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Un nuevo orden mundial necesita un nuevo orden barrial
Por (((Carin y Torniyo))) - Thursday, Mar. 27, 2003 at 10:04 AM

Un nuevo orden barrial

En un barrio conocido por su tradición de luchas, por su bronca frente a los poderosos y por su población de acá y de afuera pobre, se fundió un banco un día: el Banco Mayo. Una quiebra fraudulenta como tantas. Se llenan los bolsillos y se van del país. Una gran corporación, el Comafi, dependiente del Citybank compró el banco quebrado. Pasaron los años,
las oficinas con su decoración de falsa playa con sol se vaciaron poco a poco.

El 19 y 20 de diciembre, se escuchó en su patio las barricadas que cerraron las calles de la Boca y Barracas y abrieron otros caminos. Desde hace meses, se escucha en el patio los gritos de los niños que vienen al apoyo escolar cada día. También funcionan talleres, una biblioteca, se hacen charlas cada semana.

Un día se resolvió en la Asamblea Lezama Sur que se necesitaba un espacio para hacer real lo que se charlaba a la esquina del parque. A la vuelta, en la misma manzana, existe el Centro Cultural y Social Tierra del Sur, en el cual, desde hace más de un año, se organizan actividades culturales,
títeres, malabares, talleres para niños, una cultura popular lejos de la cultura elitista de los centros culturales. Ambos espacios tomados siempre han significado mucho para quienes formamos parte del Colectivo de Indymedia. En Tierra nos abrieron las puertas para realizar nuestro
primer encuentro con algunos de los Indymedias del cono sur, los compañeros de Rosario, Brasil y Uruguay, con quienes asistimos al a fiesta de inauguración de el espacio recién recuperado por la Asamblea para el barrio. La asamblea nos permitió montar un centro de publicación abierta,
uno de los lugares desde el cual funcionamos, además del banco mayo ocupado por la Asamblea del Cid Campeador.

El pasado miércoles 19 durante un desalojo a familias que ocupaban para vivir una casa vacía en Suarez y Montes de Oca, tres compañeros de la Asamblea de Lezama Sur y de Tierra del Sur fueron selectivamente detenidos
y brutalmente golpeados por personal policial del la comisaría 26, por el simple hecho de acercarse a brindar su solidaridad. A estos compañeros se los mantuvo arbitrariamente detenidos y se les inventó causas. En la noche del viernes dos jóvenes del barrio que también habitualmente manifiestan su apoyo a quienes sufren de la brutalidad policial durante los desalojos fueron amenazados verbalmente sobre la Avenida Patricios, por personal de civil en un caso y en el otro mientras andaba en bicicleta, un patrullero con dos efectivos uniformados que le mostraron una 9 milímetros además de querer chocarlo.

Desde hace más de una semana pesa la amenaza de desalojo sobre ambos espacios. Quieren desalojarnos con el miedo, el aislamiento y la represión: la guerra global se traduce a la guerra barrial. Mientras las bombas imperialistas masacran Irak, el mismo poder agudiza su dominio avanzando sobre las posiciones que a partir de diciembre del 2001 fuimos ganando. Los desalojos se inscriben dentro de la represión cada vez más abierta contra las expresiones de lucha. La “guerra contra el terrorismo”
es en realidad la guerra contra los pobres y contra quienes luchan: en nuevo orden mundial necesita un nuevo orden barrial.
La ciudad esta llena de afiches naranjas que se diferencian de las afiches electorales. Nos llaman al "presupuesto participativo". Afiches que invitan a participar como ciudadano a decidir de las obras publicas de la ciudad de Buenos Aires, a estar activamente participando de la vida
política. Una novedad importada directamente de Porto Alegre, una moda que se encuentra en Buenos Aires, en París como en otras grandes ciudades. Aníbal Ibarra sigue las políticas urbanas de "nueva democracia local", como se dice en la idioma burócrata de los encargados de comunicación de los políticos. Renovar la democracia, dar más espacios
a la ciudadanía. Palabras que siempre redundan en una exclusión creciente de la ciudad de los que no corresponden a los intereses de un ciudad atractiva, turística y "dinámica" por los empresarios (entre otras cosas,
no pagar impuestos y tener la vía libre para investir, construir,
desarrollarse).

Desde el desalojo violento del Padelai, el gobierno de la ciudad aprovecha para desalojar todos los espacios tomados. Ibarra entiende así la participación política: desalojo de la ciudad para enviar los pobres a la
provincia, no importa las medidas a usar, y una participación para ciudadanos "elegidos".

