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Trata de personas y prostitución
Por Colectivo de Generos de Indymedia Argentina -
Wednesday, Jan. 03, 2007 at 2:48 PM
“Hay que educar a los jóvenes en la igualdad. Detrás de la prostitución no hay un problema de sexualidad, sino de desigualdad entre los géneros. Lo más antiguo de la prostitución no es, como se suele decir, que se trata de la profesión más antigua del mundo, sino que es una de las formas más antiguas de dominación masculina. En la prostitución se realiza un concepto de sexualidad en el cual el sexo se vincula a dominación y violencia. ” (Péter Szil)
Hay que educar a los jóvenes en la igualdad.
Detrás de la prostitución no hay un problema de sexualidad, sino
de desigualdad entre los géneros. Lo más antiguo de la prostitución
no es, como se suele decir, que se trata de la profesión más antigua
del mundo, sino que es una de las formas más antiguas de dominación
masculina. En la prostitución se realiza un concepto de sexualidad en
el cual el sexo se vincula a dominación y violencia.
(Péter Szil)
En 1949 la Argentina firmó el Convenio para la Represión
de la trata de personas y de la explotación de la prostitución
ajena. Al refrendar este convenio, se convirtió en un país abolicionista.
Esto significa que no condena la prostitución, sí su explotación,
además se compromete a generar políticas públicas y sociales
para abolir la prostitución. El Estado Argentino es considerado uno de
los países que más Convenios ha refrendado, pero la realidad al
interior de sus fronteras es muy diferente. La Ciudad de Buenos Aires, considerada
una de las ciudades más progresista de Latinoamérica, cuenta con
un represivo código de convivencia que penaliza la prostitución
callejera creando de hecho una zona roja donde mujeres y travestis -en estado
de prostitución- ponen en peligro su vida. Pero no sólo en la
capital del país hay represión a la prostitución, en varias provincias existen
códigos de faltas que penalizan esta practica.
El
27 de enero de 2004, asesinaron a Sandra Cabrera. Su cuerpo fue encontrado con un disparo
en la nuca y con signos de haber sido violada, cerca de la terminal de colectivos
de la ciudad de Rosario. Sandra tenía 33 años, era Secretaria
General de AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices Argentina-Rosario), y
junto con sus compañeras estaban denunciando a policías corruptos
que les pedían dinero para dejarlas trabajar. En el mes de Noviembre
de 2003, Sandra realizó una denuncia por amenazas, y desde ese momento
se le dio custodia policial en su domicilio. En diciembre del mismo año fue golpeada
dentro de su casa con la custodia en la puerta. Unos días antes de ser
asesinada, Sandra acompañó a una de sus compañeras a realizar una
denuncia en la Fiscalia Nº 1 contra el sargento de policía Sergio
Bermejo por cohecho, lo que llevó a que el efectivo fuera desplazado
de la División Personal de la fuerza y quedó sumariado. A la fecha
el caso continúa impune.
Lohana Berkins, presidenta de la Asociación de lucha por la Identidad Travesti Transexual (ALITT), denuncia que el promedio de vida de una travesti es de 33 años y que en los últimos años ya suman 420 muertas por diferentes motivos: VIH/Sida, uso indiscriminado de cirugías y por la policía. Como ejemplo de esta realidad está la historia de Florencia, Lorena, Gina y "la perra" Mamacel que fueron golpeadas, robadas, e intentaron violarlas luego de ser detenidas aplicando el articulo 44 en la provincia de Córdoba, por el comando de Acción Preventiva. Según estadísticas manejadas por esta organización, el 73 por ciento de las travestis que asumieron su identidad antes de los 13 años vive de la prostitución.
Entre el 9 de junio y el 9 de julio de 2006
se disputó la Copa Mundial de Fútbol en 12 ciudades alemanas. Alrededor
de 36 millones de espectadores -mayoritariamente hombres- siguieron este acontecimiento.
Al mismo tiempo, organizaciones de mujeres denunciaron que cerca de 40.000
mujeres fueron importadas para servir sexualmente.
Alemania legalizó la industria del sexo en el año 2002 y para
favorecer a los turistas construyó un gigantesco complejo
prostitucional de 3.000 m2, al lado del principal estadio de Berlín.
Como si fuera un servicio público se construyeron dentro del mega prostibulo
garitas del sexo con el nombre de cabinas de prestación,
preparadas para preservar el anonimato del comprador.
La prostitución
y el acto de comprar sexo, son formas de explotación que consideran al cuerpo
de la mujer como una mercancía que puede ser comprada y vendida.
"La prostitución y el mal que la acompaña,
la trata de personas para fines de prostitución, son incompatibles con
la dignidad y el valor de la persona humana y ponen en peligro el bienestar
del individuo, de la familia y de la comunidad. (Convenio
para la represión de la trata de personas y de la explotación
de la prostitución ajena).
El patriarcado y el sistema capitalista legitiman la explotación y la
opresión de los hombres sobre las mujeres. Y esta opresión se
traduce en que la trata de personas es una actividad lucrativa e ilegal que ocupa
el tercer lugar después del trafico de drogas y armas. Muchas mujeres,
niñas y adolescentes son engañadas o forzadas a golpes y torturas
a prostituirse. Este negocio ilegal
se potencia por el capitalismo y la globalización, donde el trabajo esclavo
en cualquiera de sus formas es rentable.
