El artículo original está en http://argentina.indymedia.org/news/2013/12/852045.php Imprimir comentarios.
Crónicas de la democracia acorralada
Por Agencia de Noticias Pelota de Trapo -
Wednesday, Dec. 11, 2013 at 11:26 AM
10 Diciembre 2013 |
saq1.jpg, image/jpeg, 1280x853
Por Silvana Melo y Claudia Rafael
(APe).- Poco tiempo habrá hoy para destapar champanes. El número redondo que culturalmente da para festejo termina salpicado brutalmente por los nichos donde la democracia que hoy cumple 30 años- todavía no plantó bandera. El núcleo duro del autoritarismo, la amenaza sombría a un sistema institucional siempre frágil, a pesar de su adultez, están hoy sintetizados en las policías de casi todas las provincias del país.
Con
una decena de muertos se despertó hoy la democracia treintona. Jaqueada la reina
por peones que nunca lo fueron. Por ejércitos que el poder político nunca decidió
operar. Y que están casi intactos, cincuenta mil hijos de Camps y de Etchecolatz
en Buenos Aires. Mal pagos, pésimamente equipados, en un trabajo donde la vida
es moneda de cambio. Pero eficientes al máximo a la hora de obedecer las órdenes
de mantener controlada la protesta social. A palos, a gases, a postas de goma,
a balas de plomo. Infalibles en el monopolio de la violencia.
Ciudades
enteras abandonadas a su suerte, grupos marginales incitados a la violencia
y al saqueo, retirada estratégica del control y la represión para que bandas
mixtas de transas con aporte policial siembren terror; comercios desvalijados,
vecinos que se arman hasta los dientes y pasan la noche velando los mostradores,
gente de barriadas confinadas que invaden territorios prohibidos y se llevan
todo aquello que el sistema les niega diariamente y que, diariamente, soportan
en silencio y resignación. Medios financiados por los gobiernos provinciales
que se enteran a medias de su propio desastre, símbolos de felicidad veraniega
(Peatonal San Martín, Mar del Plata) arrasados por la ausencia policial y la
libertad delictiva, con visos consistentes de complicidad.
La santa Fe
Tres
de la tarde. Cordón Oeste de la ciudad. Ahí donde se apretujan las villas de
Santa Fe. Paró el bondi y empezaron a agitar a los pibes. Yo me acerqué a preguntar
y uno me gritó `volá, pendejo`. Tenía una nueve milímetros en la mano y me apuntó,
dijo a APe un educador popular santafesino. La realidad de las calles mansas
sólo dejaban al desnudo la presencia de prefectos y gendarmes. El lunes estaba
ajeno al ajetreo habitual. No había super ni tampoco bancos. Ramas de árbol
improvisadas para la ocasión oficiaban de trincheras para truncar el paso. La
palabra miedo se acrecentaba mientras las persianas bajas le iban dando a la
ciudad un gris poco cotidiano. Dos veces entraron a Pétalo, un negocito de ropa
pegado a una villa. A escasos metros, una armería.
El
dueño salió y se puso a repartir armas entre los vecinos, continuó el joven
maestro de arrabales. Ya hace un tiempo que el clima está muy enrarecido. Volvieron
a profundizarse las golpizas en las comisarías. Y fue muy claro ahora, quiénes
eran los que iban a buscar pibes para ir a saquear. Son pibes metidos en las
cadenas narcos y laburan para ellos. Quedó muy en claro. Además, la nueve milímetros
es el arma reglamentaria de la policía, advirtió Luciano Candiotti, desde aquella
ciudad.
Desde
Rosario, el periodista Carlos del Frade describe para APe que en los barrios,
en forma paralela, había una disimulada tensión que se observaba en los comercios
cerrados por anticipado y decenas de pibes en moto que recorrían el territorio
pispeando las evoluciones de las tropas nacionales. En Santa Fe relata- hubo
inocultable temor luego de conocidas las noticias que dieron cuenta del saqueo
de dos comercios donde se vendía comida. Allí si apareció una vieja postal que
remitía a los hechos de diciembre de 2001 y mayo de 1989.
Conocedor
exquisito de los acuerdos narcoinstitucionales, Carlos del Frade analiza que
la realidad muestra policías con muy bajos salarios, responsables de su pésima
imagen social como consecuencia de su corrupción histórica que estrenarán,
en esta provincia con forma de bota militar y nombre profundamente religioso,
una nueva forma latinoamericana de desestabilización, la protagonizada por las
fuerzas de seguridad provinciales. Algo que ya había anunciado el imperio hacia
fines de los años ochenta. Por eso advierte que en estos treinta años de democracia
también es preciso pensar, de cara a este conflicto que mete miedo en la sociedad
santafesina, qué hicieron los distintos gobiernos electos por el voto popular
a la hora de conducir la fuerza. `Si quieren transparencia la tienen que pagar
bien`, dijo uno de los policías ocultos en un pasamontañas. Un mensaje más mafioso
que sindical, una clara señal de la narcopolicía emergiendo tres décadas después
de la democracia que supimos conseguir.
