El Capital adopta diversas formas de dominación, siendo las mas conocidas el gobierno dictatorial o el democrático. En ambos casos, el problema de fondo es el mismo, que intentan gobernarnos, con todo lo que ello implica: La aceptación impuesta o no de una serie de normas o leyes, el sometimiento de la voluntad frente al imperio de la propiedad privada y de las mercancías, la marginación, la exclusión, la miseria en su totalidad, hacen que nos rebelemos ante este o cualquier forma de gobierno.
Tanto como en el golpe militar del 24 de marzo de 1976, como en los diferentes gobiernos democráticos que se sucedieron después, la finalidad es la misma, profundizar el sometimiento de la sociedad toda, y afianzar el capitalismo, fortaleciendo el Estado y a sus medios de represión.
La reinvidicacion solamente de los 30.000 desaparecidos y el pedido de “Juicio y Castigo” que enarbolan la mayoría de los partidos de izquierda (muchos de ellos comprobados cómplices de la ultima dictadura), evidencia por un lado la no aceptación para nada inocente de los crímenes que día a día, aun en democracia, se comenten contra nosotros, de la cantidad de niños que mueren de hambre, de los cientos de individuos que son encerrados, torturados y eventualmente asesinados en esos campos de concentración que son las cárceles y los manicomios, de esa dictadura del trabajo, que nos obliga a vender nuestra fuerza y nuestro tiempo a algún miserable patrón a cambio de pocas migajas. Por otro lado, el pedido legalista esta en clara contraposición con lo que la mayoría de los mismos desaparecidos buscaban con su lucha: la ruptura judicial y legalista. Con este eslogan (Juicio y Castigo) no se hace más que reconocer al Estado y a sus instituciones el poder de decidir sobre nuestras vidas.
En estas épocas de reconciliación social y gobiernos progresistas que reprimen y asesinan a la par de sus antecesores, nos queda nuestra práctica y nuestros valores firmes ante tanta injusticia y delación.
Porque cada desaparecido, en dictadura y democracia, es nuestro, como lo es cada preso, como lo es cada niño muerto, como lo es cada explotado. Y nos situamos a su lado, no con intenciones de vanguardia o de dirigentes, sino hombro con hombro.
Nosotros decimos que mientras haya quien pretenda gobernarnos, bajo el nombre que sea, no habrá paz, no habrá tregua, porque luchamos por una sociedad de libre e iguales, por la anarquía, y nuestra lucha va en serio.

Algunxs Anarquistas