Estos prostíbulos regentados por proxenetas están
legitimados por un consenso social en relación con que el consumo de
cuerpos de mujeres en prostitución es natural, siempre ha existido y
siempre va a existir. Lo visible es la mujer prostituida, y no la existencia
de la demanda y de los proxenetas.(Sara Torres Integrante
de la Coalición contra la trata de personas)
Una reciente investigación de la Organización
Internacional para las Migraciones revela que la trata de mujeres crece en Argentina.
La connivencia policial y política y la falta de acciones orientadas
a investigar y perseguir este delito fortalece este crecimiento. La ingeniería
mafiosa funciona a la perfección para reclutar las mujeres y niñas.
La metodología de los secuestros. El engaño. Los proxenetas. Las terribles
formas, como las torturas, para mantenerlas sometidas y silenciadas.
Hacen que el cuerpo de las mujeres tenga precio y se convierta en una
mercancía. (Fuente Página 12)
Marita Verón desapareció el 3 de abril de 2002 en San Miguel de
Tucumán. Al momento de su desaparición tenía 23 años.
Mediante la investigación que llevo adelante Susana Trimarco, madre de
Marita, se sabe que esta secuestrada por una red mafiosa que la obliga a prostituirse.
La búsqueda de Susana sirvió para liberar a más de 65 mujeres.
El caso de Marita y la lucha de su madre sirvieron para dar visibilidad
a una realidad desconocida para muchas personas. Lamentablemente, Marita no es
la única, miles de mujeres y niñas son secuestrada por estas redes
mafiosas y sumergidas en la esclavitud sexual.
El caso de Cristina Ojeda y Romina Gamarra es una clara muestra del funcionamiento
de la redes mafiosas de trata de personas. Ambas jóvenes consiguieron
escapar de una prostíbulo en Santiago del Estero. Luego de varias amenazas les pusieron
custodia policial, custodia que ambas compartían a pesar de a siete cuadras
de diferencia. El 3 de Noviembre la familia de Cristina denunció su desaparición,
tres días después se presentó en la fiscalía con el abogado Néstor
Darío Pereyra sin explicar el cambio de representación legal y
cambió su declaración exculpando a los acusados de su secuestro. La fiscal
federal Griselda Tessio tomó el testimonio y no verificó el domicilio de la
joven, a la fecha la joven continúa desaparecida. Varios días después,
Romina Gamara cambió su declaración, luego que un miembro de su familia
fuera brutalmente golpeado, hecho que se niegan a denunciar. Romina, con su nuevo
abogado, Héctor Tallarico, se presentó ante el juez santafesino
Reinaldo Rodríguez, para declarar que niega que fue explotada sexualmente
contra su voluntad. El abogado con el que asistió está sindicado
como uno de los defensores de la banda que capturó a Romina
y María Cristina Ojeda.
La Ley 15.768 es la aprobación a la adhesión al
protocolo final anexo al Convenio para la Represión de la Trata de Personas
y de la explotación de la Prostitución Ajena, adoptado en la 264
sesión plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas por resolución
número 317, del 2 de diciembre de 1949, esta aprobación se produjo
en 1961. No obstante a la Argentina le llevó 46 años elaborar un proyecto de ley que defina la trata de personas como un delito federal. Este
proyecto, que ya cuenta con media sanción del senado, no fue consultado
con las organizaciones que vienen trabajando sobre el tema, sino que fue el resultado
de un proyecto presentando por miembros del Senado y el Ministerio del Interior.
Para los y las integrantes de la Red No a la Trata esto es sólo "una
mera modificación del código penal".
Clasificar la trata de personas como delito, y sobre todo como delito federal,
es un importante avance. Sin embargo, la ley no garantiza igualdad cuando la
victima es mayor de 18 años, ya que debe demostrar que no consintió
el maltrato y el abuso. Se dejan de lado los diversos factores que llevan a
una mujer a ser vulnerable para la cooptación. Ademas se parte de
la presunción de inocencia del traficante, siendo la víctima quien
debe probar haber sido forzada a prostituirse, ya que el 80 por ciento de las
victimas de trata son prostituidas. La ley sólo apunta a reprimir a las
mafias, pero obvia el quebrantamiento de los derechos humanos de la víctima.
También se obvia el secuestro, ya que hay diferentes modalidades de captación:
Una puede ser ofrecerles algún trabajo y luego forzarlas mediante torturas
a prostituirse, y la otra es la del secuestro, como es el caso de Marita Verón.
Las penas al proxeneta/traficante de mujeres mayores de edad van de los 3 a
los 6 años, lo que lleva a que el delito sea excarcelable. Sin embargo
hace una diferencia si el trafico es de menores ya que las penas pueden llegar
hasta los 15 años. La ley no considera la penalización del cliente, importante vacío,
ya que es sabido que de no haber demanda, no hay oferta en este sistema capitalista.
Es importante remarcar que el trafico de personas es una violación a
los derechos humanos de las personas y que nadie consiente que se le vulneren
estos derechos básicos.
Se estima que hay unos dos millones de niñas y mujeres, que son esclavas sexuales en la industria comercial del sexo. El secuestro y asesinato de mujeres, niñas o adolescentes sucede cotidianamente y no es privativo de un lugar geográfico o social. Es la naturalización de la cultura patriarcal y la aceptación social de la violencia hacia las mujeres.
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