536
kilómetros al Norte, esta madrugada unos cuarenta policías irrumpieron en una
casa, en Resistencia, con la violencia de los dioses paganos de un extraño olimpo.
Seis patrulleros, motocicletas, gritos, golpes. Acá está el que le metió el
tiro a un compañero, a un milico, y vamos a entrar como sea, ¿vos no vas a hacer
eso si le balean a tu compañero?, así que borrá eso porque nos compromete,
describe el diario Primera Línea, de Chaco.
El sueño entrerriano
Paraná
vivía ayer muy lejos del sueño entrerriano de Sergio Urribarri 2015. Alejandra
Gervasoni, Secretaria General de Agmer Paraná, revivió para APe la enorme tensión
y temor que vivieron docentes y alumnos de escuelas cercanas a supermercados,
a tal punto que los padres los retiraban; se cortó el transporte urbano, las
estaciones de servicio no vendían combustibles, cerraron los negocios y había
una ola de rumores que aterraba a la gente.
Un
300 por ciento de aumento en los salarios concedió el gobierno de Córdoba a
los primeros sediciosos, cuyas cúpulas habían saltado pocos días atrás, investigadas
por los límites tan difusos entre policía y narcotráfico. Un mil por ciento
aumentó el gobierno de Buenos Aires el monto por ropa y un 50% (de 5700 a 9000)
el básico. Para los docentes la oferta del año había sido de 3600 en cuotas
pagaderas hasta 2014.
Cómo
explicarles a los maestros que es necesario alzar las armas para acceder a un
salario de modesta dignidad. Cuando el emblema es Carlos Fuentealba. Muerto
por la policía cuando pretendía un aumento de sueldo.
Calles
desiertas como si fuera domingo en Paraná, comercios cerrados y enrejados, miedo
en la gente, una sensación de indefensión que se transmite, que se contagia,
describe para APe el periodista Osvaldo Quintana. A media mañana la policía
visita cuadra por cuadra los negocios del centro, avisando que ellos son los
guardianes del orden pero que mejor cierren, que es por su seguridad. La noticia
se propaga como pólvora por todo el radio céntrico y el efecto contagio es eficaz.
Los mismos uniformados lo desmentirán horas después, utilizando su particular
lenguaje en un canal de televisión local. A las puertas de un super de calle
Don Bosco se va juntando gente; es el mismo que hace 12 años fue saqueado completamente
ante la pasividad de las autoridades policiales. Circulan por las cercanías,
expectantes: mujeres, niños y pibes en bicicleta provenientes de las barriadas
pobres que rodean al mercado.
Cerca
de Concordia, la nave insignia de los saqueos de 2001, la más pobre de todas
hace una docena de años, la pobreza vuelve a hacerse visible en las calles,
en los semáforos va observando Quintana-, en los contenedores de basura que
empiezan a poblarse de familias enteras ni bien asoma la noche. En los vendedores
de pan casero que vuelven a circular por los barrios. Cuando cae la noche los
pequeñísimos comerciantes también cierran sus puertas. En algunos supermercados
que no abrieron, vuelven a escucharse disparos y muchos vecinos temerosos se
refugian en sus casas.
La feliz
No
hay certezas sobre el número de muertes. Nunca las hay cuando provienen de la
oscuridad y del olvido. Seis, siete, diez
15 años, 20, 23; balazos, cuchillada,
golpe feroz
quién sabe. Ciudades enteras en las geografías de una patria en
la que el Estado represor se corrió de su lugar de contralor y dejó que se abrieran
las fauces leviatanas de la desigualdad.
A
medida que las horas avanzaban relató a APe Jorge Ríos, fotógrafo y marplatense
observador concienzudo e incuestionable de las movidas- la situación se iba
poniendo más y más densa en barrios como Juramento, Regional, Palermo, Belgrano
o Las Heras. Los saqueos no ocurrían en el Carrefour del centro sino que iban
a los almacencitos de los barrios. La gente estaba armada para defender sus
comercios. Había un clima oscuro. Tenso. El domingo, temprano, la agitación
empezó con un hombre joven, muy musculoso, muy mesiánico y con discurso nazi
que llegó agitando a las puertas de Caballería con mujeres de policías y víctimas
de delitos. Es el mismo que se había visto en fotos durante el ataque nazi a
los chicos del Colegio Nacional de Buenos Aires.
La
Mar del Plata feliz y balnearia del turismo estival recibió un piedrazo feroz
sobre su médula. Cachetada de fuego sobre la playa obrera e igualitaria de los
viejos años 50 y 60 que, por unas horas dejó al desnudo que la felicidad hace
tiempo que le es ajena. Hasta que, con la contundencia del golpe sobre la mesa,
el máximo jefe de la Bonaerense Hugo Matzkin anunció rimbombante: Se ha normalizado
la situación en la ciudad y todo, con la casa ya en orden, volvió a sus viejos
carriles.
Fotos: Clarín y MdZ
www.pelotadetrapo.org.ar/cr%C3%B3nicas-de-la-democracia-acorralada.html