos mensual. Dinero fresco que las empresas entregaron en el momento más duro de suspensiones y despidos invocados en nombre de la crisis internacional, que el oficialismo tuvo a su disposición para darle impulso a su estrategia en contra del activismo rosarino.
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El proceso de ATILRA Rosario durante el último año es la crónica de un brutal ataque contra la libertad y la democracia sindical, financiado por las patronales, ejecutado por dirigencias gremiales apartadas de su función original y vueltas contra sus representados con la ayuda de fuerzas de choque mercenarias, y garantizado por todas las instancias del estado, desde las fuerzas de seguridad, pasando por los tribunales y alcanzando las altas instancias ministeriales.
¿Cuáles son las perspectivas, ahora que el activismo rosarino de la industria láctea ha sido despojado de la herramienta que sostuvo durante una década y media?
Víctor Vega prefiere hacer un poco de historia para hablar del futuro.
“En estos 16 años la Seccional Rosario ha tenido una política totalmente distinta a la conducción nacional. Tenemos que tener presente que en el medio hubo un cambio en la conducción nacional, en el que colaboró y mucho la Seccional Rosario . Y en un principio pareció bueno porque se habían empezado a conseguir conquistas que se venían perdiendo, caso puntual, reivindicaciones dentro de SanCor, de los compañeros de Milkaut, y se logró algo que no se veía hace tiempo en el sindicalismo argentino: la movilización de cantidades importantes de trabajadores a los distintos conflictos en el interior del país”.
“Pero lamentablemente quien conduce el sindicato desde 2002, Héctor Ponce, ha usado en algunas oportunidades la fuerza de esos compañeros para destruir puestos de trabajo. Puntualmente lo ha hecho con los compañeros de Parmalat, 1200 trabajadores quedaron en la calle del 2005 al 2007, sin pelear por los puestos de trabajo. Hoy lo está haciendo con los trabajadores de Cotar, está pretendiendo que, por el poder que tiene al estar al frente del gremio, los trabajadores de Cotar queden de rodillas ante SanCor y pierdan sus puestos de trabajo”.
“Esta persona demostró el 3 de diciembre de 2008 que no puede estar al frente de ATILRA, porque engañó a los trabajadores diciéndoles que venían a una asamblea y los trajo a pleno centro de Rosario a un enfrentamiento con compañeros trabajadores de la industria lechera, con el trágico saldo que ya todos conocen. Las perspectivas son lograr a futuro que los trabajadores tengan el gremio para defender sus derechos e intereses y sacar a los dirigentes que hoy están que sólo representan sus propios intereses y los de los patronales. Pero sabemos que va a ser a largo plazo, tenemos que hacer un trabajo de hormiga con los compañeros de todo el país mostrándoles la forma engañosa que tiene de conducir el gremio esta persona”.
Seccional El Trébol - Rosario (200 kilómetros
de distancia) 
Nueva Seccional Totoras (casi toda la ex Secc. Rosario)
