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¿Por que no hay que ir al acto Moyanista del 29, Dia de los Ñoquis?
Por Carlos Petroni - Informes IPI - Monday, Apr. 25, 2011 at 7:19 PM

¿Por que no hay que ir al acto Moyanista del 29, Dia de los Ñoquis?

Lunes 25 de abril de 2011
• ¿Por que no hay que ir al acto Moyanista del 29, Dia de los Ñoquis?

Por Carlos Petroni

El acto de Hugo Moyano, programado para el 29 de abril y donde los burócratas anunciaron que reunirían a “500.000 trabajadores” y “vamos a reventar la 9 de Julio” es un mitin de la traición, la corrupción, el chantaje y la defensa de la burocracia sindical, amenazada desde abajo por los obreros, desde el costado por la Justicia y desde adentro por sus disidencias.

Entre las razones de Moyano para el acto están lograr una suspensión de todas las causas penales en su contra; exigirle al gobierno y al PJ puestos relevantes en las listas de candidatos y congelar toda oposición a su liderazgo. El grito de guerra “a ver si le creen más a Moyano o a Clarín” disfraza el hecho que la prensa reproduce la realidad de una burocracia sindical descompuesta y cada vez más rechazada por los trabajadores y la sociedad. Puede haber campaña, pero basada en hechos reales, no ficciones.

Moyano proclamará el apoyo a CFK no porque en realidad la apoye sino porque es su instrumento, hoy, para seguir acumulando poder en vista a la sucesión… 2015 y mas allá.

Traición

Los organizadores del acto no levantarán la consigna de $6.000 de sueldo mínimo y 50% de aumento para todos los gremios como marca la realidad del país y la inflación. No pedirá el 82% móvil para los jubilados ni el blanqueo de todos los trabajadores y salarios del estado y la actividad privada. ¿Como podría hacerlo si para su propio gremio acepto 18% anual de aumento y ha dicho mil veces que no al 82% y negocia con la patronal empleados en negro y tercerizados?

El Moyanismo representa solo al 10% de los trabajadores con buenos salarios gracias a subsidios (aristocracia obrera) y acuerdos con las patronales a expensas del 90% restante (sectores más superexplotados, trabajadores en negro, de sindicatos de actividades económicas debiles o los propios desempleados y jubilados). Se les agrega algun ladero por beneficios personales, nada más.

Para estos dirigentes, la solidaridad se limita a reducir el impuesto a las ganacias de los que ganan $8.000 –$10.000, no de lograr la unidad y mejora de todo el movimiento de los trabajadores, empleados o desempleados, en blanco y en negro, activos y jubilados.

No exigirán el fin del trabajo en negro y esclavo ni la nacionalización del transporte, los ferrocarriles, el agua, la electricidad ni los servicios de primera necesidad, la educación, la salud, la vivienda… ¿Como podrían hacerlo si Moyano, Pedrazza, los burócratas de la UTA o Luz y Fuerza o los de su amigo Venegas, de la UATRE, se benefician con esa realidad, con las privatizaciones y con la liquidación de las empresas públicas?

No pedirán el reconocimiento merecido de la personería para la CTA, no proclamarán su adherencia a la democracia sindical, el voto lejos del fraude o el renunciamiento a sus puestos eternos o la elección democrática de delegados paritarios. No pueden hacerlo sin suicidarse como burócratas sindicales.

No demandarán la cárcel efectiva y permanente para Pedrazza, instigador del asesinato de Mariano Ferreyra, ni de Zanola, ni la de los más de 500 implicados en los negocios turbios con medicamentos truchos, la fabricación de expedientes para cobrar subsidios millonarios o los tratamientos que matan a los propios afiliados a sus gremios. Tampoco pedirán la investigación de los crímenes de la Triple A. No pueden hacerlo, Moyano y quienes lo rodean están sospechados de los mismos crímenes.

A pesar de que su hijo Facundo hace esfuerzos por aggiornar su imagen de derechoso anticomunista incurable, Moyano no puede hablar de DDHH ni la profundización de la lucha por los mismos, por ejemplo investigando los 3.000 crímenes de lesa humanidad cometidos por el terrorismo de estado de la Triple A (1973-76). Simplemente porque Moyano, y más o menos la mitad de todos los actuales dirigentes de gremios de la CGT mantuvieron “estrechas relaciones políticas, sindicales y hasta económicas” con altos jefes y operativos de la Triple A con quienes también colaboraron en su accionar.

No se proclamará en el acto de Moyano que los gremios y la CGT son independientes del gobierno y los partidos políticos patronales. Todo lo contrario, el acto será para incorporarse aun más profundamente en ese gobierno y copar aun más el PJ para mamar de ellos sus privilegios. A Moyano le importa un pito que un 40%, 50% o hasta 60% de todos los miembros de los sindicatos y de la CGT no sean peronistas. “Para ellos ni justicia”, mucho menos representación proporcional en las direcciones sindicales.

