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El gatopardismo y el “huevo de la serpiente” en la investigación y la educación argentina
Por Eduardo R. Saguier - Wednesday, Jun. 16, 2010 at 6:02 PM
saguiere@ssdnet.com.ar (Casilla de correo válida)

Una vez instalado el contubernio y la malversación de los recursos en el sistema científico, devaluada la condición de los investigadores, convertidos estos últimos en meros tecnólogos y profundamente deprimidos sus salarios, ha sido más fácil para los poderes de turno dividir y debilitar políticamente al mundo académico, para que todo siga igual, y para que los sucesivos gobiernos simplemente ocupen los espacios dejados vacantes por el kirchnerismo, sin que a nadie se le ocurra pretender cambiar algo.

El Gatopardismo y el huevo de la serpiente en la investigacin y la educacin superior Argentina

por Eduardo R. Saguier

ndice

I.- Introduccin
II.- El gatopardismo acadmico y la continuidad de la nomenklatura
III.- La decadencia del aparato cientfico-universitario argentino.
III-a.- La censura institucionalizada y la desinversin en la infraestructura cientfica
III-b.- El atraso estructural, espacial, tecnolgico y financiero
III-c.- La extorsin presupuestaria en las universidades del conurbano bonaerense
IV.- Etiologa de las conductas gatopardistas
V.- El huevo de la serpiente y la mordedura de cola

I.- Introduccin

Una vez instalado el contubernio y la malversacin de los recursos en el sistema cientfico, devaluada la condicin de los investigadores, convertidos estos ltimos en meros tecnlogos y profundamente deprimidos sus salarios, ha sido ms fcil para los poderes de turno dividir y debilitar polticamente al mundo acadmico, para que todo siga igual, y para que los sucesivos gobiernos simplemente ocupen los espacios dejados vacantes por el kirchnerismo, sin que a nadie se le ocurra pretender cambiar algo.

II.- El gatopardismo acadmico y la continuidad de la nomenklatura

Esta estrategia continuista se ve en forma clara y transparente, porque durante el menemismo, una vez producido el Pacto de Olivos, el manejo de la ciencia argentina fue a parar a un acuerdo poltico secreto derivado del Pacto de Olivos donde el Lic. Juan Carlos Del Bello, actual Rector de la Universidad Nacional de Ro Negro (actual socio del senador Pichetto), se constituy en el reformador oficial, artfice de una legislacin supuestamente modernizadora, calcada del modelo cientfico-educativo norteamericano. Dicho Lic. Del Bello estuvo en el ministerio con Domingo Cavallo y vena exiliado de Costa Rica con fuertes vnculos con el Banco Mundial y con los organismos multilaterales de crdito, especialmente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Pero cuando cay Cavallo del Ministerio de Economa lo designaron a Del Bello Secretario de Ciencia y Tcnica de la Nacin, lugar a donde llev el Fondo Tecnolgico Argentino (FONTAR), que eran los crditos del Banco Mundial. Fue entonces que hizo traducir toda la legislacin del ingls, resultando de ello cinco decretos, del 1660 al 1664; mas el decreto 173/96 que cre la CONEAU. Del Bello reglament entonces la CONEAU, la Secretara de Polticas Universitarias y la Agencia, as como modific la estructura de poder del CONICET, volvindolo ms colegiado, al establecer la eleccin directa de parte de su Directorio. Finalmente en el ao 99, en todo ese paquete impuesto por el Banco Mundial, vino lo nico positivo: la Ley de tica Pblica, que todava no ha sido reglamentada y su Comisin Nacional de tica tampoco ha sido constituida, por lo que se trata de una ley que est acfala. Sin embargo, ufano con sus xitos polticos, Del Bello cometi la ingenuidad de hacer designar como Presidente del CONICET a un cientfico argentino radicado en USA, Enrico Stefani, quien al tomarse en serio el cargo, denunci entre otras anomalas: la existencia de un trfico de influencias entre los Directores de Institutos y la propia Junta de Calificaciones. Fue tal la reaccin de los elementos regresivos enquistados en el CONICET, que Del Bello, viendo peligrar la gestacin de la Agencia o ANPCYT, no tuvo ms remedio que sacrificar al Dr. Stefani. http://www.fcen.uba.ar/publicac/revexact/exacta11/opinion.htm