Estos nuevos posibles desalojos se suman a la ola de represión que recorre la capital federal, gracias a la política de Ibarra de querer entregar toda la zona sur a la Corporación Sur, una organización paraestatal que
pretende convertir la zona de Barracas - La Boca en un centro turístico "limpio de pobres". Ya vimos como actúa este intendente es el reciente desalojo del Padelai, que se realizó con cientos de policías y una brutal represión que no distinguió entre hombres, niños y ancianos. Le siguió
el MTD de San Telmo, que había recuperado la casa más antigua de la ciudad, convertida en un basural y puesta a funcionar como merendero y centro cultural, donde policías encapuchados irrumpieron violentamente sin previo aviso.
Desde el 19 y 20 de diciembre, la "toma" de espacios bandonados se multiplicó a lo largo y ancho del país. De fábricas, de galpones, de predios o ex bancos, de casas, muchos espacios abandonados por varios años
fueron tomados por sus trabajadores, desocupados, asambleas o sencillamente por familias que necesitan donde vivir. La toma, un acto que existe desde mucho antes de diciembre 2001, se transformó en una práctica
política que atraviesa todo el movimiento.

Desde hace muchos años, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero toma tierras frente a la concentración de las tierras en las manos de grandes latifundios ayudados por un poder político feudal, que nunca titubeó a matar cuando hay que defender la propiedad privada, matando cinco personas en 10 años. Como el 27 de febrero que la policía
reprimió con balas de plomo una toma en San Pedro., pero no logranb doblegar a quienes plantean que la tierra es de quien la trabaja.

Del otro lado de Argentina, en Patagonia, en octubre de 2002, se cumplió el primer año de producción bajo control obrero de la fábrica de cerámicos Zanón, una de las más grandes de América del Sur. Casi 300 trabajadores, incluyendo nuevos puestos de trabajo cedidos a desocupados de
organizaciones piqueteras. La fábrica está siendo amenazada por una orden judicial. El poder político sabe que para desalojar a los obreros tendrán que enfrentar una férrea resistencia. Lo mismo que en la textil Brukman,
donde sólo la movilización masiva frenó los desalojos.

Y los piqueteros también toman tierras o ocupan espacios: muchos comedores, galpones, huertas, están en lugares tomados, práctica muy común en los barrios del conurbano bonarense. Estos lugares sufren muchas veces del apriete y de la amenaza de ser desalojados como la casa del MTD de
Florencio Varela, el comedor del Polo Obrero en Almirante Brown y Barrios de Pié en el ex banco Mayo de Avellaneda.

Las asambleas que ocupan también sufren de amenazas permanentes, como la ocupación de Paternal que ya fue desalojada o como el Centro comunitario Abriendo Caminos que la asamblea de Haedo comparte con HIJOS y que está
con amenaza de desalojo.

En Capital Federal, frente a un hecho generalizado, el gobierno de la ciudad ofreció de un lado una margen legal, una "tolerancia legal" a través de la creación de cooperativas o del AGP; y por un otro, la creciente represión de los que no aceptan de parar de pelear. El aumento de desalojos de movimientos piqueteros, de familias, de asambleas es
una manera de hacer sentir que no van más a tolerar a "los quilomberos". Olvidándose del sentido verdadero de la palabra brasilera, un espacio de libertad y de fuga para los esclavos, el "quilombo" significa acá caos,
del lunfardo, prostíbulo. Pero por un extraño cambio de destino, el quilombo argentino se transformó en un quilombo brasilero. El quilombo, un espacio de libertad y de esistencia, sueño como fueron los quilombos
brasileros por todos los esclavos, son todas estas tomas que no pueden desalojar:

LOS SUEÑOS NO SE PUEDEN DESALOJAR

NO AL DESALOJO DE TIERRA DEL SUR -NO AL DESALOJO DE LA ASAMBLEA SUR -NO
AL
DESALOJO DE INDYMEDIA

¡BASTA DE REPRESIÓN Y DESALOJOS!

FESTIVAL CONTRA LA REPRESIÓN Y LOS DESALOJOS
DOMINGO 12 HS EN OLAVARRÍA Y RUY DE GUZMÁN
MÚSICA- ACTIVIDADES PARA CHICOS- OLLA POPULAR- PROYECCIONES- MUESTARS
DE
FOTOS- MALABARES- TE

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