El artículo original está en http://argentina.indymedia.org/news/2004/06/202319.php Imprimir comentarios.
Chile: "El rebrote de grupos violentistas mapuches"
Por El Mercurio (El Infomierda de Chile) -
Friday, Jun. 11, 2004 at 7:43 PM
El Gobierno investiga la posible rearticulación de grupos radicalizados.
Foto: Justo cuando el Gobierno sacaba cuentas con un conflicto bajo control, los últimos atentados violentistas mostraron que los grupos siguen operando con vías paralelas, el diálogo y la presión violentista, para conseguir respuesta a sus demandas por tierras. En la foto, los ataques del fin de semana a fundos de las regiones octava y novena.
Jueves 10 de junio de 2004
CONFLICTO INDÍGENA / Ataques a fundos y bombas del fin de semana:
El rebrote de grupos violentistas mapuches
IVÁN FREDES, PATRICIO GÓMEZ
Justo cuando el Gobierno sacaba cuentas con un conflicto bajo control, los últimos atentados violentistas mostraron que los grupos siguen operando con vías paralelas, el diálogo y la presión violentista, para conseguir respuesta a sus demandas por tierras. En la foto, los ataques del fin de semana a fundos de las regiones octava y novena.
La serie de atentados desploma el optimismo del Gobierno sobre la desarticulación de los encapuchados armados. Las autoridades insisten en que se trata de hechos aislados, mientras un nuevo referente indígena reivindica últimas acciones "de resistencia mapuche".
--------------------------------------------------------------------------------
IVÁN FREDES Y PATRICIO GÓMEZ
Como una bofetada en pleno rostro a la política del nuevo trato con los pueblos indígenas, impulsada por el Presidente Lagos, recibió el Gobierno la serie simultánea de atentados explosivos e incendiarios que el último fin de semana devolvieron el conflicto mapuche al primer plano noticioso.
El último análisis de inteligencia, seguridad policial, política y social desarrollado a fines del mes pasado en Temuco, que encabezó el subsecretario del Interior Jorge Correa Sutil, si bien previó acciones de protestas pacíficas contra la cumbre de Ministros de Economía y Finanzas del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (Apec), calculó mal la ocurrencia de atentados de la magnitud y simultaneidad de los últimos días.
Tan seguro estaba el Gobierno que Correa Sutil se mostró molesto cuando al término de esa reunión los periodistas cuestionaron el positivo balance del llamado conflicto mapuche y le preguntaron sobre a qué atribuía la "aparente tranquilidad" en la zona. "¡No es aparente!, ¡es absoluta!", replicó Correa Sutil, al subrayar que las acciones habían disminuido casi en su totalidad en comparación a meses y años anteriores, de acuerdo a los informes entregados en esa reunión por los gobernadores del Biobío, Arauco, Malleco, Cautín y Valdivia, además de los jefes policiales de las regiones VIII, IX y X.
Más tarde, el Gobierno quedó atrapado en sus propias palabras cuando un supuesto nuevo grupo autodenominado Comunidades Mapuches en Conflicto (CMC), en un hecho inédito, se adjudicó atentados incendiarios en los fundos Lleu Lleu (Cañete), San Miguel (Padre Las Casas) y la toma de un predio en Ercilla.
Además, el mismo grupo, por la vía de un correo electrónico enviado a los medios de comunicación, reivindicó también fallidos y supuestos cortes del camino Villarrica-Pucón, del acceso sur a Temuco y del incendio de una cabaña en Tirúa.
Como si fuera poco y todo en menos de 24 horas (viernes y sábado), desconocidos colocaron una bomba de ruido en una sucursal bancaria de Pucón - sede de Apec- y otro explosivo que destruyó ventanales en otra sucursal en Temuco. En otra caja simulada como bomba había panfletos que reclaman por la supuesta "invasión" al territorio mapuche.
¿Hechos aislados?
Pese al reconocimiento explícito de la autoría indígena de los atentados en los predios de forestal Volterra en Cañete y al del agricultor Jorge Luchsinger, en Padre Las Casas, el intendente de la IX Región, Ricardo Celis, remarcó el enfoque inicial. Insistió en que se trató de hechos aislados, no vinculantes y no probadamente mapuches.
Y enfatizó que no existe información fidedigna que confirme la veracidad del correo electrónico mediante el cual el nuevo grupo reivindicó los atentados.
"No tenemos información clara y categórica de que los hechos que afectaron al señor Luchsinger tengan que ver con el mundo indígena. Tampoco de que esté operativa una nueva organización indígena en la región".
Pese a ello, admitió que el Gobierno está preocupado de la situación y está investigando la posible rearticulación de grupos radicalizados.
Hasta el fin de semana pasado, las autoridades seguían insistiendo, a la luz de las cifras de acciones violentistas, que éstas habían caído en picada, que los grupos más violentos y rupturistas estaban prácticamente inoperativos a raíz de la desarticulación de la Coordinadora de Comunidades Mapuches en Conflicto Arauco Malleco.