Entre los argumentos por los cuales se fund la Agencia se esgrimi que la concentracin por parte del CONICET de la facultad de otorgar subsidios de investigacin impeda que todos aquellos cientficos que no pertenecan a dicho organismo pudieran acogerse a ese beneficio. Sin embargo, una vez creada la Agencia, el grueso de los beneficiarios resultaron pertenecer al CONICET, provocando as una situacin contradictoria e incompatible, donde bajo un mismo Ministerio, dos organismos otorgaban sendos beneficios duplicando ingresos por un mismo proyecto, y violando la dedicacin exclusiva a la que estn obligados todos los Investigadores del CONICET. Se vino a operar as algo equivalente a lo producido con la Ley de Gresham, pues el trabajo de investigacin para la Agencia, como est mucho mejor remunerado que el del CONICET o que el de la Universidad, pasa a tener para el investigador una consideracin privilegiada. Por el contrario, al proyecto del CONICET o al de la Universidad se lo posterga en su calidad y prelacin como si se tratase de un rezago. Al duplicarse para un solo proyecto los Informes y las remuneraciones, ms all de todas las justificaciones ocasionales o las trampas y escamoteos en las rendiciones de cuentas puntuales, lo que es grave y crucial es la prdida de originalidad que conlleva presentar dos trabajos semejantes en dos organismos distintos, y la clara desigualdad ante la ley, que consagra el privilegio a favor de los beneficiarios de la Agencia. Con el tiempo, estos subsidios fueron siendo distribuidos cada vez mas en menos manos as como en montos cada vez ms obscenos, debido entre otras razones a que su reglamentacin exige que los beneficiados cuenten con relacin de dependencia y dedicacin exclusiva en alguna universidad.

Toda esta especulacin y posicionamiento alrededor de los subsidios de la Agencia fue producto del gatopardismo de la poca menemista. Los intelectuales Alfonsinistas-ex JP (Tandeter, Sabato, Mguez, Boivin, Reboratti), y los Alfonsinistas ex Pasado y Presente (Portantiero, De Ipola, etc.), que fueron desplazados del poder en la UBA por una insurreccin estudiantil, se cobijaron bajo el paraguas del Secretario Del Bello y de las nuevas universidades del conurbano, gerenciadas por conspcuos justicialistas (Villar, Jozami, Malcolm) http://www2.uah.es/vivatacademia/anteriores/n82/opinion.htm#Prosapia incestuosa en Argentina

Una vez fundada la Agencia, son esos desplazados los beneficiarios iniciales de la primera etapa de tres tramos que tiene el multimillonario prstamo del BID. El primer tramo fue del 97 al 99, de ciento noventa (190) millones de dlares, y eso lo manejaron en las ciencias duras los coordinadores Carrillo, Barrachina, Parisi y Katz; y en las ciencias sociales De Riz, Korn y Roldn. Estos son los Coordinadores que manejaron el primer tramo [de los cuales resultaron reiteradamente beneficiados entre otros los funcionarios de la Universidad Nacional de Quilmes Mario Albornoz y Carlos Altamirano]. Luego vino el desastre del 2001.

Cuando con Duhalde y finalmente con Kirchner se resucit la Agencia, apareci de nuevo el crdito del BID, el segundo tramo que ocupa del 2001 al 2005, que son doscientos ochenta (280) millones de dlares. Esto ltimo lo manejaron en las ciencias duras los coordinadores Cabada, Cnepa, Ceccatto, Corach, Corti y Rovira; y en las ciencias sociales Jorrat, Guber y Beccaria. Y el tercer tramo que es del 2006 al 2010, que es el monto ms grande, quinientos sesenta (560) millones de dlares, lo manejaron en las ciencias sociales los coordinadores Cavarozzi, Kornblit, Keifman, Jorrat y Guber; y en las ciencias duras los coordinadores Colombo, Epele, Chessa de Siber, Salvarezza y Rovira, coincidentemente esta ltima designada en 2008 Presidenta del CONICET. Muchos de estos Coordinadores de la Agencia fueron luego ascendidos a las mximas categoras del CONICET, las de Investigador Principal y Superior, y muchos otros tambin integraron las Comisiones Asesoras del CONICET, y los comits de expertos de la CONEAU y la Secretara de Polticas Universitarias, conformndose de esta forma una verdadera Nomenklatura.