No hacer nada de esto, o hacerlo todo al revés nos da un diagnostico inapelable: Moyano y sus seguidores, a pesar de sus esfuerzos denodados por pasar por representantes de los trabajadores, solo se representan a sí mismos y traicionan sin tapujos al resto de los trabajadores y, cuando estan en funciones, son abogados de la patronal y su gobierno.

Morder la mano del que les da de comer

Que algún ingenuo aun sostenga con lenguaje setentista pero prácticas noventistas que hay una “alianza estratégica entre el movimiento obrero y el gobierno y su proyecto político” porque Moyano llama a apoyar a CFK y hasta la ha invitado a participar del acto, es un tonto incurable o un concomitado sinvergüenza.

Moyano, sus seguidores y el resto de la burocracia sindical, apoyan en las próximas elecciones la candidatura de CFK como un medio de seguir fortaleciéndose a su sombra y prepararse para el zarpazo del día después. La prueba está allí a la vista: cuando la paranoia inundó los recitos de Camioneros y la CGT casi declaran un paro para zafar de investigaciones judiciales que creyeron fogoneaba el gobierno.

CFK les garantiza, primero, una posibilidad cierta de ganar las elecciones y por eso se la presiona para incrementar no la representación obrera en las listas sino la de los dirigentes de la burocracia sindical (más poder, y con un bono extra: la inmunidad judicial).

Moyano y sus secuaces saben que un día después de la pretendida re-elección de CFK comienza la sucesión y ellos, en alianza con lo peor de la derecha del PJ, se preparan para limpiar el terreno de los púberes de La Cámpora, los setentistas aggiornados y los progresistas a capella.

Saben que estarán mejor posicionados para ello si hoy juegan la carta de la “lealtad” y la “alianza estratégica.” Que muchos Kircheristas y parte del gobierno salgan a disputar esta noción y, junto a personajes como Carlotto o los intelectuales de “Carta Abierta” y Verbitsky se deshagan en explicaciones de como Moyano es un luchador de su campo, que es un aliado necesario y fiel no habla mas que de su estupidez consuetudinaria y sus deseos autodestructivos mas que de la verdad.

Nos comentaba un participante en un asado sigiloso pero nutrido que se llevo a cabo en la quinta de Hugo Moyano, esa que habita y pago con los fondos de la Obra Social, que a los postres se hicieron chistes de los ingenuos y no tan ingenuos del gobierno Kirchnerista y que, pronto, los asistentes prorrumpieron en un cántico que en ese momento les pareció gracioso: “Duro, duro, duro, ahora el modelo se lo meten en el culo.”

Un palco de un acto de trabajadores, dominados por patrones y ricachones

No tenemos dudas de que la CGT y los sindicatos dominados por la burocracia pondrán toda la carne en el asador para garantizar una asistencia masiva de trabajadores a su acto. Están negociando el día de trabajo con las patronales; pagarán ingentes sumas a la asistencia; se está usando montones de dinero, incluído dinero de las Obras Sociales, para montar el espectáculo.

La presencia de trabajadores en el mitin no será, sin embargo, lo que se verá en el escenario. Allí estarán un centenar de los hombres más ricos del país. Millonarios a expensas del dinero, el sudor y los sacrificios de los obreros; llegarán en sus autos de lujo, vestidos con sus pilchas de primera, haciendo ostentación de lo que tienen y nunca ganaron. Viviani, Lingeri, Martinez, Schmid, Altamirano… ah! ¿Cuanto darían Venegas y Barrionuevo por ser incluidos? Porque eso es lo que define a un burócrata sindical: alguien que usurpa el cargo de dirección sindical para beneficio material y personal.

Quieren que el gobierno participe con Ministros, Secretarios y hasta la Presidenta para legitimizarlos y, de paso, mandar un mensaje intimidatorio a los jueces para que no los juzguen; a los medios para que no hablen mal de ellos; a la sociedad de que sin ellos es el caos; a la izquierda y los trabajadores que allí están las huestes de la Juventud Sindical Peronista (JSP), los matones sindicales y los barra bravas para hacerse cargo de aquellos que “saquen los pies del plato” y los políticos, oficialistas y opositores, que allí están ellos, en venta, pero el precio es caro.

Un acto así ¿qué tiene que ver con el 1ro. de Mayo instituido para que la clase obrera se movilice y organice su lucha como clase por sus demandas sindicales y políticas? Nada. Por eso Moyano lo organiza el 29. El día de los ñoquis. ■

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