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El estado de los k’aras (gringos imperialistas) y el gobierno de Carlos Mesa en Bolivia
Por marina ari -
Friday, Jan. 30, 2004 at 10:52 PM
Evo Morales, con Kirchner, Bush, los políticos burgueses y los imperialistas.
El estado de los karas y el gobierno de Carlos Mesa en Bolivia
Marina Ari.
Varios hechos como que Carlos Mesa anunciara que no iba a mover un sólo dedo para el arresto del ex ministro de Gobierno Yerko Kukoc -quien guardaba dos milloncitos de bolivianos en la casa de su amigo Milder Arzadún, (ahora se descubrió que el monto era mayor), fruto de la rapacería del MNR con los gastos reservados de erario boliviano-, que la "zarina" anticorrupción tenga como mayor actuación pública un coro de niños en un parque público cantando "todos debemos luchar contra la corrupción!, los niños decimos nooooooo a la corrupción!!!!!!", que se nos cuente que los fondos para la fracasada capitalización fueron miserablemente despilfarrados o malgastados para decir lo menos-. O el saber que Andrés Petricevich, su familia y amigotes, con dineros de capitales chilenos compraron 5.172 hectáreas en Santa Cruz, en precios de pequeños concesionarios mediante favoritismo político; los gastos reservados "levantados" por Gasser y otros varios, los amarres financieros de Alfonso Revollo con fondos de la capitalización, la impunidad de parlamentarios del MNR, MIR, NFR y sus demás cómplices; todo este cáncer del estado blancoide boliviano merece un análisis sobre la naturaleza del estado boliviano.
Además, tal vez esta época que contiene la huída de Gonzalo Sánchez de Lozada y el rápido recurso de las clases medias blancoides del occidente de presentar a Carlos Mesa como su mejor alternativa, sea el mejor ejemplo de lo que han significado cientos de años de gobiernos karas en Bolivia.
Inicialmente es importante destacar aquello que se sabe pero no se menciona en la historia oficial, "Desde la iniciación de la República no hay un Presidente Indio, no hay un Arzobispo Indio, no hay un General Indio, ni un Ministro Indio... No hay un indio en la Cancillería ni en el servicio diplomático" y eso no lo dice /sólo/ Felipe Quispe sino el amauta Fausto Reinaga durante 1971. Es más durante las masacres que registra la historia boliviana y en cuyos episodios las víctimas han sido particularmente los Aymaras, pero también todos los demás pueblos Indígenas, el verdugo ha sido siempre el blancoide, el kara, cholo, mestizo, criollo (o como ellos prefieran llamarse). Silvia Rivera declaraba en 1989 que Zarate Villca y los rebeldes Aymaras traicionados y luego fruto de violencia y masacre "se comportaron en esta rebelión como una nación dentro de otra nación, expresando en su enfrentamiento abierto contra la minoría criolla dominante la ideología y la práctica de una lucha anticolonial.", esta reflexión puede aplicarse a toda la historia boliviana, incluyendo las últimas masacres del sangriento octubre del 2003; la nación Aymara ha venido siendo objeto de violencia económica, social y racista ejercida por un pequeño grupo de blancoides que asientan su poder económico y político en el color de su piel y la rapacería de sus antepasados.
El estado boliviano desde la época republicana tuvo siempre las mismas características, 1) manipulación del aparato estatal para perpetuarse en el poder político, 2) apropiación de los bienes y recursos del estado (tierra, capitales, otros recursos naturales) y de la población para enriquecimiento de su casta y raza, 3) Política subordinada a intereses externos, entregando bienes y territorios nacionales a la voracidad de cualquiera que pueda convencerlos monetariamente, política que ellos llaman "moderna".
· La primera característica, ha usado diferentes elementos basados en el racismo. Quienes manipulan el aparato estatal han sido siempre bolivianos karas, han manejado tres elementos para perpetuarse en el poder político: a) su riqueza, fruto de la esclavitud y el latrocinio de territorios y recursos diferentes de los pueblos indígenas para engordar y mantener el poder estatal frente a la sumisión de sus empleados y el arrinconamiento de los pobres. b) Su sistema de valores impuestos por las instituciones (sobre todo ayer la iglesia y hoy los medios de comunicación) que muestran que el blanco es un "educado" frente a "ignorantes" como nosotros --los dueños de este Qullasuyu--, que el blanco es "demócrata" y nosotros Indios "subversivos", que ellos son "los salvadores de la patria" y nosotros los "que la hunden", que nosotros somos "retardatarios" y ellos "progresistas". Su riqueza sostenida por el uso del estado hace que puedan cometer crímenes económicos y sociales impunemente y que como consecuencia los obispillos y monaguillos de los medios de comunicación les festejen dócilmente sus bravuconerías, incapacidades y corrupción, mientras condenan nuestra cultura, nuestra identidad y derechos Indios. La imposición de sus valores (que en realidad no son "suyos" sino copia de tercera mano de los europeos y norteamericanos) se realiza hoy a través de los medios masivos de comunicación que además reproducen corrientes etnicidas racistas de desprecio, odio, incomprensión e indiferencia frente a los originarios. c) La alternancia entre violencia estatal y "beatificación", forma el tercer vértice de poder de estos bolivianos sudafricanizados. Cuando los sectores obreros, los sectores populares y los Pueblos Indígenas percibimos toda la podredumbre de este sistema, se aplica la violencia estatal contra los sectores populares y el terrorismo estatal contra los Indígenas¿no quedó demostrado esto en febrero y octubre en Bolivia?. Si esta estrategia no tiene éxito los blancoides aplican sus dotes teatrales y se disfrazan de demócratas o defensores de la democracia y sobre todo "ángeles" (por supuesto estos ángeles no aceptan nunca que se los juzgue por sus delitos, logrando pleno éxito gracias a su poder político sostenido, sus recursos económicos y relaciones de casta y raza).