En medio de esas maniobras continuistas e incestuosas tambin se produce un nuevo fenmeno de gatopardismo. Todo el grupo que estuvo bajo el menemismo, la Alianza y el Duhaldismo se cobij luego bajo el kirchnerismo, y sigui operando en la trastienda y la penumbra. Lamentablemente, tenemos entonces una elite intelectual que est permanentemente al acecho del poder y a la pesca de ascensos, incentivos y subsidios, que se pasa todo el tiempo rosqueando y llenando formularios, y que nunca va a investigar a los archivos, los laboratorios o los centros de cmputos. Han hecho de la historia y de las ciencias sociales una estructura de poder, y han copado los comits evaluadores de las editoriales privadas (e.g.: Ed. Prometeo) as como los medios de comunicacin, citndose permanentemente entre ellos mismos. Son los nicos que aparecen en todos los programas de radio y televisin, invariablemente mencionados, infaltablemente citados. Ah tenemos a los profesores Luis Alberto Romero, Beatriz Sarlo e Hilda Sabato, que como los soldados de la pera Ada son los inexcusablemente convocados, los que nunca dicen ni denuncian nada, simplemente practican la estrategia desorientadora del tero, que pone su huevo en un nido bien parapetado, y grita bien lejos en otro nido vaciado de contenido.

Las autoridades nacionales han logrado as sembrar el escarmiento, y ejercer una suerte de temor en la comunidad cientfica. La poblacin cientfica est escarmentada y lo nico que desea es sobrevivir, esperando que llegue el nuevo gobierno. Nunca se sabe que va a pasar, pues se est totalmente expuesto a lo que ocurra en el plano poltico. El mundo cientfico queda as sumergido en la postracin, en la corrupcin, en la irrepresentacin ms absoluta, en el slvese quien pueda. Y ah viene lo de la lista de espera. Casi todos estn tratando de ver si en el prximo turno poltico que se avecina se pueden llegar a colar.

III.- La decadencia del aparato cientfico-universitario argentino.

El debilitamiento de la educacin superior --que se reinici con la Ley de Educacin Superior (LES) en 1994, se potenci con el contubernio instalado en el sistema cientfico, y se agrav con la malversacin del emprstito, el vaciamiento legal y el gatopardismo acadmico-- se extendi a todo el pas y tambin se proyect en los mbitos bibliotecolgicos, urbano-espaciales, financieros y tecnolgicos. Mientras cada ministro de educacin que asume el cargo cambia la didctica y la pedagoga de la escuela primaria y de la escuela secundaria, y viene el polimodal, el premodal y el post-modal, nadie se anima a atacar el tab de la educacin superior.

III-a.- La censura institucionalizada y la desinversin en la infraestructura cientfica

En cuanto a los fenmenos de censura prevalecientes en los mbitos acadmicos, la ms grave que existe en el campo de la ciencia y la investigacin es la ignorancia institucionalizada. Y en especial la ignorancia cultivada por el poder, con mecanismos de inversin irracionales y regresivos, como el que aqu se investiga. El no haber invertido en bibliotecas, en laboratorios, en centros de cmputos, en editoriales, le ha significado al pas un vaciamiento sistemtico de la cosa pblica y una negacin cultural irreparable. La Agencia-FONCYT desembols en materia de equipos de investigacin (PME) entre 2005 y 2006 slo cuarenta (40) millones de dlares, que son apenas el 3% del total gastado por la Agencia-FONCYT entre 1997 y 2010

A ttulo de ejemplo, la Biblioteca Nacional, que debiera ser el alma mter de la cultura Argentina, se ha convertido en una Unidad Bsica, pues es el centro del grupo poltico denominado Carta Abierta, el parnaso de la intelectualidad kirchnerista. Ah, incluso han inscripto en la entrada de la Biblioteca Nacional, cuando uno sube la rampa, en las lpidas, que cuando uno va caminando van sonando, los textos de Juan Pern, y de John William Cook, textos labrados como en piedra esa es la Biblioteca Nacional, es una Unidad Bsica.