El jefe policial de la Novena Zona de Carabineros, general Gustavo Castro Meza, también asegura que existe un descenso de la conflictividad indígena, especialmente en el área rural, aunque admitió que todavía existen 33 predios con vigilancia policial (rondas permanentes).
Emilio Guerra, presidente regional de la Corporación de la Madera (Corma), desestima una reorganización y señala más bien que se trató de una acción de propaganda para aprovechar la cobertura nacional e internacional de la Apec.
Hay visiones encontradas: otras autoridades de Gobierno no descartan una reorganización de grupos radicalizados que intentan vincular a líderes de organizaciones que rechazan a movimientos considerados "oficialistas" por su acercamiento y negociación con el sistema oficial.
Hasta ahora sólo existe la sospecha de que tras el supuesto grupo Comunidades Mapuches en Conflicto, existan elementos escindidos de la Coordinadora Arauco-Malleco, cuyos principales líderes y agentes operativos están acusados de promover la violencia en una asociación ilícita terrorista.
En el Gobierno insisten una y otra vez que son hechos aislados, como dijo el gobernador de Arauco, Rodrigo Peñailillo (PPD), quien presentó una querella por "incendio y daños calificados", tras el siniestro que destruyó maquinarias de la empresa forestal Volterra, ubicada en el fundo Lleu Lleu en Cañete.
Reiteró, por ejemplo, que desde hace más de un año y medio que no se producen hechos de violencia graves que se pudieran vincular al conflicto mapuche. Y asegura que ello es coincidente con una activa política de diálogo con las comunidades de la provincia de Arauco, para la búsqueda de solución a sus demandas.
Sin embargo, para quienes han sufrido varios atentados, las explicaciones resultan insatisfactorias (ver recuadro). Aseguran que tras los atentados se esconde la mano de los grupos radicalizados indigenistas.
La vía política y la confrontacional
El movimiento mapuche que reivindica autonomía política y territorial está integrado por pequeños grupos, independientes entre sí, diferenciados por el método para lograr sus objetivos y el caudillismo de sus dirigentes.
Unos están por la vía política y otros por la ruptura y la confrontación. Desde hace una década, después de la división de Ad Mapu (vinculado al Partido Comunista), Aucán Huilcamán lidera su propio grupo: Consejo de todas Las Tierras. Pero su conducta mediática, su cercanía al Gobierno y la apropiación de la causa indígena, motiva el rechazo de otros dirigentes.
Así nace en 1998 la Coordinadora de Comunidades Mapuches en Conflicto, entonces liderada por el alcalde de Tirúa, Adolfo Millabur. Dicha orgánica también se divide. Ahí aparece José Huenchunao, liderando la desarticulada Coordinadora Arauco-Malleco.
Actualmente, Millabur encabeza la organización Identidad Territorial Lafquenche, fuerte en el sector costero. Huilcamán, centra su acción en Panguipulli, Temuco, Galvarino y Alto Bíobio. Galvarino Raimán dirige otro grupo nagche en torno a Lumaco. A ellos se suma el dirigente Julio Marileo, quizás el más activo de todos, que suele encabezar violentas protestas a través de la Coordinadora de Hogares Mapuches. Salvo la desarticulada Coordinadora, todos los dirigentes emplean un doble discurso. Por un lado dialogan con el Gobierno y por otro realizan ocupaciones o protestas violentas para presionar en las negociaciones.
"No hay justicia ni defensa"
Desprotegidos, en total indefensión, dicen estar los afectados por los últimos ataques indígenas. Y no tienen dudas de que los últimos atentados "tienen un carácter de terrorista" cuya autoría vinculan a la radicalizada Coordinadora Arauco Malleco.
El propietario de la hacienda Lleu Lleu, el empresario y actual vicepresidente nacional de Renovación Nacional, Osvaldo Carvajal Rondanelli, cuyo predio ha sufrido 48 atentados desde 1999 a la fecha, con pérdidas superiores a los $ 700 millones sólo en instalaciones quemadas, estima que "el conflicto tiene un nivel de latencia permanente".
"Lo sabemos quienes somos víctimas en las regiones del Biobío y de la Araucanía. Cada cierto tiempo la dirigencia de la Coordinadora exige atentados que provoquen gran conmoción social, para mantener sus fuentes de financiamiento y de apoyo exterior. También como elemento de presión hacia el Gobierno cuando se discuten políticas hacia las comunidades indígenas", enfatiza Carvajal.
Lo mismo plantea el agricultor Jorge Luchsinger, quien con el último atentado a su fundo San Miguel, ya suma 19. "Son los mismos, pero con otro nombre. En este país no hay justicia ni defensa. No tengo ningún respaldo de la autoridad. Todos tratan de bajar el pérfil al problema y se limitan a decir que son puros casos aislados. No puedo decir si son tan aislados cuando tengo tantos atentados, robos y destrucción en mis predios".