· La segunda característica queda ejemplificada con la conducta de Gonzalo Sánchez de Lozada (y cientos de políticos del MNR, MIR, NFR, UCS y MBL). Usó el estado como si fuera su hacienda o un apéndice de su empresa COMSUR, sus minas de explotación de oro, dejaron secuelas de depredación natural que y contaminación ambiental y humana, sobre las cuales los medios de comunicación no hablan, ellos prefieren criticar la "mala educación" de Filemón Escobar. Sobre este ejemplo de la filosofía y conducta blancoides bolivianas no abundo, quien quiera profundizar el tema debiera leer "La fortuna del presidente" de Andrés Solíz Rada, quien con mucha mayor precisión denuncia a ese "representante de la bolivianidad". Los demás partidos, hoy ocultos detrás del jacha supay de Gonzalo Sanchez de Lozada y otros como la del "dictador elegido" Hugo Banzer, han participado de las concesiones de favoritismo político, exacción de tierras a pueblos Indígenas, explotación salvaje de los recursos naturales, créditos bancarios excepcionales y muchas veces no devueltos, juegos con divisas monetarias, contratos empresariales y de consultoría timadores, o la simple malversación de fondos de empresas públicas, sin contar el asalto a los cargos públicos por parte de los lambiscones "militantes".
· La subordinación a intereses externos ha sobresalido en los karas bolivianos, mientras en un pasquín que se llama representante de la zona sur "Hoja del Sur", dirigido por un tal Reynaldo García, se culpa del atraso, pobreza, de la mendicación para poder comer a los dirigentes Indios como Felipe Quispe a quien se llama ebrio, divisor de la sociedad, a Roberto Cruz a quien se llama sujeto.. que quiere empujarnos a la debacle, y a dirigentes sociales como Jaime Solares, Angel Durán y David Vargas y se añora que fueran fusilados por traidores a la patria, se descubre que los Petricevich hicieron actos de corrupción en compra de tierras, ayudados por capitales chilenos, a la CAINCO, no le interesa por supuesto si son capitales de Chile o de Marte. Franz Avendroth, presidente de la Federación de Empresarios de La Paz, declaraba frente al clamor alteño de boicotear productos chilenos, que ellos los empresarios preferían trasladar sus empresas a Chile por que les ofrecía mayores ventajas... justo en el momento en que su presidente boliviano está en su campaña pro mar. Y podría extenderme en decenas más de ejemplos que muestran que los bolivianos blancoides en el poder, no tienen más patria que su bolsillo ni más dios que el dólar, venderían a sus madres y a sus patrias para sus utilidades ratonas. Para esos, el pasquín Hoja del Sur no pedirá el fusilamiento sino el "condor de los Andes". Nosotros? Ahí tienen la guerra del Chaco, sostenida por una mayoría indígena Aymara Quishua mientras los gordos oficiales blancoides se emborrachaban en retaguardia.
Finalmente, que esperamos de Carlos de Mesa? Ustedes rearmarse como casta blanca (representada por sus partidos desacreditados del MNR, MIR, ADN, UCS, MBL o los nuevos como los del empresario del cemento, o el nuevo o viejo de Jorge Quiroga) con su mejor carta, un descendiente de españoles, intelectual de la karitud, pequeño empresario, que no tiene el perfil de asalta estado y le gusta el papel de equilibrista; nosotros, no esperamos nada de ustedes ni de sus "mejores" representantes. Mesa tendrá el valor de realizar la segunda Reforma Agraria?, tendrá el valor de castigar a asesinos y ladrones de cuello blanco que siguen en poder? Tendrá el valor de mover esa estructura minera y agraria que se basa en la explotación humana, el despojo de territorio Indígena y la depredación del medio ambiente? Tendrá el valor de plantarse con dignidad frente a poderosos gobiernos externos y velar por los intereses de Bolivia por sobre cualquier presión?. Podrá ser realmente independiente, más bonapartista que Bonaparte?. Lo dudo. Me recuerda a Mauricio Antezana el comunicador que disfrazó los crímenes de Sanchez de Lozada, apenas el sociólogo Iván Castellón escribió un artículo de denuncia sobre él (Juguete Rabioso No. 91. Nov. 2003), una familia de perfil socialista salió en su defensa, no importando que decenas de mis hermanos y hermanas Aymaras hubieran sido masacradas en octubre, que cientos de mis hermanos y hermanas hayan sido mutilados y heridos, bajo la desinformación y complicidad de Antezana. Es que es una cuestión de casta y raza; en un mismo evento de la gente de la sociedad boliviana "tipo Ficho", veremos a familias enlazadas de los blancos de derecha y de izquierda, intentando sostener su elite barata, su sueño cursi de formación de una "aristocracia", a la cual pertenece tanto Sánchez de Lozada como Carlos Mesa. Por eso, del gobierno de Mesa y compañía no espero nada.
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