Todo la intelectualidad responsable sabe que en esa Biblioteca hace cincuenta aos que no se compran ni reciben libros, que lo usufructan para ofrecer conferencias y charlas; pero que su funcin especifica --que es la de tener informada a la clase intelectual argentina-- dej de existir en su agenda. Nadie va a ella porque el mundo acadmico sabe que en la Biblioteca Nacional hay poco o nada de valor contemporneo. Los que han tenido que ir a la Biblioteca para hacer alguna consulta de anticuario, y les ha tocado tener que subir al quinto piso o al sexto piso donde est el saln mayor, que mira al ro, que tiene como trescientas butacas o ms, y han ido en horas picos, nunca deben haber visto sentados en ese enorme saln a ms de seis o siete lectores, de los cuales la mitad suele dormir una placentera siesta. Hay que imaginar la inversin que significa tener ese edificio con la luz prendida, con la calefaccin en invierno o con el aire acondicionado en verano, ms el gas, ms el numeroso personal que hay ah. Hay ms personal que publico, y es impresionante la irracionalidad con que se maneja esa institucin.

Con cien millones de dlares de esos mil millones repartidos, se podran haber adquirido en editoriales espaolas, que han salido en estos ltimos quince o veinte aos, fcilmente dos millones de libros. Sin contar obras en ingls, francs, alemn o ruso, si en el cmputo original de mil millones a cien dlares cada libro, se rebaja a cincuenta dlares cada uno, que es lo que cuesta un libro en una editorial espaola, se tienen fcilmente veinte millones de libros. El cambio cultural que habra producido poder tener actualizadas las bibliotecas del pas, al menos en obras en espaol, habra transformado a la intelectualidad Argentina.

Esa transformacin se habra producido porque la juventud estudiosa lo que necesita para investigar, son estmulos, y los estmulos los trae la lectura, no solamente la docencia, no solamente los buenos profesores, sino tambin las buenas y recientes lecturas [que no aparecen en Internet]. Pero cuando las bibliotecas estn vaciadas, desactualizadas, y los gastos en libros deben salir de los magros salarios de los profesores e investigadores, esos estmulos se pervierten, se adormecen, se debilitan. El gran intercambio cultural es a travs de la lectura, o a travs de los modernos medios de comunicacin, Internet, los correos electrnicos, y los motores de bsqueda de informacin. El Google ha sido un cambio cultural fascinante en la historia de la humanidad.

Gracias a esos progresos tecnolgicos algunos colegas han podido conectarse. Actualmente estamos elaborando un trabajo con el profesor Joaqun Meabe de Corrientes. Nos hemos puesto en contacto con un historiador uruguayo, Guillermo Vzquez Franco, que es un hombre de ochenta y cinco aos de edad [pero de una lucidez y una actividad envidiables] que ha publicado unos libros formidables sobre la historia uruguaya y sobre la historia rioplatense. Tambin nos hemos contactado con historiadores paraguayos, bolivianos y chilenos, como Oscar Eduardo Lazcano Henry y Camilo Antonio Alarcn Bustos, todo gracias a internet y gracias al correo electrnico, y merced a ello estamos formulando un proyecto de investigacin sobre el espacio rioplatense, el de las Provincias Unidas del Ro de la Plata antes de su balcanizacin.

Todas estas actividades solo se pueden hacer cuando hay un espritu de solidaridad y una convocatoria internacional, una convocatoria pblica, y cuando hay intercambio, y cuando hay reciprocidad; pero cuando por el contrario uno se encuentra con un estado que lo que prohja es la camarilla, la nomenklatura y la corrupcin, lo que logra es producir un desaliento feroz.

III-b.- El atraso estructural, espacial, tecnolgico y financiero

El atraso estructural espacial, tecnolgico y financiero fue la resultante de dicho debilitamiento. La UBA, que es la principal universidad argentina, carece de un campus o barrio universitario propio, estando sus unidades acadmicas dispersas por todo el mbito de la ciudad de Buenos Aires, a distancias inalcanzables en horas pico, impidiendo lograr por culpa de ese dficit estudios y programas interdisciplinarios e inter-departamentales (sera muy simple y sencillo declarar el barrio de Almagro, desde la Plaza Houssay hasta la UTN como barrio universitario y disponer que dicha zona urbana sea proclamada de utilidad pblica). (ver http://www.simon-bolivar.org/Principal/bolivar/un_barrio_para_ba.html

Ms an, las universidades y los organismos cientficos argentinos como el CONICET yacen en la decadencia y obsolescencia tecnolgica ms absoluta. La publicacin electrnica y los portales virtuales estn totalmente subvaluados. El establishment acadmico local se resiste a: a) actuar al margen de las estructuras de poder tradicionales; b) prescindir de niveles intermedios como las editoriales; c) fomentar publicaciones electrnicas que no tengan que padecer los altos costos y la lentitud de la impresin y la distribucin en papel; y d) ensanchar la clientela de su produccin intelectual ms all de las fronteras del estado-nacin.

En materia de recursos financieros a distribuir, todos los docentes-investigadores de las universidades nacionales se desesperan por cobrar los denominados incentivos [que ocupan la quinta parte del presupuesto docente universitario con la categorizacin ms alta]. Existen alrededor de cien mil docentes universitarios en todo el pas, quienes poseen dedicacin simple, exclusiva o semi-exclusiva. De estos cien mil docentes, la legislacin menemista dividi a la docencia universitaria inventando una categora nueva que se denomina docente-investigador. Para acogerse a la misma los docentes universitarios tienen la obligacin de producir un proyecto de investigacin. De los cien mil docentes universitarios treinta mil son docentes-investigadores, y de esos treinta mil docentes-investigadores, veinte mil cobran dedicacin exclusiva en las universidades. Es decir inventaron una categora nueva y se olvidaron que un docente universitario por el solo hecho de ser docente est obligado a investigar (aunque fuere honorario o cobre solo una dedicacin simple).

El hecho de fragmentarlos e inventar una categora de docente-investigador no los hace investigadores, porque muchos de estos treinta mil docentes, inventaron proyectos, dibujaron planes de investigacin y se empezaron a disputar las categoras, pues esta carrera de docente investigador tiene cinco estamentos y el que los categoriza, A, B, C, D, es la Secretara de Polticas Universitarias del Ministerio de Educacin, bajo la supervisin de la Agencia, que depende del Ministerio de CyT. Entonces los docentes-investigadores estn ansiosos por ascender de categora, llenando formularios, para cobrar este estipendio o sobresueldo que se denomina incentivo. Y entre los Investigadores incentivados y exclusivos que son veinte mil, se encuentran los que estn en el CONICET, que son alrededor de trece mil, entre Investigadores y Becarios.

Es decir, veinte mil docentes investigadores de dedicacin exclusiva as como incentivados, de los cuales ms de la mitad son a su vez investigadores del CONICET, donde hacen carrera como Investigador, haciendo buena letra para que sus Informes Peridicos sean aprobados y puedan ascender en la carrera, y para que el Directorio del CONICET les pueda autorizar por fuera de la dedicacin exclusiva, a la cual estn obligados, ejercer adems una Asesora o Consultora. Entonces, en la carrera de acumular privilegios adems de ser profesores titulares y regulares, de ser incentivados por la SPU, de ser promovidos en el CONICET, y de ejercer Asesoras y Consultoras, aspiran a su vez tener un subsidio de la Agencia, la quinta pata del privilegio. Sera bueno saber entonces cuando estos docentes-investigadores, luego de llenar formularios correspondientes a cinco (5) organismos distintos, han de contar con el tiempo suficiente para investigar?

III-c.- La extorsin presupuestaria en las universidades del conurbano bonaerense

Este debilitamiento poltico tambin se extendi al sistema universitario existente en los conurbanos de las provincias. Las universidades del conurbano bonaerense, actores y testigos de este drama, se encuentran bajo la contraccin monoplica de los subsidios de investigacin y de los presupuestos universitarios.

En dichas universidades, tienen o tuvieron su sede acadmica y lugar de trabajo conocidos intelectuales (Universidad Nacional de General Sarmiento [Murmis, Rinesi], Quilmes [Altamirano, Myers, Gorelik, Tern, Palti], Tres de Febrero [Amaral, Plotkin, Gras, Feierstein, Picotti, Fernndez Lamarra] y San Martn [Sabato, Romero, Buruca, Aboy Carls, Palacio, Vezzeti, Grimson, Guber, Wright]. Pero el enigma a desentraar sera: es cierto que todas las Universidades Nacionales estn sujetas a una muda y clandestina extorsin poltico-presupuestaria controlada por la Secretaria de Polticas Universitarias del Ministerio de Educacin con el asesoramiento del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)? estn acaso las universidades ms pequeas vulnerables a estas prcticas extorsivas debido a la dimensin de sus presupuestos y a su escaso poder de movilizacin?

El resultado de dichas prcticas extorsivas habra sido el mutismo o silencio forzoso. Ms an es posible que en dichas universidades sus autoridades les exijan a su cuerpo docente el silencio o no sacar los pies del plato bajo el pretexto de arriesgar la coparticipacin en la torta presupuestaria? podra llegar a tratarse de una extorsin que ha sido tcita y mansa y tambin consentida por quienes supuestamente deberan ser las vctimas, convertidas entonces en cmplices del silencio? Acusaciones difciles de probar y constatar con pruebas palmarias, a menos que se presente un arrepentido o se entre en el disco rgido de algn funcionario o se practiquen escuchas telefnicas, pero insoslayable sospechar si nos pusiramos a evaluar la conducta pblica desplegada en materia de crticas a las polticas oficiales por dichas supuestas vctimas, que para colmo de la hipocresa se muestran como progresistas.

Con el correr del tiempo muchas de dichas universidades del conurbano porteo comenzaron a crecer cuantitativamente y sus autoridades entraron a competir entre ellas como si se tratare de un trfico de cortesanos por ver quien se engancha mejor con el poder poltico de turno, al extremo de crear sedes centrales y observatorios de educacin superior y de polticas universitarias en la Capital Federal, para poder exhibirse, dictar cursos de pos-grado arancelados, estar cerca del poder e influir sobre cada sucesivo gobierno. Para ese mezquino y desleal propsito, la universidad ms exitosa a partir del Menemismo fue en el conurbano la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), con un presupuesto de catorce (14) millones de dlares y bajo la conduccin del Rector Julio Villar. Ella fue la primera beneficiaria de la Agencia o ANPCYT en el conurbano en materia de subsidios de investigacin, que incluyen los mltiples subsidios que recibieran entonces el Director del Comit de Maestra Carlos Altamirano, el luego Rector Mario Ermcora y el Director del Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologa Mario Albornoz (los listados de los beneficiarios de las Convocatorias 1997-99 desaparecieron del Portal de la Agencia). Pero luego de la crisis del 2001, en febrero de 2002, por pblicas desavenencias de su Rector Villar con el Director Mario Albornoz y, ms luego, en septiembre de 2003, con el Vice-Rector Mariano Narodowski, la UNQ se vio desplazada de la hegemona universitaria del conurbano por la Universidad Nacional de San Martn (UNSaM). Las otras Universidades, como la de Gral. Sarmiento, Lomas de Zamora, Tres de Febrero, Matanza o Lans quedaron relegadas en materia de subsidios y pasaron a integrar la llamada Lista de Espera de la corrupcin.

Para consolidar este desplazamiento la UNSaM tuvo el privilegio que su entonces Rector Daniel Malcolm fuera designado en 2005-2006 Secretario de Polticas Universitarias del Ministerio de Educacin, reemplazando a Juan Carlos Pugliese, quien era un funcionario de origen Radical. Posteriormente, la UNSaM cre el Observatorio de Educacin Superior y Polticas Universitarias entre cuyos miembros del equipo profesional se encuentran los operadores Daniel Malcolm, Carlos Marqus y Juan Carlos Del Bello, lo cual constituye toda una definicin partidaria de poltica universitaria y cientfica. Ms luego, la UNSaM design como Director de rea Curricular y como Consejero de Escuela, representante del Claustro Docente, al Lic. Jorge Luis Steinman. Durante la segunda etapa del Kirchnerismo, la UNSaM se conform con que el Lic. Steinman ocupara un escaln inmediatamente inferior al que detent Malcolm en la jerarqua ministerial: la Direccin Nacional de Gestin Universitaria, que opera bajo la conduccin de la mencionada Secretara de Polticas Universitarias, actualmente a cargo del mdico veterinario Alberto Ricardo Dibbern, aparentemente un Radical-K. Fue en ese perodo de la gestin del Lic. Steinman en la Direccin Nacional que la UNSaM pas a liderar, en el conurbano, la cantidad de subsidios recibidos desde la Agencia. En efecto, en dicho perodo la UNSaM totaliz casi una treintena de subsidios por un monto total estimado en ms de cinco millones de pesos (ver Cuadro I).

Es muy posible entonces que una vez superado el Kirchnerismo, y gatopardismo mediante, alguna otra universidad del conurbano logre copar la parada y aduearse del presupuesto y los subsidios. Pero lo que s es indubitable es que mientras subsista la discrecionalidad en el reparto de los recursos pblicos el miedo, el silencio y la sospecha de una extorsin consentida continuarn.

IV.- Etiologa de las conductas gatopardistas

En cuanto a la etiologa de estas conductas censoras, limitacionistas, discriminatorias y oportunistas (o gatopardistas), es ya un clich que su origen histrico est en el Proceso. Pero en ese sentido hay que ser muy cautos y claros, pues el Proceso no empez el veinticuatro de marzo de 1976, sino que empez el veintiocho de junio de 1966. Es decir, diez aos antes, el 28 de julio del mismo ao 66, cuando se produjo La noche de los bastones largos, una suerte de El huevo de la serpiente (famosa pelcula de Bergman).

Luego cuando vino el colapso de la dictadura, autodenominada Revolucin Argentina, de Ongana, y se inaugur el periodo democrtico populista con el retorno de Pern, en la etapa camporista de los primeros meses, el aparato cientfico y el CONICET siguieron en manos de la ultraderecha. El Presidente Cmpora le entreg la UBA a la JP pero en el grueso de los aparatos del estado, incluido el CONICET, siguieron los mismos actores que estuvieron durante la dictadura de Ongania, la extrema derecha del catolicismo, y esos mismos actores luego siguieron con Lpez Rega, con Isabelita, y con el autodenominado Proceso. Recin en el 83 se pudo cortar con esa nefasta tradicin y con esa secuela de irracionalidad y corrupcin. De manera tal que ese perodo, ese interregno democrtico popular, se debe tomar como un interregno en el medio de un gran estado de excepcin. Un gran estado de excepcin, como lo denomina Carl Schmitt, que se inici en el ao 66. O sea, el 66 fue el segundo golpe de estado en la historia argentina del siglo XIX que atent contra la ciencia y la educacin superior, despus del Golpe de 1943 que derroc a Castillo. Mientras el golpe que destituy a Frondizi en 1962 no atent contra la universidad argentina ni contra la ciencia [a excepcin del caso Milstein en el Instituto Malbrn], el golpe de estado de Ongania si atent contra la ciencia. Por eso entendemos que ah recomienza El huevo de la serpiente

Cuando en 1983 asoma el retorno de la democracia, se alent en los medios educativos y cientficos una gran esperanza, abonada por el procesamiento de los Investigadores que haban incurrido en actos de corrupcin durante el Proceso (Informe sobre Investigaciones de Hechos Ocurridos en el CONICET, perodo 1976-1983, editado en 1989). Ms luego, con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, fruto consentido de un frustrado golpe militar, esa esperanza se liquid. Y posteriormente, la aparicin de Menem ahond an ms toda esa frustracin. En la primera presidencia de Menem, la Secretara de Ciencia y Tcnica la ocuparon sucesivamente el cirujano Ral F. Matera y Domingo Liotta, de la extrema derecha del Peronismo, tiempo en el cual se haba incubado el escndalo de la Crotoxina (http://digital.el-esceptico.org/leer.php?id=1231&autor=365&tema=31

Merced al Pacto de Olivos, esa extrema derecha fue desplazada, y con el segundo Menem (1995-1999), vino en la Presidencia del CONICET el Dr. Enrico Stefani, quien tambin fue desplazado cuando pblicamente puso en evidencia la corrupcin del CONICET. Y ms luego, con la Alianza, su breve administracin no se propuso democratizar la estructura de poder del CONICET, que haba sido reformada por el Menemismo. Por el contrario, el Lic. Caputo se quiso erigir en un continuador radicalizado de Del Bello, al pretender liquidar el CONICET y en cambio perpetuar la Agencia. Esa liquidacin supona transferir sus Investigadores de Carrera a las Universidades Nacionales, cuando muchos de ellos carecan de la consagracin que genera el concurso de oposicin y antecedentes. Si bien el Lic. Caputo haba estudiado en Francia, se haba encandilado con el modelo norteamericano, cuando en Argentina ni la Agencia es la National Science Foundation o la National Endowment for the Humanities (que son agencias federales independientes creadas por el Congreso); ni la UBA es Harvard, Princeton o Yale. La resistencia activa en las calles de la comunidad cientfica en oportunidad de un desfile militar impidi el intento liquidador, y Caputo debi renunciar.

A partir de la crisis del 2001, si existi alguna expectativa esperanzada se frustr rpidamente. Con el kirchnerismo volvieron caras extraas, algunos que haban ejercido cargos en la Alianza como Mario Albornoz, Adriana Puiggrs y Hugo Scolnik, y otros como Noem Girbal que haban colaborado y se haban beneficiado de ambas dictaduras (ver http://argentina.indymedia.org/news/2009/06/676865.php Con las mismas y peores maas esas caras extraas e inescrupulosas se apropiaron de toda la legislacin que inaugur Menem en su segundo mandato e hicieron de ello su propio negocio. Todo ello fue un mercado persa, pues no vinieron a modificar ni modernizar nada, ni a democratizar nada, ni a generar conocimiento cientfico. Simplemente vinieron a lucrar, a enriquecerse, a perpetuarse, y a beneficiar a sus amigos, socios y aliados, y a sus nomenklaturas, muy similares a la sovitica, y con una total indiferencia y desprecio para con la infraestructura cientfica. El Programa para la Modernizacin de Equipos de investigacin (PME), inaugurado por la Agencia-FONCYT, alcanz slo a 40 millones de dlares entre 2005 y 2006, que son apenas el 3% del total desembolsado por dicha Agencia entre 1997 y 2010 (1240 millones de dlares).


V.- El huevo de la serpiente y la mordedura de cola

Para entender toda esta parafernalia acadmica es bueno reflexionar un poco en el plano poltico porque de lo contrario no saldramos de nuestra propia cscara. Esto tiene una explicacin que va ms all del aparato cientfico, debe tener una interpretacin poltica. Cuando hacemos alusin a la metfora del huevo de la serpiente, que es una nocin muy cuestionada por el determinismo evolutivo que sugiere, tenemos que hacer tambin una reflexin histrica, no solamente una reflexin poltica cundo empez la decadencia? se inici con Ongana en 1966 o empez antes? comenz con el golpe de 1943 y con el peronismo o empez antes del peronismo? Hay quienes dicen y la mayora concuerda que se inaugur en la Dcada Infame, con la cada de Yrigoyen en el ao 30. Y desde el ao 30 estamos, como dice el tango, mareados, girando en redondo alrededor de nosotros mismos, mordindonos la cola permanentemente.

Hace casi un siglo que estamos dando vueltas en esta pattica calesita. La Argentina gloriosa fue la Argentina que haba sido el granero del mundo y que recibi a todos los perseguidos por todo el despotismo y la tirana del mundo, y que dur desde Pavn hasta el 30. Fueron 70 aos de lujo y eso se acab. En la historia de la humanidad los grandes periodos de progreso y de avance, social y poltico, han sido siempre muy breves. En la antigua Grecia, la Grecia de Atenas, fueron solamente ciento cincuenta aos. El periodo de apogeo romano, la Republica Romana fueron apenas, tambin, dos siglos. Luego vino el imperio, vinieron los emperadores y tambin la decadencia. Los periodos de gloria de los pueblos han sido entonces muy breves, y han prevalecido, lamentablemente, siglos de postracin y de decadencia. Ahora nos toca a nosotros levantar este pas y no s como ni cuando lo haremos. Estamos tocando fondo, y si bien no tendremos un cataclismo ssmico, si vamos a tener seguramente un cataclismo social y poltico.

Eduardo R. Saguier

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